Capítulo 14: Buzón de voz

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19 de marzo del 2019

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19 de marzo del 2019

•Camille•

Me la he pasado contando los días desde mi cumpleaños. Me siento rara, aún conservo su antiguo número, a veces llamo y escucho la contestadora. Sonrió con nostalgia porqué es la única manera en la que puedo escuchar su voz, y me llena de alegría saber que aún no lo han cancelado, hace tiempo que ya no lo hago... Y me he esforzado en dejarlo; pero ahora lo necesito. El sexy sonido de su voz provoca que el tiempo pare solo por un segundo, solo él podía detenerlo y las sensaciones que me hacía sentir con un solo roce suyo. El primer tacto que un hombre me hizo sentir bien: deseada y segura.

Nuevamente marqué su número, pegue mi celular en mi oído y espere a escuchar el mensaje.

Si no es para una llamada urgente, entonces puedes irte al carajo.

Es exactamente como la recordaba, fría, neutral. Sin ningún esfuerzo de sonar animado, siempre tan rígido... Tan extrañó, mi cuerpo se estremecía al no poder sentirlo. Quiero correr sin ninguna dirección, desaparecer y no ser encontrada jamás... Si no es por él.
Cuatro años, sin escuchar sus reclamos, sus malas palabras o regaños por no ser ordenada. Anhelando sentir un simple roce, un beso, sentir mi cuerpo arder con cada caricia brusca y tierna. La única forma de demostrarme cuánto me amaba. Tú abriste la puerta de mi jaula, me enseñaste a volar tan alto. Qué ahora que tú alma no está aquí; he caído al piso, estrellándome en el y llenándome de falsedad. Mirando cada día como yo soy la culpable de no querer levantarme; me siento derrotada, débil caminando a una vida nueva, a una que no quiero vivirla si no está él a mi lado, como antes lo estaba.

Mi cuerpo se siente cansado, lo extraño y no puedo decírselo, sé que no me escuchara y no puedo luchar con eso. Sean encargado de cerrar sus redes sociales, ninguna foto puedo encontrar. He perdido tan y he tenido tan poco, el tiempo que pude tenerlo no es suficiente para mí. Quería compartir mis logros, mis sueños y mi vida. ¡Ya no me queda nada! Necesito tenerlo un poco más, solo un día... Quiero correr a él y abrazar su cuerpo, no puedo y no quiero aceptar que no volveré a verlo. ¡No quiero, no quiero, no quiero! Nos faltaba mucho por vivir, me arrebataron de sus brazos muy pronto, solo quería ser feliz y ahora solo me queda escuchar su voz cada año, cada aniversario de su muerte. El tiempo se mueve rápido sin él creí que todo sería fácil, que después de unos meses viviría sin ningún problema, sin ver una vez más esos ojos; pero nada es tan fácil como aparentan. Nadie puede entender por lo que estoy viviendo, tener que resistirme para no mandarte un mensaje cada día. Lo he hecho y duele aún más saber que jamás contestara.

—Hey, mientras yo esté aquí, nadie puede lastimarte.

—La mayor parte de mi vida me han llamado débil, no se si eso realmente pueda ayudarme... No te esfuerces en hacerme entrar en razón, no quiero decepcionarte —describo bajando la mirada y evitando la suya.

Adicto Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora