24: Aquí

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Estoy porque te amo

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Estás aquí, parada sin decirme que estás por mí

Y quieres que lo nuestro nunca se acabe, pero no lo dices

Y ahora estoy aquí, acostado y con mis manos aferrado a ti

Pidiéndole al destino que nunca me vaya a separar de ti.

Porque te amo...

No sabes todo lo que yo sufrí por ti

Noches en vela desde que te vi

Y ahora estás en mí

Y yo pensando en que te extraño.

Yo sé que, hiciste tantas cosas cuando estaba él

Y no supo apreciarte, pues no supo ser, lo que tú quieres.

Y ahora estoy aquí, acostado y con mis manos aferrado a ti

Pidiéndole al destino que nunca me vaya a separar de ti.

************************Allison

Hermione mantuvo los ojos cerrados, aún podía ver el rostro iluminado de felicidad de Draco; y la seguridad que sintió cuando él sostuvo en brazos a London. Luego estaba esa simple e importante frase: Nuestra Hija.

Una lágrima se escapó de sus ojos marrones, resbalando por su mejilla y brilló con los rayos de luna que se colaron a través de las cortinas, la noche por fin había llegado; un montón de sentimientos se anidaron dentro de ella. Confusión, remordimientos, tristeza...

Era tan incomprensible que Draco fuera el que dijera e hiciera todo aquello, y no Harry. ¿Era una equivocación haberse alejado?

¿Y hasta ahora lo piensas? intervino una conocida vocecita. ¿Qué harás, vas a dejar a Draco y correr a los brazos de Harry? añadió sarcástica.

Por supuesto que NO. Sólo... se defendió la castaña.

¡Eso es lo que en verdad quieres! la acusó la voz.

¡De nada sirve regresar! atajó ella. Él está enamorado de Ginny... ¡Él me la va a quitar! sus ojos se abrieron con pánico y regresó a ver hacia la cuna. London continuaba durmiendo, hacía unos cuantos minutos la había acostado.

¿Estás segura? quiso hacerla dudar.

¡¿Qué?! Hermione se molestó.

Unos pasos la sacaron de su batalla interna, aspiró aire sonoramente. La puerta de la habitación se abrió, volteó a ver... Allí parado se encontraba Draco.

El rubio caminó hacia ella, pero su andar era lento y su rostro parecía consumido por el miedo, sus ojos grises tenían lágrimas contenidas.

Cuando llegó hasta Hermione se arrodilló y se abrazó fuertemente a ella.

A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora