Capítulo 1: Reencuentro

34 12 6
                                    

07 de enero del 2019

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

07 de enero del 2019

•Camille• 

Abrí mis ojos poco a poco llevando mis manos a mi rostro para después estirarme un poco, mire el reloj que se encontraba en mi mesita de noche. 9:52 pm me levante de mi cama con flojera y resoplando con amargura; había tanto desorden que incluso había una posibilidad de que una rata viva en mi habitación. Puse mis manos en mi cintura y pensé en tal vez después limpiar avente todo lo que me encontraba al caminar. Me pare enfrente del espejo, notando lo horrible que me veía: mi piel más pálida de lo normal, mis ojos completamente rojos y con unas ojeras espantosas. Suspire, no puedo creer lo mucho que cambie estos últimos años, parezco un muerto viviente. Estoy segura de que pueden contratarme para salir en: 'The walking dead" no necesito maquillaje podría interpretar a un muerto sin ningún problema. Para ser sincera, no me importa lo que digan de mí, es mi vida y yo escogí esta mierda.

Caminé al baño decidida a darme una ducha rápida, tarde 10 minutos y salí, me coloque unas bragas negras de encaje, camine a mi armario y saqué una falda de cuero, un top de tirantes, me coloque unas medias de rejas y me puse unas botas. Al intentar subir el sierre de mi derecha se trono llevándome la mayor parte, maldigo entre dientes. Con prisa busque en todo mi desorden algo que ponerle, hasta hallé un seguro grande. 

—¡Al carajo! Esto puede servir —exclamo en un susurró.

Coloque el seguro y subí el cierre de mi bota. Me coloque un poco de rímel e intente trazar una línea en mis ojos, por la presión que tenía me quedaron chuecas solté un suspiro rendida, tomé un labial secó y trate de pintar mis labios. Nunca me gusto traer toda la geta llena de maquillaje, ni siquiera puedo ponerme labial sin mancharme toda, aceptó que mi vestimenta no es apropiada, pero es por mi trabajo necesito mostrar mi cuerpo para poder vivir. Cepille mi cabello y lo dejo suelto, salí de la habitación y camine al de Maggie, (mi compañera de departamento.) Ella trabaja en una cafetería como mesera, no queda muy lejos de aquí. Pero en fin, toque la puerta y ella respondió con el típico: "Adelante"

—¿Ya te vas? —pregunta dejando su revista a un lado prestándome atención.

—No aun no, ¿Ya comiste?

—No, de hecho te estaba esperando —indica sonriendo.

—Bien, ¿Qué vamos a comer? —pregunto sentándome en la orilla de su cama.

—Si quieres podemos pedir una pizza —propone dando brinquitos como niña chiquita.

—De acuerdo, yo la compro y tú la pides.

—Oki —responde con emoción. 

Salí de su cuarto y camine a la sala, me senté en el sillón y prendí la televisión. El recuerdo del día en que conocí a Maggie invadió mi memoria, solté una pequeña risa nostálgica. Aquel viernes me encontraba recorriendo la fría y oscura ciudad de vuelta al departamento, cansada y con resaca por el efecto de algunas drogas. 

Adicto Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora