02 : Envidia ♪

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Nota: Este one—shot está inspirado en una canción. Cuando sea así les dejaré el nombre de la canción al final de la historia y el título tendrá un signo de música. Siento que si primero escuchan la canción sabrán cómo termina la historia o algo y pues no sé, siento que le quita intriga o drama xD, aunque quizás cambie esto en un futuro y les ponga la canción en la multimedia. Y eso, no olviden votar para yo seguir publicando jsjsjs.

El otoño había terminado, el clima se sentía más frío y el ambiente era cada vez más emocional

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El otoño había terminado, el clima se sentía más frío y el ambiente era cada vez más emocional. Recuerdo haber despertado en la mañana, estirarme por costumbre, mirar el calendario colgado en la pared frente a mi cama, tomar el marcador negro y tachar el día tres de diciembre.

Como siempre, fui al baño a darme una ducha para despertar por completo, al salir mire mi cuerpo desnudo en el espejo, me observe a detalle, con un triste desagrado. Las palabras de mi madre resonaron en mi cabeza como una suave y trágica melodía "Hoy dices que no te importa, pero un día te enamoraras, y posiblemente será de alguien que no te verá como mujer, sino como a un amigo". Sí, ella dijo amigo. Cuánta razón tenía mi madre.

Mi cabello corto y rojo no era la gran cosa, vestía el uniforme femenino, pero él sabía que lo odiaba, sabía que me gustaba vestir con pantalón y camisas o blusas poco femeninas. Siempre iba por las calles de cualquier color, pero siempre en tonos oscuros. Yo no usaba zapatillas, amaba mis tenis o mis botines toscos. No me gustaban los listones de colores adornando el cabello, ningún accesorio en realidad. Jamás fui muy sensible, delicada, ni tranquila; yo era directa, grosera e intimidante para algunos. El maquillaje no era parte de mi mundo, sonreír tiernamente tampoco. Mi voz no era dulce o suave...

Simplemente parecía un chico.

Un chico muy friolento.

— ¿Estás temblando? —preguntaste con una incredulidad tan grande, tu expresión era de total desconcierto.

Hice una mueca y desvíe la mirada con aparente fastidio.

— ¿Y qué si es así? —te conteste de manera cortante, como siempre, y a ti no pareció importarte mi tono. Jamás parecía molestarte.

— Ten. —y entonces lo lanzaste sobre mi cabeza.

Estaba tan impactada por ese gesto que inconscientemente reconocí como caballeroso.

— No necesito es- —no me dejaste terminar, me interrumpiste clavando tu mirada en mis aburridos ojos opacos.

— Cállate y solo póntelo. —dijiste seriamente y de algún modo desinteresado. No tuve más opción que usarlo, sintiendo la calidez que el suéter había tomado de tu cuerpo. Era como si me estuvieras abrazando; había comenzado a perderme en esa sensación hasta que hablaste de nuevo— Se te ve mejor que a mí.

Me miraste con una sonrisa que considere burlesca, pero no lo negué en ese momento, ni tampoco lo voy a negar ahora, ame tu sonrisa en ese instante. Seguías mirándome en silencio mientras yo estaba en una clase de trance; entonces te acercaste demasiado, te agachas un poco más a mi altura y yo no podía ni parpadear.

—...

—... Pensé que te estaba viendo mal, pero realmente te sonrojaste. —después de decir eso te alejaste sin expresión alguna.

O no, más bien, me miraste con algo de rareza, con toda razón, ya que nunca me había sonrojado en tu presencia.

Si supieras cuanto me gustabas en ese instante, Eren...

Me gustaban tus ojos color esmeralda, tus ojos de niña como decían nuestros compañeros, aunque claramente odias esa descripción. A diferencia de mí, tú si te sonrojas, te hacías el duro, pero en realidad si mostrabas tus emociones de algún modo. Eras complicado, pero fuiste el único que no me cuestionó porque tengo una apariencia varonil, jamás hiciste la tonta pregunta "¿Te gustan las mujeres?" o comentaste que no sabías si era una chica de apariencia varonil o un chico que se vestía de chica.

En algún momento comencé a amar tu compañía, era lo mejor del mundo. Éramos cercanos, estaba segura de eso.

Estaba enamorada de ti, también estaba segura de eso.

Llevaba tiempo queriéndote en secreto, me daba vergüenza decirlo pues no sabía que pensarías de que alguien como yo se declarara. Sin embargo, en ese mismo lapso de tiempo supe que no tenía oportunidad. Me di cuenta cuando ella pasó a un par de metros de nosotros, porque tus ojos, los cuales siempre parecían indiferentes al mundo, brillaban como una hermosa aurora boreal. Ella te tenía hipnotizado, mientras yo moría lentamente en ese momento.

¿Cómo pude pensar que ibas a besarme?

No soy ni la mitad de bonita que ella.

Yo no brillo tan segura de mí misma como Mikasa Ackerman.

Desde ese día comencé a vivir cuestionándome sobre mí misma, ¿debía cambiar mi forma de vestir? ¿mi forma de ser? ¿poner listones en el cabello? ¿usar colores más alegres? Sabía perfectamente la respuesta: no. Y, aun así, al día siguiente me cuestionaba lo mismo mientras me ponía el uniforme de la escuela, pero siempre llegue a la misma conclusión. La respuesta siempre fue NO porque yo no sería capaz de opacar a Mikasa.

Recuerdo verte desde la distancia, me pregunto si también la viste sorprendido cuando te percataste que tenía frío... no, por supuesto que no. Es solo poliéster, pero realmente me dolió ver cómo le dabas tu suéter a ella, porque sé que ella te gusta más que yo. Porque sé que tú no me veías como una mujer.

Deseaba poder odiarte mientras veía cómo te parabas a su lado y tomabas su mano; quise morir cuando ví cómo pasaste tu brazo sobre sus hombros.

Ella también estaba sonrojada como yo aquel día, solo que, posiblemente, a ella si la besarías en un futuro. Sentí un frío tan desolador cuando pensé en ello, pero...

¿Cómo podría odiarla?

Si ella es como un ángel.

Aunque también... desearía que estuviera muerta. De esa forma, quizás, dejaría de sentirme tan miserable.





One—shot inspirado en la canción『Heather』de Conan Gray.

𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫 : 𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora