18 : Cuatro paredes.

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🔺 ADVERTENCIA 🔻

Mención de temas de abuso físico y manipulación. La trama de esta historia se desarrolla a raíz de una situación desagradable, pero no narro ni entro en detalles al respecto, solo hago mención de ello.

(Si alguien sabe de quien es el fanart me dicen, por fa jsjsjs)

Sin más que decir, les dejo la primera parte. No olviden votar y comentar, gracias♡

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PARTE I

En su memoria no hay nada muy vívido, no hay recuerdos detallados ni nada parecido. Era una mente en blanco que creció dentro del mismo lugar por años, jamás salió al mundo, jamás lo ha visto, ni siquiera por la ventana, nunca ha sentido los rayos del sol, ni el roce del viento, ni la humedad de la lluvia. Jamás ha visto la luna con sus propios ojos, ni el cielo, ni las nubes. No conoce ningún animal, no ha visto ningún auto, tampoco otra casa, de hecho, ni siquiera conoce la suya. Nada de eso lo ha visto con sus ojos, frente a frente, en persona, todo ha sido a través de una pantalla.

La única persona que conoce es a su padre, y a las cosas que hay en aquella habitación, aunque no es una habitación, es un sótano muy grande, que cuenta con un baño y todo lo necesario para sobrevivir.

Ella creció ahí desde muy pequeña con una promesa muy simple: Jamás salir del sótano.

¿La razón?

El mundo está podrido. Durante una tarde de verano el mundo comenzó a cambiar a pasos agigantados. La pequeña Vinna observó en una pantalla como la gente corría desesperadamente sin saber a donde ir, los autos chocando y arrollando gente sin preocupaciones. Vio gente luchando contra otras personas, personas que se retorcían, que se deformaban y atacaban a otras personas. En su mente se guardó a detalle como una mordida transformaba a las personas en monstruos.

— Un apocalipsis zombie. —nombró aquel hombre de blanca piel y negro cabello. Actualmente se encuentra cruzando el terrible sendero de las treintas— Esta es la razón por la que tú no puedes subir las escaleras y abrir esa puerta, ¿entiendes?

La pequeña Vinna, de apenas seis años, asintió con la cabeza estando bastante asustada. Es la primera vez que le explican por qué no puede salir. Él se agachó a su altura y la tomó suavemente de los hombros.

— Sin importar que suceda, no debes abrir la puerta. No importa que escuches ruidos, no importa que yo tardé en regresar. Nunca, jamás, vas a abrir esa puerta. No es una regla, es una promesa.

Ella asintió nuevamente con la cabeza.

— Si escuchas ruidos, ¿qué haces?

— Me escondo. —dice en un murmullo— Sin hacer el mínimo ruido.

𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫 : 𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora