Camille Dahmer es una chica con problemas de adicción y traumas ocasionadas por los abusos de su padre, luchando cada día con el dolor; de ese amor perdido y con miedo de seguir adelante. Arrastrando a sus amigos para llevar una vida de desgracia y...
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07 de abril del 2019
•Ian•
Salí de la tienda de juguetes y entre a mi auto, estoy seguro que a Ethan le encantará su regaló. 7 de abril, nuestro tercer aniversario. Hemos tenido problemas como todas las parejas, pero nunca dejamos de luchar por nuestro amor. Sé que a algunas personas se les hace fastidioso estar con la misma persona por mucho tiempo, esa es una de las razones por las que dejan a sus parejas, se aburren todos los días de la misma rutina. De mi parte no es así, yo disfruto cada día aprender a lado de mí Ethan. No negare que luego si hay momentos en los que necesito estar solo y él lo entiende, me da mi espacio y respeta mi privacidad. Después seguimos como si nada, la confianza es importante para nosotros al igual que nuestros sentimientos y pensamientos.
Por suerte, los chicos que me habían golpeado, ya no habían vuelto a parecer y la verdad, lo agradecía mucho. No me gustaría volver a revivir algo tan traumático o la dolorosa golpiza que me lleve. Cuando le comenté mis planes de volver a trabajar a Ethan enloqueció, se negó a que volviera aquí sólo, pero claramente no iba a esconderme por siempre, sé que no fue una buena experiencia y también sé que podría volverse a repetir, pero eso no significa que dejare mi trabajo por miedo a que vuelva a pasar. He trabajado mucho para conseguir mi puesto y no lo dejaré por nada en el mundo, así sea que me vuelva a enfrentar a esas malas personas.
(...)
No tarde mucho en llegar al trabajo, al subir las escaleras me dedique a saludar a todos aquellos a los que me encontraba, introduje las llaves de mi oficina, abrí la puerta y coloque el juguete sobre la mesa, me quite mi chaqueta y la coloque sobre mi silla para después sentarme. Prendí mi laptop y me dediqué a buscar videos de tutoriales en "YouTube"y poder envolver su regalo sin echar a perder el papel que había comprado.
—¿Estás bien, hijo? —pregunta mi madre al abrir la puerta de mi oficina.
—Hola –respondo pausando el video —, estoy bien. ¿Necesitas algo? –pregunto mirándola con curiosidad.
—No, solo quería pasarte a ver. Hoy saldré temprano, pasaré por Will e iremos al doctor. Tu hermano tiene una roncha en la espalda que me está preocupando –describe sentándose enfrente de mí.
—Oh, entiendo. Esperemos que no sea nada malo, de todos modos, me avisas. Yo estaré bien –aclaro mirándola con sinceridad.
—Bien, y si esos chicos vuelven a aparecer. Por favor, corre y no dejes de corren –ordena llena de suplicas, una risita se escapó de mis labios.
—Estaré bien mamá, puedes estar tranquila.
—De acuerdo –murmura soltando un suspiro, mi madre se acercó a mí y beso mi mejilla con suavidad, para después marcharse, no sin antes recordarme algunas técnicas de autodefensa y recomendarme tomar algunas clases de "karate".
