Capítulo 3

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«El multiverso

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«El multiverso. Siempre me pregunté porque papá hablaba sobre la posibilidad de que haya más vida en otros planetas.

Sin embargo, no se refería a nuestro universo. Los planos en aquel sótano, y la esfera de la cual pocos sabían de su existencia, ¿era más que una simple fuente de energía ecológica?.

Los avances tecnológicos llevaron a mi planeta ha acabar con la vegetación de casi toda la tierra, obligandonos a crear fuentes sustentables que no la dañaran más, y con ello, cerrar los reactores nucleares.

Pero, ¿por qué presiento que el verdadero propósito de esta esfera, es más que un apoyo para el edificio?

Tal vez nunca lo entienda, con papá ahora fuera de mi vida.»


La noche que MinGyu pasó ahí, le costó conciliar el sueño pues tenía muchas cosas en mente que no podía sacar, y la principal era la blue hour. Gracias a esa cosa ella se encontraba en un mundo desconocido y de eso estaba segura, creía firmemente en su padre, de que era capaz de crear algo así. Por eso Goseok lo mató y la inculpó, quería quedársela para él solo. La abuela Choi jaló las mejillas de su nieto en cariño a él, y se despidió de la inquilina de la misma manera.

—¡Vuelve a salvo a casa querida!. —agitó su mano en forma de adiós con entusiasmo.

Soobin se subió a su bicicleta, y MinGyu se fue sentada en el asiento de atrás. No podía estar más agradecida de lo que aquel par había hecho por ella, la habían acogido en un momento de crisis, la habían alimentado y se habían preocupado por su persona. Él pelinegro comenzó a pedalear por lo que ella se sujetó de su chaqueta escolar ya que no estaba acostumbrada. El viento se sentía fresco en su rostro y eso le gustaba, le gustaba ver el campo abierto, la mañana fresca y escuchar a los pájaros cantar. Se sentía viva en este ambiente e incluso le gustaba la tierra.

Sonrió por inercia divertida por el paseo, cosa que no pasó desapercibida por Soobin. Después de las extrañas palabras que le dijo ayer, se negó a darle una explicación y de manera amable se había retirado a 'su habitación'. Y la mañana que se despertó parecía una chica común y corriente. Se detuvo en el estacionamiento de su escuela, ayudando a MinGyu con sus cosas para despedirla de una buena vez.

—Gracias. —habló primero ella.

—No hay de que. ¿Tienes para el autobús?. —se molestó en preguntar, por una pequeña parte algo afligido de ya no volver a ver esa peculiar chica.

—Ah si si, no te preocupes. Bueno, nos vemos Soobin. Fue un placer haberte conocido. —retrocedió en pasos largos, moviendo sus brazos de adelante hacia atrás.

Soobin se le quedó viendo por unos instantes y al verla con la bufanda solo pudo pensar en que se parecía a Mikasa Ackerman. Negó con la mirada quitando esos pensamientos, y fue a parquear su bicicleta. Hueningkai lo esperaba en las últimas filas, saludandolo desde su lugar sin discreción. Él caminó hasta su lado y al sentarse dejó salir un sonoro suspiro, que fue más bien de cansancio.

BLUE HOUR | Choi Soobin [✿]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora