Cuando JiMin se sentó en el sofá, le lanzó una mirada nerviosa a JungKook que permanecía a su lado. El chico no había dicho una palabra desde que había dejado a TaeHyung.
—Realmente estás enojado conmigo, ¿verdad? —dijo JiMin.
—Debería —gruñó JungKook y se pasó una mano por el cabello. —Pero todo lo que puedo pensar es en lo genial que estuviste, defendiendo a esa mujer de la manera en que lo hiciste. Nunca he conocido a alguien como tú.
¿Alguien como yo? ¿Qué significa eso?
—Es que si tengo algo que decir, por lo general, no puedo detenerme —JiMin se encogió de hombros. —Mi padre es así.
—Sin embargo, no tienes rencor ni hablas a espaldas de otras personas —dijo JungKook.
—¿Me estás halagando en este momento? —JiMin se sorprendió.
—Sí —JungKook asintió. —Por supuesto, ahora voy a tener que trabajar el doble para que tú y TaeHyung estén juntos. El tipo probablemente odia el suelo que pisas.
—No hablemos de mí con TaeHyung —JiMin se agarró la cabeza.
—Pero yo...
—No —JiMin llevó su mano a la boca de JungKook. —Shhh.
JungKook le apartó la mano.
—¿Me acabas de callar? —JungKook elevó una ceja.
—Sí, lo hice —JiMin asintió. —No quiero oír una palabra más acerca de mí y TaeHyung esta noche.
—Está bien —JungKook se cruzó de brazos. —Pero a causa de lo que acabas de hacer, estoy planeando mi venganza.
—¿Qué venganza? —preguntó JiMin.
En lugar de responder, JungKook se dirigió a la cocina y abrió la nevera. JiMin lo siguió, con los ojos entrecerrados.
—¿Qué venganza, JungKook? —repitió JiMin.
El ángel sacó tocino, huevos y queso rallado de la nevera. Los colocó junto al horno. El ángel está haciendo la cena, se dio cuenta. Desde que había pasado toda la noche hablando sobre TaeHyung, no había comido nada. Su estómago gruñó como un león enfurecido cuando el ángel encendió el horno y roció la sartén con aceite en aerosol.
El ángel bajó un plato del gabinete superior. No dos. Uno. Entendió lo que quería decir con la venganza ahora.
—Estás haciendo comida para ti, pero no para mí —dijo JiMin. —¿Necesitas que te recuerde de quién es esta cocina?.
JungKook silbó con indiferencia.
—¿Está fingiendo que no estoy aquí? —preguntó JiMin.
El ángel añadió tocino a la sartén.
—Lo estás, ¿no? —dijo JiMin.
No hubo respuesta.
¡Qué idiota!
—Está bien. No me alimentes. ¡Me voy a ir a la cama! —JiMin se dio la vuelta. —Me estás haciendo un favor de todos modos. Ese tocino iría directamente a mis arterias.
O eso es lo que él dijo. Después de que se sentó en la cama, el olor de tocino y huevos se coló por debajo de su puerta. Estaba tan hambriento.
Puedes manejar esto, se dijo, luchando contra el hambre. Su cerebro era más fuerte que su estómago.
Sí, claro.
Salió de la cama. Con un suspiro de derrota, se dirigió a la cocina justo cuando JungKook levantaba una montaña de huevos de un plato ya lleno de tocino. El chico estaba comiendo un pedazo de grasa de cerdo engominado cuando hizo contacto visual con JiMin.
Su ceja se levantó.
—No voy a callarte otra vez —dijo JiMin. —¿Me darás algo ahora?
JungKook sonrió, pero no dijo una palabra.
Bien, ahora se lo buscó. JiMin saltó a través de la cocina para tomar un trozo de tocino del plato. El ángel levantó la comida fuera de su alcance. JiMin saltó en el aire otra vez, tratando de agarrar un poco.
Desafortunadamente, su plan perfecto no fue demasiado bien. Cuando aterrizó, sus pies resbalaron de debajo de él. En un santiamén, JungKook tiró el plato de tocino y huevos a un lado y lo atrapó. Sus manos se envolvieron alrededor de su cintura justo cuando JiMin se desplomaba.
Ambos golpearon el suelo, pero los brazos de JungKook lo mantenían a salvo. El tocino y huevos cayeron. La mayoría de los huevos aterrizaron en su cabello.
—Esto es tú culpa —murmuró JiMin, mirando a los ojos de JungKook. —No privas de tocino a un chico con hambre.
Los dos se miraron el uno al otro. JungKook tenía un trozo de tocino pegado en la parte superior de la cabeza. De repente, no pudo evitar reírse. JungKook extendió la mano y sacó un trozo de huevo de su cabello.
—¿De verdad no ibas a compartir? —preguntó JiMin, sacudiéndose el tocino de su camisa.
—Por supuesto que iba a compartir —JungKook se levantó y le ofreció su mano. —Estaba jugando contigo.
Le tomó la mano y se levantó.
—Ahora ninguno va a comer —JiMin se quedó mirando el tocino en el suelo y suspiró. —Bueno, al menos puedo estar halagado.
—¿Halagado? —JungKook levantó una ceja.
—Elegiste salvarme en vez de a un plato de tocino —JiMin le dio un golpecito en el hombro. —Eso es algo.
—¿Qué puedo decir? —JungKook se encogió de hombros. —Soy uno en un millón.
Cuando JungKook se agachó para recoger los trozos de tocino, JiMin no pudo evitar pensar:
"Sí, lo eres."
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.Espero que estén disfrutando la historia. Y hoy hay dos capítulos como recompensa del gran apoyo que me han dado. Un abrazoooo grande para ustedes 😗🤗🤗🤗
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INSOPORTABLE - KOOKMIN
FanficPark JiMin era un imán de mala suerte y problemas. Jeon JungKook era otro desastre a punto de ser desterrado. JiMin es la única opción de Jungkook para conservar su trabajo. JungKook es el único quien puede ayudar a JiMin a conquistar a su crush im...