¡DICIASSETTE!

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Ya llevaban muchos días sin comer, ni beber, les era difícil mantenerse despiertos, algo los alertó, era el menor de los Gambino entrando por la puerta y cerrándola tras él.

—Creo que los he dejado muchos días solos, se les ve muy mal, para su fortuna les traje algunas cosas... es su premio por dejar de gritar por ayuda que jamás vendrá, los felicito. ¿Quién primero?

No hubo respuesta por parte de ninguno, así que Carlo tomo una botella de vodka destapandola.

—Hace unos días Toni me dijo que Gustabo le apunto con un AK, tuvo su castigo -vio temblar a Horacio- dijo que para hacerle ver qué vamos en serio le diera un castigo a Horacio... pero preferí dejar todo en manos de mi hermano, creo que eran asuntos demaciado personales como para meterlos. De nada.

—No voy a agradecertelo ¿Que le hicieron a Gustabo?

—No lo se, pregúntale a Toni, no es asunto mío.

Se agachó frente a Volkov y le dió un gran trago al vodka para después besarlo dándole aquel líquido que no pudo rechazar, pero tampoco se veía con intenciones de evadir aquel beso.

—Bien hecho ruso -le acaricia la mejilla- toma.

Le dió en la boca un pedazo de carne animal que se comió de inmediato por el hambre, al ver aquello sonrió ampliamente y le dió más pedazos que depositaba con ternura en los labios del mayor. Todo ante la atenta mirada del francés, aquello solo le provocaba hambre, pero si decía algo podría lograr que no le dieran bocado alguno, así que solo mordió su labio y bajo la mirada, si no lo veía no existía, se repitió una y otra vez mentalmente, en algún punto se lo iba a créer.

Carlo se levantó y camino a la mesa donde antes dejo los platos, miro la comida pensativo ¿Que le daría a Horacio? Cogió la botella de agua y se agachó frente al de cresta caída, le quitó la tapa y la pego a los labios del agente empinandola con la intención de ahogarlo, lo cual logro, pues al tratar de dar grandes tragos de agua termino tosiendo.

—Ups... disculpa H, se me fue la mano -sonrie-.

Horacio solo lo miro con cierto odio, el castaño solo se rió y desabrochó el botón de su pantalón liberando su miembro el cual puso frente al rostro del contrarió, este solo lo miro shockeado.

—Si quieres que te dé de comer... sabes que hacer, de lo contrario me iré por donde vine y tirare la comida a la basura.

H apretó los dientes sin saber exactamente qué hacer, tenía mucha hambre, pero ¿Enserio se rebajaría a hacerle una mamada al italiano por un poco de comida? No, no lo haría.

No sabe cómo, ni porque, pero antes de que se diera cuenta ya tenía la verga del caucásico en su boca succionando lo mejor que podía. Ahora comprendía porque solo le dió agua de esa forma tan agresiva ¿Que tanto podría hacer con la boca seca? De solo pensar eso aceleró su movimiento sacándole un par de jadeos al Gambino.

Volkov estaba con la vista cubierta, pero sus oídos estaban perfectamente expuesto escuchando aquellos sonidos tan indecentes de parte de su pareja, por más que intentará evitarlo, su cuerpo reaccionó y una erección se lograba ver en sus pantalones. Negó con la cabeza varias veces intentando sacar de su mente las arcadas que resonaban en toda la habitación, pero le era imposible.

Carlo ya sentía que se venía, así que tomo a Horacio de los cabellos acelerando aquel movimiento hasta correrse en su boca, el mayor trago cada gota al punto de lamer los residuos que quedaron en el miembro de su secuestrador.

—Lo has hecho muy bien -se alejo un momento tomando un plato y regreso con H- abre la boca.

El heterocromico abrió la boca y fue acercado a su boca un trozo de carne, miro a los ojos del contrarió con algo de desconfianza.

—Tranquilo, es de vaca.

Eso logro tranquilizarlo y comió con confianza mientras Carlo le acercaba más trozos que fue comiendo con gusto. Al cabo de un rato se fue dejándolos solos.

—¿Que creés que haces, Horacio?

—Lo mismo debería preguntarte a tí, no soy el que está "ciego", lo besaste.

—Estaré "ciego", pero no sordo.

—¿Y no creés que por eso Carlo nos pone en estás situaciones? Te recuerdo que nos está torturando. Contigo utiliza tortura auditiva, se asegura de que escuches todo lo que me hace porque sabe que lo que a mí me pase a tí te afecta.

—Debemos salir de aquí ya.

En ese momento Carlo regreso con una bolsa negra en mano y miro a ambos hombres pensativo, quienes se quedaron callados para evitar castigos, cosa difícil, ahora mismo tocaba uno.

El italiano camino hasta el de rango mayor y se agachó a su altura sin soltar la bolsita, Horacio solo lo veía desafiante, se venía castigo y no pretendía mostrarse débil.

Pato lo tomo del cabello y lo derribo al suelo dejándolo boca abajo, le bajó un poco los pantalones junto con los boxers, saco lubricante de la bolsa dejándolo caer sobre la entrada de Horacio sacándole un jadeo por el frío líquido.

—¿Que haces? ¿Que~?

No pudo formular más palabras cuando sintió un dedo en su interior que se movía de una manera sorprendentemente satisfactoria, varios gemidos salieron de su boca por qué trato de callarlos mordiendo sus labios.

Lo miro con varias lágrimas de satisfacción, cosa que el menor tomo a su favor para introducir un dedo más haciendo movimientos de tijeras que el agente agradeció. Tenía que ser un castigo, pero le estaba gustando y eso le dolía en el alma, realmente el italiano estaba consiguiendo lo que quería.

El castaño retiro sus dedos a lo cuál el contrario chillo un poco por aquello, solo recibió una sonrisa y saco un pequeño objeto de la bolsa, H trato de ver qué era, pero Carlo no lo dejo, solo sintió como le abrían los glúteos y algo introduciéndose en su ano, no, no era un pene ¿Que era?

Sus boxers y sus pantalones fueron regresados a su lugar y el italiano se levantó de su lugar saliendo nuevamente de la habitación, aún que está vez si se escuchó como al salir cerro con seguro, no volvería a entrar posiblemente hasta el día siguiente.

Horacio se sintió sucio, le había gustado lo que Carlo le hizo y ni siquiera lo había dejado correrse. Por el lado de Volkov era casi lo mismo, tenía una gran erección que en ningún momento fue notada, o al menos eso pensaba él, porque Carlo perfectamente sabía de aquel problema. Todo era parte del plan.

Trato [Carlacio] [Volkacio] [Volkarlo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora