Una vez se alinearon los planetas para abrir la brecha entre los dos mundos, con una esfera caída del cielo, Oh MinGyu se encuentra con la persona menos oportuna del todo el multiverso: un amigo y un primer amor.
Para su suerte, fue Choi Soobin qui...
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La campana sonó cuando Taehyun abrió la puerta y dejó pasar a sus amigos al Starbucks. Beomgyu buscó con la mirada a su crush, y sonrió como bobo al verla detrás de la barra de pedidos, pero después miró a Yeorum sonriendole de lado, su imaginación era más fuerte; además de ser muy ingenuo, un «son primos Beomgyu» no pareció llegarle a la cabeza, así que lo maldijo por debajo. Se sentaron en una de las mesas cerca de la ventana.
—¿Qué van a querer? Yo iré a pedir. —les dijo Beomgyu, recargando sus brazos en la mesa.
—Un Latte de vainilla —dijo Goneu.
—Un Americano para mi —señaló Hyunjin.
—¿Mmh? ¿Por qué vas a pedir a la caja? —preguntó Taehyun mirándolo—. ¿Lo estás usando de excusa para verla?.
—¿Tal..vez? —dijo con timidez encogiendose de hombros.
Él suspiró.
—Traeme un Moccha. —le restó importancia, mirando los autos pasar por la ventana.
Beomgyu no dudó en mostrar su felicidad, yendo directo hacia la caja. Hizo fila no más de diez minutos y cuando por fin llegó su corazón latió ferozmente al verla sonreírle.
—Oh Beomgyu —expresó ella con una genuina sonrisa—. ¿Qué vas a ordenar esta vez?.
Sus manos comenzaron a sudar depronto.
—Ah.. Eh.. Nosotros, no.. Yo..
Ella soltó una pequeña risa.
—Seojun, yo lo atiendo. Ve hacer los demás pedidos —Yeorum la hizo a un lado, provocando que Beomgyu borrara su sonrisa en automático—. ¿Qué vas a ordenar?. —habló informalmente.
Su rostro solo le decía «Mátenme».
Beomgyu mostró su disgusto con una clara mueca, no tuvo más opción que ordenar su pedido. Se hizo a un lado para esperar sus bebidas, ignorando él hecho de que pudieron traerselas a la mesa. Seojun se acercó a él dándole una nota, y después le guiñó el ojo.
“Mirame en el cuarto del personal en 5 minutos”.
Beomgyu volvió a sonreír.
—Atrevida, me gusta.
Taehyun se hizo de oidos sordos cuando sus dos acompañantes comenzaron a hablar entre ellos. Su mirada estaba pérdida en un punto fijo fuera del local, y lo que había pasado hoy en la Biblioteca. «La chica era muy linda» pensó, y sonrió de lado. Él sabía que no pasó nada entre ellos, conocía a Soobin y no era esa clase de chico. Él mesero llegó con las bebidas, cosa que se le hizo extraña, Beomgyu había ido personalmente a pedirlas, por ende también debía traerlas él mismo. El mesero deslizó una nota para él, se le hizo algo inusual. No recordaba haber coqueteado con una de las empleadas de aquí.