Capítulo 5

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 Te presento a Cloe Romero y Paula Bertoni, un gran descubrimiento. Ian, ella es de quien te estaba hablando, sin desmerecer a Cloe, que también hace un gran trabajo en las empresas en la que ha trabajado.  ̶ dijo Ashley presentando a las chicas

Paula no podía reaccionar, sólo apretaba su bolso. Él, que se dio cuenta de su desconcierto, tensó su mandíbula e hizo una leve mueca con los labios para demostrarle que lamentaba la incómoda situación. Intentó infundirle cierta tranquilidad con una caída de ojos cómplice, y Cloe atenta a todo, decidió intervenir para distender la tensión y estiró la mano para estrechar la del gringuito como dirían los maracuchos.

̶ Encantado, Srta. Romero.

̶ El gusto es mío, Sr. Somerhalder.  ̶ contestó Cloe estrechando su mano con la de Ian

Soltó la mano de Cloe y la estiró en dirección a Paula mientras la miraba a los ojos.

̶ Paula, ¿verdad?  ̶ pregunto Ian

«Sí, boludo, soy yo, ése es mi nombre. ¿Ya lo olvidaste? Estuvimos haciendo el amor durante toda la noche del sábado, ¿te acordás? Lo gritaste varias veces en medio de un orgasmo...» Pensó Paula alborotada frente a la inesperada situación, eso es lo que hubiera querido contestarle. Se sentía apabullada por su presencia y enfadada por su mala suerte, pero entendió que debía guardar las formas en el trabajo y, al final, actuó con la corrección que la presentación merecía.

̶ Así es, encantada.  ̶ Y le ofreció la mano y una sonrisa muy insolente

Cuando Ian la soltó, deslizó la suya por la de ella acariciándola hasta la punta de los dedos y se batieron en un duelo de miradas.

̶ Ante todo, quiero darles la bienvenida al banco. Espero que se sientan muy a gusto aquí. Y Paula llámame Ian por favor. Me gusta trabajar en un ambiente cordial. Estoy convencido de que el respeto pasa por otro lado y no creo ser más señor que tú para merecer ese trato.  ̶ contestó mientras pensaba...  «Nena cómo me gusta el contacto de tu piel con la mía...»

Paula solo afirmo con la cabeza. Cada palabra que él emitía, la encolerizaba más... «Oh, gracias por concederme tu permiso. ¿Serás cínico? ¡Me das tu autorización para llamarte "Ian", después de todo lo que me permitiste hacerte durante el fin de semana!». Pero su cólera, en realidad, era producto de que se sentía en desigualdad de condiciones en su nuevo lugar de trabajo, después de haber compartido esa intimidad con quien ahora es su jefe.

̶ Ashley me ha contado maravillas sobre tus capacidades. Tengo la impresión de que eres muy recomendada de la universidad.

Paula intentó retomar la compostura y demostrarle todo lo educada y profesional que podía ser; miró a su amiga Ashley y le habló:

̶ Muchas gracias, Ashley. No sé qué le habrás dicho, pero seguro que exageraste un poco.

̶ No dije nada que no fuera mentira. Además Ian me pediste la mejor y te la traje. Espero que ambos se lleven muy bien.  ̶ sonrió Ashley

Si te cuento lo bien que nos llevamos, te sacaríamos de acá en ambulancia amiga. Pensó Paula. Ashley le pidió a Ian que le firmara unos documentos y él se ocupó en eso. En ese instante, Cloe se acercó y le habló en voz baja.

̶ ¿Estáis bien?

̶ Todo lo bien que puedo.  ̶ Le contestó ella cuchicheando.

̶ Tranquila, la primera impresión ya pasó. Ahora no penséis, intenta concentrarte en tu trabajo, sólo en eso.  ̶ le guiño un ojo

Al terminar Ian de firmar los contratos, se voltio y miro a Paula cuando iba a hablarle su teléfono sonó y se dio la vuelta hasta su oficina. Paula seguía inmóvil. No lo puedo creer. ¡Dios mío! ¿Qué clase de karma es este? Claro que quería ver otra vez a Ian, pero no acá y menos como mi jefe. ¿Qué hago?, ¿Renuncio?, ¿Después de todo lo que hiciste para llegar acá?, ¡No! Tenés que ser fuerte Paula, vos podés con esto. Vos podés con esto. Intento decirse así misma hasta llegar al punto de creérselo. Ashley la saco de sus pensamientos.

Casuality or destiny?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora