¡QUATTORDICI!

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Carlo obtuvo una ubicación de parte del Oráculo y fue de inmediato al llegar fue recibido por un enmascarado que lo guió hasta lo que parecía ser una oficina. Sentado tras el escritorio había un tipo de negro con máscara del mismo color, a su lado había dos hombres.

—¿Quienes son?

—Solo han pasado unos meses y ya te has olvidado de la familia, más importante... te has olvidado de tú hermano mayor.

—Toni...

—Carlo.

Se levantó del escritorio y lo abrazo fuertemente, lo tomo de las mejillas y vio su estado, se preocupó.

—¿Que te han hecho, fratello?

—Eso ya no importa, tendré mi venganza. No vengo solo, tengo a un agente del FBI, con el atraere al que verdaderamente quiero... pero los dos fueron parte de mi infierno.

—... Déjenme solo con Carlo.

Los tres hombres abandonaran la sala dejando solos a los hermanos, Toni por fin se retiró la máscara dejando ver qué estaba un toque más pálido, casi imperceptible, pero solo alguien que lo conozca perfectamente lo notaría.

—¿Estás bien?

—Que huevos tienes para preguntar eso perro ¿No te has visto en un espejo, caranabo?

—Sin duda te extrañaba -lo vuelve a abrazar-.

Después de un rato de cariño y tratar de asimilar que estaban juntos de nuevo, llegaron a un tema bastante llamativo.

—Perdimos a tres: Salinas, Fedor y Anya. Dos de ellos están muertos, uno en prisión, pero dijo que quería cumplir su condena.

—Somos muy pocos -comento Carlo pensativo-.

—Siempre fuimos pocos, sabes lo que nos volvía peligrosos, por eso nos ganamos mucho respeto en Marbella. Aún así tenemos que llenar esas vacantes.

—Ofrezco a dos hombres... son del FBI, pero ayudarán bastante y quiero mi venganza.

—Creo que el lunático de tú amigo dijo algo... bien, no me molesta la alianza, pero espero no nos traicionen.

—No lo harán, te lo aseguró.

—Si lo dices tú confiaré, no sueles fiarte de cualquiera. ¿Que planeas?

—Algo de tortura, pienso pagarles con la misma moneda -se mira las manos- me domesticaron.

—Mirame

Alzo la mirada para verlo a los ojos pero solo recibió un puñetazo que lo tumbo al suelo, lo miro cubriéndose la nariz la cual derramó un par de gotas de sangre.

—Levanta.

Intento levantarse con una mano sin dejar de sujetar su nariz, recibió otro puñetazo derribandolo una vez más.

—¡Levanta!

Otra vez intento levantarse, está ocasión con ambas manos, otro puñetazo, pero ahora pudo detenerlo costandole un poco al punto que le temblaba la mano, Toni suspiro decepcionado.

—Estas distraído... o muy confiado, estás peor de lo que creí, así no podrás imponer. Si realmente quieres torturar a esos agentes tienes que demostrarles que en realidad no te domesticaron por más que lo hayan logrado, recuerda que eres un Gambino, recuerda de dónde vienes y quién fue quien nos creó.

Relajo su postura y le extendió la mano ayudándolo a levantar.

—Te dejaré el sótano para que hagas tus maldades. ¿Dónde está tu invitado?

—En el carro, te agradara verlo.

—Si es el ruso no quiero verlo, te lo dejo a tí -habla por radio- Pollo, saca al agente del auto donde vino Pato y llévalo al sótano.

—Me alegra saber que José sigue contigo.

—Y no sabes cuánto lo agradezco. Escucha, podrás tener tu venganza, pero... ¿Que tanto te dominaron?

— ... trabaje para el FBI.

—¿Llegaste a ese punto?

—Intente suicidarme un par de veces.

—Carlo... -suspira- no me creó que te hayan hecho tan débil, eso no lo puedo dejar pasar.

—¿De qué hablas?

—Nuestros padres están muertos, no tenemos más familia por lo que yo soy el líder de la mafia oficialmente. Entendí porque nuestro padre fue tan salvaje con nosotros.

—¿Porqué?

—Eso no te lo puedo decir, tienes que descubrirlo tú mismo como yo lo hice. Eres mi hermano, por lo cual los dos podemos ser los líderes, me gusta la idea, pero no puedo dejar que olvides lo que te hicieron.

No entendió bien aquello, pero se paralizó al ver cómo Toni tomaba un fierro quemador con la palabra "Débil" en la punta. Retrocedió lentamente en shock hasta chocar contra la pared.

—Toni...

En el sótano, Volkov había sido atado y amordazado en una silla dejándolo completamente solo, despertó lentamente notando solo una luz en el techo que no iluminaba la gran cosa, sus alarmas se activaron al escuchar un grito de dolor que si su memoria no fallaba sonaba como Carlo.

Cuando vio al italiano con aquella marca con sangre en su abdomen solo confirmaba que el anterior grito había Sido de él ¿Quién se lo había hecho y porqué? Se aseguraría de descubrirlo, pero primero se preocuparía en averiguar cómo salir de ahí.

Carlo tomo la silla inclinandola un poco llevándolo a rastras hasta una de las paredes, le desató una mano y lo encadeno a unos grilletes en la pared que eran sostenidos por lo que parecía una percha, hizo lo mismo con la otra mano dejando de lado aquella incómoda silla y dejando al ruso sentado en el suelo como si fuera un criminal del Medievo.

—¿Cómodo?

—Carlo, se lo advierto, libereme ahora mismo.

—No lo creó, quiero mi venganza y nada ni nadie impedirá que lo consiga -sonrie- tú y H serán mis perras.

—Eso nunca pasará.

—Ya lo veremos.

Carlo saco del bolsillo de su pantalón una bandana y la ató sobre los ojos de Volkov quitándole la vista temporalmente.

—Tranquilo, se lo que hago con esto, en un punto me rogaras que te quite eso de los ojos.

—Carlo, fui un militar, esto no es nada para mí, si vas a torturarme con esto puesto no tendrás los resultados que buscas.

—Ya verás que si rusito.

Volkov escucho toques en la puerta, el castaño le dió el paso y la puerta fue abierta, escucho algunos pasos y algo siendo dejado en el piso, pasos otra vez y la puerta fue cerrada.

—Estamos completos.

Carlo veía a Horacio en el suelo inconsciente, lo arrastró hasta la pared contraria a la de V, le encadeno con una larga cadena el cuello y le esposo las manos por la espalda, sin duda tenía algo más de movilidad que el ruso. Pronto el de cresta abrió sus ojos aturdido, se asustó ¿Dónde estaba? Ver a Volkov frente a él le calmó un poco, pero la situación en la que estaban volvía a asustarle.

—Bienvenido Horacio.

—¿¡Ho~horacio!? -grito V aterrado-.

—Viktor...

Trato [Carlacio] [Volkacio] [Volkarlo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora