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Al día siguiente, JiMin se sentó en su oficina a revisar sus correos electrónicos. Tenía dos nuevos clientes potenciales.

Ambos estaban en sus treinta y tantos años y tenían credenciales dignas. Cuando agarró el teléfono para marcar un número, oyó a alguien girar la perilla de la puerta. Voló a sus pies, preguntándose si era JungKook.

No, no podía ser.

El ángel prácticamente no utilizaba puertas. Prefería aparecer de la nada y asustarlo como la mierda. Para su sorpresa y horror, TaeHyung entró en su oficina.

Oh, no, no, no.

Cuando el chico lo miró a los ojos, medio esperaba que sacara una pistola.

—¿Por qué estás aquí? —JiMin se tambaleó hacia atrás, sorprendido.

—Necesitaba hablar contigo y tuve la sensación de que no contestarías el teléfono —dijo TaeHyung.

Miró por la ventana, preguntándose si podría escapar a través de ella. No, ni siquiera cabría.

—Eso sería cierto —JiMin se encogió de hombros. —Probablemente no lo hubiera hecho.

—Así que... lo de ayer... —los puños de TaeHyung se apretaron a sus costados. —Tenías razón acerca de mí...

Había esperado que le quitara un pedazo de su cabeza, no esto.

—¿En serio? —JiMin se quedó boquiabierto.

—Al principio estaba enojado contigo —la mandíbula de TaeHyung se apretó. —Pero luego tuve una larga conversación con HoSeok. Me dijo que tenía una tendencia a hacer que él se sintiera irrespetado también. HoSeok ha estado conmigo desde que empecé en el negocio. Si alguien conoce la verdad, es él.

—No puedo ser posiblemente la primera persona que se plantó delante de ti —JiMin sacudió la cabeza con incredulidad.

—Lo eres. Es así cuando eres famoso. Todo el mundo te frota el ego porque quieren tu dinero —TaeHyung se encogió de hombros. —La verdad es que tengo un montón de fans, pero no tengo verdaderos amigos. Los amigos son los que están dispuestos a decirte que estás siendo un dolor en el culo, ¿verdad?.

¿TaeHyung no tiene amigos?.

Por un momento se acordó de lo que se sentía ser un adolescente flacucho con un muy mal acné. No había sido el chico popularidad entonces y podía recordar con facilidad el dolor del rechazo.

No te sientas mal por él... No te sientas mal por él... Mierda, me siento mal por él.

—¿Por qué no te sientas? —JiMin hizo un gesto hacia el asiento frente a su escritorio.

—¿Me estás ofreciendo un asiento? —los ojos de TaeHyung se agrandaron. —Cuando entré, me daba miedo que empezaras a tirar platos o algo.

—Por desgracia, me he quedado sin platos —dijo JiMin. —La única cosa pesada que podría tirarte es mi computadora y no puedo permitirme el lujo de sustituirla.

El chico negó y se sentó.

Después de que JiMin se sentó también, se quedó mirando al hombre frente a él. No podía creer que TaeHyung estaba en su oficina. Se sentía poco natural. Nunca había esperado que esto sucediera, ni en un millón de años. Por otra parte, no había esperado pelear verbalmente con el hombre tampoco.

—Así que... —JiMin no estaba seguro de qué decir.

—Sándwiches —espetó TaeHyung de repente.

—¿Eh?.

—¿Quieres conseguir sándwiches conmigo mañana en la noche? ―preguntó TaeHyung. —Soy un conocedor de sándwich, ¿recuerdas?

—¿Por qué habría de hacerlo? —cada vez que JiMin había visto a TaeHyung, terminaban en una pelea.

Se supone que debes estar con él, dijo una pequeña voz. ¿Recuerdas lo que JungKook está tratando de hacer?

Sus ojos se estrecharon.

JungKook...

Él tenía que haber sido la causa de esto. Una vez más.

—Sé que esto va a sonar extraño, pero el hecho de que me gritaste ayer fue una llamada de atención. Me di cuenta de que no tengo a nadie en mi vida en quien pueda confiar —dijo TaeHyung. —La mitad del tiempo actúas como un tigre que está siendo pinchado con un palo...

—Cuidado —murmuró JiMin con los dientes apretados.

—... Pero no estás pasando el rato alrededor de mí por las razones equivocadas ―dijo TaeHyung. —Me intrigas por eso. He viajado por el mundo, pero nunca he conocido a un chico como tú.

JiMin apoyó la cabeza sobre el escritorio.

—¿Eso es un no o un sí? —le preguntó TaeHyung.

—No lo sé —dijo JiMin. —Es obvio que sólo me quieres cerca porque no ando colgado de cada palabra tuya.

—Yo no diría eso —dijo TaeHyung.

Bueno, JiMin definitivamente lo haría. Tal vez tenía la vida social de una bacteria, pero sabía que si una persona mostraba desinterés en otra, lo convertiría en un ataque de toro lujurioso. No estaba seguro de si TaeHyung era un toro lujurioso, pero sabía que TaeHyung estaba intrigado por el hecho de que él no lo podía soportar.

Si no fuera por JungKook, le habría dicho a TaeHyung que no valía la pena. Pero el problema era que JungKook estaba en la foto. Confiaba en el ángel. Fue él quien había abandonado un plato de tocino por él, después de todo. En una situación como ésta, JungKook querría que dijera que sí.

JungKook, me debes una grande, JiMin se retorció en su asiento.

—Está bien —JiMin gimió y se sentó. —Sándwiches será.

TaeHyung lo miró directamente a los ojos, por lo que su ritmo cardíaco se aceleró. Fue difícil decir si el aumento de la frecuencia cardíaca era causado por la ira o el hecho de que él era... bueno, Kim TaeHyung.

—¿En serio? —dijo TaeHyung.

—Sí —JiMin nunca renegaba de sus promesas.

—Genial —TaeHyung se puso de pie. —Te llamaré más tarde. Vas a contestar, ¿verdad?.

—Sí —JiMin asintió, apretando los dientes.

—Adiós —dijo TaeHyung.

—Hasta luego —dijo JiMin. —Saluda a HoSeok de mi parte.

—Lo haré.

Desafortunadamente, eso fue cuando Whein entró por la puerta, con las mejillas rosadas de la emoción. El momento en que vio a TaeHyung, todo el color adicional se drenó de su rostro. TaeHyung ni siquiera le dio una mirada y salió por la puerta. Una vez que la mujer tuvo tiempo para recuperarse, se dirigió a la silla y se hundió en ella.

—¿Ese era Kim TaeHyung la estrella del pop? —Whein se abanicó con la mano. —¿Es un cliente aquí también?

—No —Dios no quiera que él lo fuera se dijo JiMin. —Él es un...

¿Enemigo mortal? ¿Conocido? ¿Amigo?

—¿Un qué? —Whein se estremeció de la emoción.

—Bueno, él me invitó a salir a cenar...

—¿Estás saliendo con él? —Whein lo interrumpió. —Pero pensé que salías con ese otro tipo.

—Lo hacía, pero...

—¿Estás con los dos? —Whein se quedó boquiabierta. —Tu vida social es tan glamurosa.

—Realmente no lo es —gimió JiMin.

Whein se le quedó mirando, asombrada.

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⏰ Última actualización: Jan 26, 2022 ⏰

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INSOPORTABLE - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora