Sin una palabra me hiciste conocer el amor
Sin una palabra me diste tu amor
Me hiciste respirar por ti y nadie más
Pero huyes de mí de esta manera.
Sin una palabra caen mis lágrimas
Sin una palabra se rompe mi corazón
Sin creerlo espero por amor
Sin creerlo el amor me está lastimando
Estoy fuera de mí, una tonta nada más
Que viendo al cielo llora.
*******Park Shin HyeSe habían marchado, por fin estaba sola como quería. Estando sobre su cama hundió el rostro en su almohada, ahora sí podría llorar sin ser escuchada, sin críticas, ni interrupciones.
— ¿Qué fue eso? — preguntó la vocecita de su cabeza.
— ¿De qué hablas? —dijo confusa Hermione.
— Del comportamiento de Draco Malfoy. ¿Acaso no te desconcertó mucho?
— Pues ahora que lo dices, sí —respondió pensativa.
— Parecía en verdad preocupado — comentó reflexiva la voz.
— ¿Él? Por favor, claro que no — negó sarcástica. — Él no se interesa en nadie más que no sea él mismo. Es egoísta, cruel y frío — repuso con obviedad y desdén.
— ¡Qué buen concepto tienes de él! — ironizó la voz.
— Esa es su descripción perfecta — sentenció rotunda Hermione.
— Tal vez es la que él quiere que vean, por eso se muestra así.
— Pues en parte le doy la razón. Mira lo que me ha resultado por mostrarme tal y como soy. ¡Me han lastimado! — suspiró con amargura la castaña.
— Todo tiene un precio... Pero a lo largo del tiempo has ganado amigos verdaderos, personas que te quieren con sinceridad. Y aunque Harry quiera olvidarlo, lo que sucedió esa noche fue porque ambos lo deseaban. Porque en el fondo de su subconsciente y corazón, él también te ama...— Ahora sí que me has hecho reír, y nunca había oído algo más erróneo. ¡Harry jamás me amará! —La castaña soltó una risa irónica y luego sollozó.
— Lo conoces mejor que nadie, y sabes que tiene miedo. Pero medítalo y analiza... Esa noche su ternura no te pudo mentir, lo sentiste y ahí descubriste lo que en verdad él estaba sintiendo — Su vocecita interna parecía asustada con la actitud de la chica.
— No importa lo que haya sentido con sus caricias... ¡Eso era mentira, Un espejismo! Mi cruel realidad es esta, y él está con Ginny. ¡Porque a ella es a la que ama! — Ella misma se lastimaba con sus palabras. — Todos mis sueños e ilusiones se fueron abajo... —se sentó, recargándose en la cabecera de la cama.
— Aún tienes sueños...
— Ya sí... ¡Claro! Con suerte terminaré el año escolar lejos de aquí — soltó con ironía y sarcasmo.
— Por favor, los estudios no lo son todo. Admite que siempre has tratado de llenar tu vida con ellos como tu tabla de salvación, primero para demostrar que perteneces aquí, y luego para no pensar en él como chico... Pero te falló — exclamó la vocecita, reprendiéndola.
— Quizás y tengas razón... Pero de algo estoy segura, que ahora ya no importa tanto la vida — Hermione derramó más lágrimas, apretó sus ojos para reprimir el llanto y se abrazó las rodillas hacia sí misma.
— No digas tonterías, eso sí que es absurdo y muy estúpido. Tanto o más que él, no sé. ¡Pero tú eres cobarde! — le llamó la atención con enojo la voz.— ¡Eso es mentira! Yo lo he arriesgado todo para verlo bien, y así era feliz hasta que lo arruiné —Quería encontrar una lógica a todo lo que ahora estaba viviendo.
— Esa era la burbuja que tú misma querías crear para ser supuestamente "Feliz" Jamás fue cierta — la voz se estaba exasperando.
— ¡Cállate! — chilló la castaña.
— Insisto, eres cobarde. ¿Dónde quedó la jovencita de la cual sus padres están orgullosos? ¿Acaso esa tampoco existió? — preguntó de malas pulgas.
— ¡NO! — atajó ella. — Era la careta que quería dibujarles porque si no nunca me hubiesen permitido venir aquí — dijo recordando con nostalgia y remordimientos la vez que llegó su carta, su entusiasmo por estar en Hogwarts... Y cuando conoció a Harry, cómo a través de los años mentía a sus padres sólo para estar a su lado.
— ¿Y te quejas de Malfoy? Si tú misma te muestras diferente con cada persona —la regañó.
— A Harry no —negó exhalando un suspiro. — Me mostré tal cual soy —La castaña apretó los labios que estaban tan húmedos como todo su rostro, por su llanto.
— Eso no es totalmente cierto, si lo hubieras hecho le habrías dicho todo desde un principio — contradijo indignada la vocecita.
— Tenía miedo de perder su amistad — argumentó la castaña.
— ¿Y si él también? Por ello no quiere abrir su corazón a tu amor, porque lo conoces muy bien y teme perder esa conexión.
— ¡Pues qué tonto! — sollozó Hermione.
— Los dos — señaló la voz cansada. — De todas formas ya perdieron la amistad, porque después de esto no vas a seguir siendo su amiga. ¿O te convertirás en peor masoquista?
— ¡Déjame en paz! — gritó evasiva, sabía a la perfección que todo ese tiempo que soportó "echándole porras con las chicas" había sido masoquismo total.
En eso un fuerte trueno demostró que la lluvia daba comienzo, Hermione abrió los ojos por el ruido y vio por la ventana, la lluvia arreciaba. Entre más rayos, las antorchas se extinguieron con el frío viento... Entró en pánico, buscó en penumbras su varita en el cajón del buró junto a la cama, donde la había puesto hacía rato. Apenas y veía un poco con la luminosidad que daban los relámpagos.La encontró, pero también descubrió más cosas dentro de aquel cajón. Se apresuró a susurrar Lumos había una cajita, la reconoció, era la del anillo que Harry le había "dado". La abrió y lo observó unos segundos...
— ¿No que lo habías perdido? — insinuó sarcástica su vocecita interna.
— Pensé que si lo dejaba aquí ya no lo encontraría... — sonrió con dolor.
— Ya ves, no fue así.
La chica suspiró, lo sacó de la cajita, lo vio una vez más antes de arrojarlo al suelo. Se escuchó cuando caía...
Tras eso hurgó de nuevo el cajón y extrajo una botellita pequeña con un líquido rojo sangre, tan trasparente y viscoso... — Veneno... — musitó.
— ¿Quién dejaría esa cosa ahí? — dijo estremecida la vocecita.
— Nosotros veríamos venenos hasta este trimestre... — seguía murmurando sin prestar atención a su voz interior.
— Un segundo... ¿Qué estás pensando? —la vocecita dijo temblorosa.
— Puede ser útil... — continuó susurrando sin sentido.
— ¿Útil, para qué?
— Para acabar con todo este sufrimiento —por fin exclamó.
— ¡¡Te has vuelto loca!! —gritó desesperada la voz.
— Él no me ama, ni mucho menos me necesita si tiene a Ginny. Mis amigos, ¡já! Estarán mucho mejor sin mí, y mis padres se sentirían tan defraudados si supieran lo que en realidad me he convertido... — finalizó tragando saliva.
— No tiene caso ya seguir viviendo... — agregó, mojándose los labios que se habían puesto secos y los cuales le temblaban.— Pues precisamente por tus padres, piensa en lo que sufrirían por perder a su única hija... — La vocecita trataba de hacerla recapacitar.
— ¡Está decidido! —A pesar de que todo su cuerpo se había estremecido la castaña exclamó firme.
— No estás pensando con la razón, estás pensando con el dolor — sus intentos de hacerla recapacitar no se veían que tuviesen logros.
— Escúchame, dicen que el corazón nunca se equivoca — intentó una vez más persuadirla de detenerse ante sus intenciones.
— ¿Ah sí? Pues precisamente tú me has metido en este problema —Le recriminó irónica.
La castaña quitó el corchó del frasquito y se lo acercó lentamente a su boca... Su pulso se aceleró, su corazón latía acelerado, la mano le temblaba, el borde de la botellita hizo contacto con sus labios... Un fuerte trueno estalló en el cielo, un silencio ensordecedor inundaba su cabeza. Sin pensar más le iba a dar el trago a la poción, entonces su mano no pudo sostenerla más y la dejó caer. Sus párpados se cerraron cuando todo a su alrededor comenzó a darle vueltas en medio de la oscuridad... Su cuerpo se desvaneció y cayó inconsciente en la cama.
*******
Hola, sé que están pensando que Hermione está actuando mal, sin embargo no la juzguen tanto. Habrá algo que la haga recapacitar, se los adelanto.
Muchas gracias por sus comentarios, en serio me animan a continuar, y les aseguro que ya trabajo en la edición del siguiente capítulo. Espero nos leamos pronto.
*KimYelfPotter
21/03/21
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A Tu Lado
FanfictionEl AMOR es el sentimiento más puro en el universo, pero hay veces que amor se funde con amistad... Y así nunca quiere salir para no lastimar cuando éste ya afectó sólo a uno sin ser correspondido.