3: A Tu Lado

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A veces has buscado tanto el verdadero amor sin que te des cuenta que siempre ha estado... A Tu Lado.

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Yo estaré aquí...
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Déjame vivir cerca de ti
Siempre a tu lado...
A la orilla de algún beso
A la orilla de tus manos.
Déjame vivir siempre a tu lado...

A la orilla de un suspiro
A la orilla de tu abrazo.
Déjame vivir siempre a tu lado.

***RBD

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Los meses transcurrían tan aprisa cual hojas al viento, Ron y Hermione habían aclarado las cosas, él le había pedido mil perdones por el beso robado; y pese a que la castaña se sentía extraña por la confesión sobre los sentimientos del chico, trataba que su amistad no se viese afectada. El pelirrojo pretendía comportarse igual, pero por más que lo intentara no podía evitar ponerse rojo cuando se quedaban solos. Harry los notaba distintos sin embargo jamás les había dicho nada acerca de. Ginny y él parecían un par de recién casados, situación que ponía cada vez más a la castaña al borde de un acantilado... ¡¿Qué pasaba con el dichoso intercambio?! —Se preguntaba desesperada. McGonagall le había prometido enviar cartas a los colegios en Australia y Estados Unidos, ya casi estaban a fines del año y no obtenía respuestas. Diciembre, indeseable mes para la chica, parecía que el transcurrir del tiempo se empeñaba en apresurar su agonía. El domingo 21 viajarían al medio día a La Madriguera.

La mañana del sábado 20 de diciembre había amanecido más fría que las anteriores, la mayoría de los alumnos había decidido ir a sus casas; después de los últimos acontecimientos y la atmósfera de temor y desolación que se vivía en el mundo mágico sus padres preferían tenerlos en casa.

Aquella tarde Hermione salía de la biblioteca y se dirigía al Gran Comedor, luego iría a hacer su acostumbrada ronda. Pero durante todo el tiempo que estuvo ahí Harry no apareció, lo cual le parecía raro pues la última vez que había cruzado palabra con él le dijo que buscaba a Ginny; y después de eso nada... Miraba constantemente a la puerta, con nerviosismo e impaciencia, estaba sumamente preocupada por su mejor amigo. Hubiese pensado que estaba con la pelirroja pero daba la casualidad que la chica había llegado hacía cerca de media hora, y él no aparecía.

La castaña se acercó a su amiga, Ron les miraba suspicaz.

— Ginny, ¿y Harry? —preguntó Hermione, intentando no demostrar su angustia; cuando ésta platicaba algo nerviosa con una chica de pecas y cabello arenoso que se encontraba a su lado, al parecer una chica de su mismo curso.
— ¿Eh...? —respondió distraída la pelirroja, tenía rastros de lágrimas en el entorno de sus ojos, los cuales estaban rojizos. La chica al lado de la menor de los Weasley le dio un golpe disimulado.
— No, no lo hemos visto —contestó vacilante la misma chica. Hermione frunció el entrecejo.
— En realidad creo que iba a la cabaña de Hagrid —dijo vagamente Ginny, se comportaba como si estuviera en un trance.
— Le dices que necesito hablar con él en cuanto lo veas, por favor —dijo ocultando su creciente angustia Hermione, Ginny asintió con ese aire de parecer no estar ahí. La castaña salió del Gran Comedor con paso apresurado, Ron la siguió con la mirada hasta verla desaparecer, para luego acercarse a su hermana y unirse a la misteriosa conversación que mantenían ella con su amiga.

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