[3] Oh MinGyu

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Decir que soy la hija de un CEO no trae beneficios, al menos no para mi, y aunque si esperé un poco de respeto por quienes eran mis compañeros, me equivoqué

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Decir que soy la hija de un CEO no trae beneficios, al menos no para mi, y aunque si esperé un poco de respeto por quienes eran mis compañeros, me equivoqué. Sacar el primer lugar en las clases, robar las participaciones de mis compañeros, así como los puntos extras, no era un buen movimiento en mi pieza de ajedrez para mover. Y bueno, para concursos de ciencia siempre me inscribía, gané casi todos los de la escuela secundaria, aún faltaban más.

—¿De nuevo metiendo tus narices aquí MinGyu? —una voz femenina me interrumpió de mis pensamientos, así que me giré para verla.

Era Chunseo, quien cursaba dos grados mayor que yo. No era una sorpresa decir que no le agradaba, su ceño fruncido, nariz arrugada y sus ojos mostraban aquella furia que hacían querer huir a las personas. ¿Cuál era la razón por la que no le agradaba? Es una se las cosas que jamás descubriré, supongo que la envidia es suficiente razón.

—¿Hhm? —hice un pequeño ruido con mi garganta desinteresada.

Ella pareció inconforme, y al ver que no estaba intimidada por su presencia encajó sus dedos en mi hombro, sus uñas no eran muy largas pero aún así logré sentir el dolor que me provocaba.

—Veo que no recuerdas lo que te dije la última vez —esta vez su voz sonó algo tranquila—. Llevensela.

—¡No!. ¿¡Qué hacen!? —exclamé al ver como posaban sus manos en mis brazos.

Giré mi cabeza para ver el salón de atrás, y casi rogando con la mirada intenté buscar a Yeonjun —a quien en realidad estaba esperando—, con aquella mínima esperanza de que volteara afuera de su aula para que lograra visualizarme. Pero eso, nunca pasó. Traté de meterle frenos a este secuestro, jaloneando en la bajada de aquellas escaleras de mármol. Si bien, la escuela parecía un bonito edificio sofisticado a veces podía ser bastante agotador y cuando caminabas hacías un ruido llamativo.

—¡Deja de moverte mocosa! —dijo una de las amigas de Chunseo.

Sin hacerle caso le mordí la mano, así que no tuvo de otra que soltarme. Chunseo se molestó, lo noté cuando dio solo dos pasos y me empujó de las escaleras. Mis ojos se abrieron, y mi corazón empezó a latir demasiado fuerte por el miedo, solo pude cubrir mi cabeza y cerrar los ojos sintiendo como mi espalda caía golpeándose con los escalones. Mi cuerpo rodó el no tan corto tramo que nos falta para llegar al segundo piso, y me de tuve ahí en aquel piso blanco. Mi caida llamó la atención de varios alumnos que pasaban por ahí, creando murmuros a tal punto de llamar la atención de los maestros.

Chunseo tuvo miedo, pasandome por un lado. Mis ojos empezaron a querer cerrarse, logrando ver todo borroso, hasta que unos zapatos muy conocidos bajaron las escaleras hasta donde yo estaba y fue su voz profunda la que me hizo caer desmayada.

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BLUE HOUR | Choi Soobin [✿]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora