BLUE HOUR | Choi Soobin [✿]

🌸| Introducción: The start of sunrise at 5:53 a.m.

La orilla del edificio Oh Incorporation parecía ser la mejor opción para saltar y escapar de su verdadera realidad que la rodeaba. La brisa mañanera soplaba con bastante fuerza su cabello negro azabache, y las gotas que se deslizaban de su rostro le parecía digno de comparar con la tenue lluvia que empezaba haber. Su corazón dolía al ver la sangre en su ropa, con la imágen de su padre en mente.

—¡Oh MinGyu! arriba las manos, quédese donde podamos verla —él oficial Shin apuntó su arma hacia ella quien estaba de espaldas aún en la orilla del edificio—. Queda arrestada por el homicidio de Oh Jeongwon. Retirese de la orilla lentamente.

La chica se giró con cuidado para verlo, con uno de sus mechones de cabello pegado a su cara mirando a los oficiales de policía, apuntando justo a su dirección. Desde su punto de vista, veía su mano temblar como si dudara, y no le sorprendía. Su inexpresión y frialdad  salía a la luz quedando casi expuesta de como se sentía en realidad.

—MinGyu, entrega la blue hour. —ordenó Goseok, el amigo de su padre y también compañero de laboratorio, que minutos atrás la había descubierto “en medio del acto”.

La blue hour.

Miró la esfera azul que estaba en su mochila, con un pequeño color anaranjado en su centro. Era una fuente de energía, que hasta en esos momentos seguía siendo un gran estigma para ella, pero había servido para darle vida a todo en esa empresa—o al menos eso le habían dicho—. Y no estaba en discusión no querer entregársela.

—Pudrete Goseok. ¡La tiraré! —gritó sacando la esfera para extender su mano hacia el borde.

—¡No!. —exclamó extendiendo sus manos— ¡No lo hagas! No cometas una locura. ¿¡Para eso mataste a tú padr-..!?

—¡Yo no lo maté! —lo interrumpió MinGyu con lágrimas en sus ojos— Todo es culpa de esta estúpida bola. Papá estaba tan obsesionado que...

—¡Es nuestra fuente de energía!. No puedes tirarla.—le señaló esta vez enojado, dando pasos firmes hacia ella.

«La humanidad... pierde la cabeza cuando se trata del poder.»

—¡Tonterías! ¡Solo la quieres para tu estúpido proyecto!.

«Y un hijo pierde la razón al ya no tener a su padre cerca otra vez.»

MinGyu molesta, quiso arrojar la esfera pero en su hombro una 'bala' la impactó haciendola perder el equilibrio, un policía le había disparado. Todo fue en cámara lenta, las personas corriendo hacia su dirección y ella dejando la orilla del edificio. Las nubes grises solo habían soltado pequeñas gotas que minutos después se detuvieron, y al final en la calle la niebla la envolvería. Estaba cayendo de un edificio de aproximadamente ciento veinte pisos, y el viento empezaba a envolver su delgado cuerpo. Su pecho se oprimió y ese día, vió pasar su vida frente a sus ojos, desde su niñez hasta ese mismo  instante. Pero algo la distrajo, y fue ver lo que el amanecer le estaba brindando a sus ojos.

«Exactamente a las 5:53 miré la frontera de los dos mundos, cuando el sol apenas salía.»

La esfera que tenía en sus manos comenzó a emitir un brillo intenso, y flores de cerezo comenzaron ha aparecer a su alrededor en su caída libre hasta cubrir por completo su visión. Porque lo que sintió al caer no fue el duro pavimento, sino más bién el trigo de un campo en Ansan.

«Fue ahí cuando nuestros mundos se cruzaron.

En la hora mágica azul.»