"Lupo" ya había terminado su jornada de trabajo, se bajó de su moto y entro a la mansión compartida, sin embargo, no puso ni un pie en la viviendo volvió a cerrar la puerta con seguro y camino a la a la zona de la piscina en el techado, miro el cielo, aún había sol, pero se estaba ocultando.
—¿Que puede hacer un muerto en estos momentos? -hizo una mueca y se recostó tranquilamente en una de las sillas-.
Cerro los ojos dispuesto a relajarse y despejar su mente de la imagen que vio en esa casa, pero el sonido de su móvil lo distrajo, miro el contacto.
"La vieja loca"
Contesto de inmediato dejando escuchar a aquella mujer de voz irritante.
|Carlo querido, necesito de tus servicios.
|Señora por favor saqueme de aquí, cualquier misión me vale ¡Por favor!
|Te escuchas muy desesperado ¿Te dejaron solo?
|Es que H y V están MUY ocupados.
Hubo un silencio un tanto tenso, solo se escuchó un suspiro del otro lado.
|Te quiero en Humane en 10 minutos.
La llamada termino y Carlo corrió hasta la motocicleta y arranco llendo hasta el sitio antes mencionado.
Mientras tanto...
En el sillón de la sala, Horacio cabalgaba sobre el miembro del ruso mientras esté lo tomaba de las caderas ayudándole con su tarea, en ningún momento se enteraron que el castaño los había pillado, pero en ese momento no era algo que les importará. Solo un par de embestidas bastaron para que ambos se corrieran a la vez.
Solo unos minutos bastaron para que controlarán su respiración y se les bajara el calor del momento. Volkov fue el primero en ir a ducharse, así que Horacio miro la hora de su celular y le parecía extraño que el italiano aún no llegara, le marco pero mandaba al buzón, suspiro con cierto cansancio y llamo a su superior.
|Horacio, mi niño... -respondio de inmediato la mujer-.
|Maia, de casualidad sabes dónde está Carlo? -pregunto con cierto toque de rabia, tenía una idea de dónde se encontraba-.
|Puede que lo haya mandado a una misión peligrosa.
|Más te vale que regrese.
|Eso ya no depende de mí.
Corto la llamada e inhaló y exhalo tratando de no perder el control, ya se las arreglaría con Carlo después.
Volkov acabo de ducharse por lo que Horacio fue el siguiente, después de un rato, ambos ya frescos, el ruso se fue a dormir a la habitación de Horacio, y el menor se quedó en la sala con solo la luz de una lámpara encendida a esperar al Gambino.
//+++//
Horacio parpadeo un par de veces, sentía un terrible dolor de cabeza, lo último que recordaba es que estaba con su equipo en una redada contra el italiano, siguió al castaño y de ahí... todo es confuso. Trató de enfocar su visión, se encontraba atado a una silla, sus manos estaban atados a los brazos de esta, al igual que sus pies a las patas, totalmente atado. Se encontraba en una sala con ciertos utensilios aparentemente de tortura, las paredes y el piso llenos de sangre.
Intento liberarse pero era imposible, suspiro con cierto cansancio y frustración, pero eso solo hizo que se diera cuenta que el italiano lo observaba en una esquina sin decir palabra alguna.
—Vencí al "dios malo" -camino hasta estar frente a él y le quita el pasamontañas tranquilamente, sin prisas- interesante. Tus torturas fueron interesantes, pero no para hacerme hablar.
—¿Y que piensas hacer italiano? -hablo H con odio en sus palabras- ¿Vas a matarme? ¿Me torturaras?
—No me gusta torturar ¿Sabes porque? -tomo una navaja y corta la ropa superior del director sin prisa- porque se me va la cabeza y acaba mal, para ambas partes.
Carlo dejo la navaja a un lado y observa el pecho del contrarió, analizando cada cicatriz visible, también su rostro, brazos, no quería perderse ningún detalle.
—Además, tú ya has pasado por algunas, las marcas no mienten.
Posó su mano sobre la mejilla del agente, pero de modo delicado, como si no quisiera dañarlo, eso H no lo paso por alto, no lo comprendía, tocaba aquellas cicatrices que quedaron como secuelas de la iglesia.
—Pero estás no son de tortura... -pasa el dedo pulgar por aquellos labios rosados- no te quemaron, supongo que tuviste algún accidente. No comprendo quién querría dañar a alguien que tiene unos ojos tan particulares.
Se alejo de Horacio dejándolo sorprendido y levemente sonrojado, quizás no era el momento indicado para ello, pero Carlo a pesar de ser turbio le causaba intriga. No estaba pensando con claridad, debía recordar que se trataba del director del FBI, debía ser serio contra el italiano.
H iba a exigirle que le liberará, sin embargo, escucho el rugido del estómago del contrarió, no le hubiera dado la suficiente importancia si Carlo no hubiera caído de rodillas sujetando su estómago, se le veía hambriento.
—Cierra los ojos -pidió el castaño como si se tratara de una súplica-.
—¿Que? ¿¡Para qué!? -noto como miraba a un lado de él, miro hacia aquella dirección notando un bote lleno de tripas humanas- no... no vas a comer eso o si? -pregunto incrédulo-.
Repitió una vez más la petición de antes y se levantó caminando a aquel bote, el de cresta solo escucho aquellos escalofriantes sonidos de como el italiano devoraba aquello como si se tratara de cualquier cosa, pronto dejo de escucharlo.
Vio a Carlo tomar la navaja y corto las sogas de las manos del agente entregándole una pistola, después se puso de rodillas frente a él. Horacio no comprendía, a demás de que no podía pensar claramente cuando el hombre frente a él tenía sangre alrededor de su boca.
—No quiero seguir viviendo así, por favor mátame.
—¿Que...? ¿No eres canibal por gusto? -lo vio negar frenéticamente-.
—Detesto esto, pero me es inevitable para ahora, no quiero vivir de esto modo, no soy un animal salvaje ¡Soy una puta persona!
//+++//
Escucho la puerta ser abierta, Carlo había llegado con la ropa y rostro llenos de sangre, el italiano se puso un poco nervioso al ver a H esperándolo.
ESTÁS LEYENDO
Trato [Carlacio] [Volkacio] [Volkarlo]
FanfictionTodo es confuso ¿Que paso con Carlo Gambino y como es que el caso ya está cerrado? Horacio x Carlo Volkov x Horacio Volkov x Carlo Empezada el 01-09-21 Terminada el 13-12-21 Advertencia: Está historia contendrá violencia y muchos tratos que no deben...