18

445 93 6
                                    

2/3

Jin caminó por delante de JiMin con los pases del backstage en mano. JungKook se arrastró detrás de él. La mayoría de las personas se estaban dirigiendo hacia la salida, pero no JiMin.

Voy a conocer a Kim TaeHyung en persona, pensó JiMin, tan emocionado que podría levitar.

Mientras su mejor amigo se dirigía hacia un gran guardia de seguridad, se imaginó lo que iba a ser conocer a su ídolo. A juzgar por lo que había leído en los tabloides, TaeHyung rezumaba encanto. Demonios, una vez había seducido a una famosa actriz con una sola sonrisa deslumbrante.

Sus palmas se hicieron resbaladizas por el sudor con sólo pensar en ello.

—No sé por qué empiezas a actuar como "un adolescente enamorado" cada vez que estás cerca de este tipo TaeHyung, pero recuerda que no le va a gustar si lo besas como cualquier otra persona del planeta —dijo JungKook. —Sé amable pero genial. ¿Puedes?

—Ugh... —a JiMin le gustaría decir que podía hacerlo, pero estar cerca de TaeHyung lo volvía loco.

—Dios, si fallo, sabes que no fue mi culpa —JungKook miró hacia el cielo mientras oraba en voz alta. —¿Cómo puedes esperar que trabaje con éste hombre?

—Deja de hablar de mí de esa manera —murmuró JiMin.

Si Dios podía oír a JungKook, no le gustaría que lo difamara. Justo cuando un nuevo argumento se estaba elaborando, Jin le hizo señas. JiMin siguió a su amigo al backstage.

Al principio pensó, amable pero genial... amable pero genial... Por desgracia, todo su razonamiento se perdió en el momento en que se detuvo delante de una habitación que decía "Kim TaeHyung" en la puerta.

Él y Jin hicieron contacto visual de nuevo.

—¡Dios mío! —chillaron ambos al unísono.

—JiMin, ¿ya has olvidado lo que te dije? —preguntó JungKook.

JiMin no le hizo caso.

—No puedo creer que vamos a conocer a Kim TaeHyung —Jin bailó y puso su mano en el picaporte.

—Lo sé —asintió JiMin.

Después de que Jin abriera la puerta y entrara, JiMin lo siguió. No estaba seguro de lo que esperaba. Tal vez un momento privado con el chico. En cambio, TaeHyung estaba sentado en un gran sillón rojo rodeado por otras tres personas. A pesar de que no estaba sólo con el hombre de sus sueños, se encontró siendo cautivado por él de nuevo. No podía moverse, no podía hablar.

TaeHyung hizo contacto visual con él otra vez por un breve momento antes de perder el interés y le frunció el ceño a un hombre con cabello castaño. No importaba. No podía creer que estuviera tan cerca de su ídolo.

—Habla con él —dijo JungKook.

JiMin negó.

¿JungKook no podía ver que el chico ya estaba hablando con otra persona?.

JungKook lo empujó hacia delante, sorprendiéndolo. Qué idiota. Él me puede empujar cada vez que quiera, pero yo solamente puede tocarlo cuando él lo permita. Con el ceño fruncido, JiMin se unió al grupo de personas que rodeaban a TaeHyung. La presencia del chico hizo que su enojo por JungKook se desvaneciera.

TaeHyung era glorioso. Deseaba tocar un cabello brillante de su cabeza perfecta.

—Quiero que calles a esa chica, sin importar lo que se necesita. Si es dinero lo que quiere, que así sea —dijo TaeHyung. —¿Quién se cree que es, hablando de mí de esa manera?.

—Está bien, TaeHyung —dijo el hombre de cabello castaño.

—Dile al jefe de producción o a quien esté a cargo que me traiga una taza de café —dijo TaeHyung. —¿Qué es este lugar, una prisión? No debería tener que pedir una bebida. Cuando he terminado con un espectáculo, una taza de café debe estar esperando por mí.

—Voy a tener a alguien consiguiendo eso para ti —dijo el mismo hombre de cabello castaño.

—Y que alguien me compre algo de fruta —dijo TaeHyung. —Nada de esas manzanas baratas como la última vez. Algo que realmente pueda comer. Tal vez las granadas.

—Puedo hacer eso —el hombre castaño asintió. —Por desgracia, puede tardar un poco más.

—¿Te pregunté cuánto tiempo tomaría? —espetó TaeHyung. —No, no lo hice. Ahora, ¿Dónde demonios está esa taza de café? Pedí una, ¿verdad?

TaeHyung miró a cada una de las personas con sus ojos oscuros. Cuando su mirada se posó en JiMin otra vez, los entrecerró.

—¿Quién demonios eres tú? —preguntó TaeHyung. —Se supone que los fans no deben estar aquí. 

INSOPORTABLE - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora