𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫 : 𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬

10 : Desde el balcón.

PARTE V

La temporada de invierno comenzó, los días de nieve y vientos helados no tardaron en formar parte del día a día y alguien como Vinna siempre lo pasaba más o menos mal en estos fríos. Le encanta la nieve pero la baja temperatura suele calarle hasta los huesos. Las actividades deportivas serán movidas al interior del gimnasio en unos días por lo que ahí está ella en el balcón, tratando de darle calor a sus manos expuestas mientras observa a Jean jugando. Olvidó sus guantes en un descuido por la mañana antes de ir a la preparatoria.

— Úsalos —dice Eren naturalmente luego de lanzarle un par de guantes negros los cuales impactaron en su hombro— No son muy "lindos" pero evitaran que tus manos se enfríen.

— Yei —canturrea de forma algo infantil mientras se los pone— Gracias. Realmente son muy cálidos.

Eren se paró y se acercó a la barandilla que les separa, recargó sus brazos en la antes mencionada y comentó.

— Es porque los estaba usando yo antes de que llegaras, Vinna.

— Eh... así que es por eso —coloco sus manos en sus mejillas y riendo con dulzura musitó— Entonces es la calidez de Jaeger.

Había cerrado sus ojos mientras le sonreía, no esperaba nada más, quería hacerle una pregunta sobre el manga que le prestó hace unos días pero esta quedó en el aire y a medias pues la expresión del varón la dejó perpleja «¿Por qué esa reacción?» se cuestiona a sí misma ante el sonrojo de Jaeger. Sinceramente quería reírse por lo raro que le resulta verlo así y no pudo contenerse de hacerlo más que por un par de segundos.

— Deja de reírte —dice seriamente tratando de volver a su semblante de siempre pero Vinna tarda un poco más en ponerse seria. Sus ojos esmeraldas la observan y se dejan encandilar por el aura tan agradable de la joven. Eren sonrió disimuladamente— Ven, tienes pelusa en el cabello.

Extendió su brazo hacia ella quien se ha quedado quieta y expectante. Estaba por alcanzar su mechón de cabello.

— ¡Es tu momento, Jean! —gritó algún jugador en la cancha.

— ¿Jean?

Y como si fuera instinto o el poder de la gravedad Vinna se acercó a la barandilla de enfrente y buscó a Jean con la mirada mientras sonríe entusiasmada. Los ojos de Eren se nublaron poco a poco e hizo una mueca luego de que su brazo se quedará extendido a la nada.

— ¿Se supone que eso es amor? —cuestiona con la voz ligeramente alzada. Vinna le mira.

— ...Sí —dudó.

— Dilo con firmeza —reclama manteniendo un tono más imponente y claramente irritado— Incluso alguien como yo sabe que eso no es amor ¿solo mirarlo te hace feliz? ¿sin siquiera intentarlo? No seas cobarde y confiésale tus sentimientos.

Vinna quedó aturdida «¿Por qué de pronto se puso así?» estaba muy confundida. Eren se alejó de la barandilla y le dio la espalda, pero aún no ha terminado de confundirla. Se dio media vuelta para mirarla de nuevo.

— Y entonces sé rechazada —sentenció.