Caminó hacia las puertas del edificio, respiro profundo y abrió las puertas. La chica de recepción la recibió con una sonrisa a lo que Paula intento responderle igual. Hoy definitivamente no es el día para las sonrisas y menos si estoy aquí. Ante mi karma llamado ordinariamente. Estoy en mi pasado, mi presente y no tiene fecha de límite en mi futuro. Paula ya está acostumbrada a esto, se dirigió hacia las escaleras y subió a la planta número tres, el área de enfermeras se encontraba tranquila. Se acercó y rápidamente una de las enfermeras la reconoció. Se acercó a ella y beso ambas mejillas.
̶ ¿Ya te vas para Charlotte? ̶ pregunto la enfermera
̶ Si, vine a despedirme.
̶ Aunque tu padre no te pueda verte u oírte, sé que le daría mucho gusto de verte aquí.
Le sonrió y bajo la mirada. Lo sé.
̶ ¿Creés que hay alguna posibilidad de que este despierto?
̶ Vamos a ver.
La enfermera camino por el largo pasillo y Paula tras ella. Se detuvo en la puerta número cuarenta y uno. Abrió la puerta lentamente y se asomó. Un señor acostado en la camilla con los ojos cerrados, fue lo único que pudo ver Paula. La enfermera se acercó a él y lo llamo por su nombre tres veces. A la tercera este abrió los ojos y ella sonrió y se acercó a la puerta.
̶ Está despierto, hoy es tu día de suerte. ̶ La enfermera le sonrió, sabia cuanto Paula anhelaba eso
Paula entro y se detuvo en la extremidad de la camilla. Con la voz temblorosa y los ojos llorosos. Solo dijo una palabra al verlo allí. La única palabra que pudo emitir y que su cabeza le permitió decir.
̶ Papi. ̶ dijo Paula acercándose a el
El hombre la miro extrañado, no entendía quién era ella y porque lo llamaba papi. Miro a la enferma y luego miro a Paula. Ella lo observaba como si fuera un punto rojo, podía caerse el mundo y ella solo miraría los ojos de su padre. Como los extrañaba, como extrañaba mirar sus ojos, eso siempre me daba tranquilidad.
̶ ¿Y vos quien sos? ̶ Por fin el hombre emitió una palabra
̶ Papi, soy yo Paula. Tu Paula. ̶ le tomo la mano y se la coloco en la mejilla
̶ ¿Paula? ̶ pregunto el curioso
̶ Sr. Bertoni, ella es Paula su hija. ̶ Le dijo la enfermera que se encontraba en la puerta
̶ ¿Mi hija? ̶ el hombre estaba completamente desubicado de la realidad
̶ ¿No te acordás de mí? La niña de tus ojos, tu chaparrita. ̶ dijo Paula mientras lagrimas corrían por sus mejillas
̶ No. ̶ dijo serio. Luego se quedó pensativo. ̶ Paula... mi hija.
Paula sonrió y le beso la mano.
̶ Si soy yo.
El rápidamente aparto la mano y empujo a Paula, para apartarla de la camilla.
̶ ¡YO NO TENGO HIJA! ̶ exclamo el hombre exaltado y con una mirada de odio
̶ Papi, si tenés y soy yo. Por favor, no me hagás esto. ̶ Paula sentía como si le hubieran enterrado un puñal en el corazón
̶ ¡MI HIJA ESTA MUERTA!, ¡VOS ESTÁS MUERTA!, ¡MORISTE PARA MI, EL DÍA QUE ME ENCERRASTE ACÁ! ̶ grito el hombre y se soltó de los cables y de las correas
Rápidamente unos enfermeros de apoyo llegaron para calmar la situación, pero Nicolás forcejaba. Paula estaba a un lado percibiendo toda la escena, sentía que ese puñal cada vez se enterraba más. Las lágrimas corrían más rápido, a Paula le fallaron las piernas, sentía que se iba a desmayar.
ESTÁS LEYENDO
Casuality or destiny?
FanfictionPara otros la vida seguía su camino, pero la de Ana Paula en cambio, parecía haberse detenido en el tiempo. Cuando reflexiona acerca del verdadero sentido de su vida tiene la sensación de que se esfumó con sus sueños de felices para siempre. Tanto d...