Una vez se alinearon los planetas para abrir la brecha entre los dos mundos, con una esfera caída del cielo, Oh MinGyu se encuentra con la persona menos oportuna del todo el multiverso: un amigo y un primer amor.
Para su suerte, fue Choi Soobin qui...
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El Starbucks estaba medio vacío, pero eso no era desagradable para los cuatro chicos de allí quien estaban reunidos después del horario de clases. Específicamente hoy se cumplía una semana en la que se habían encontrado a MinGyu sobre aquel campo de trigo rumbo a su abuela. Revolvia su pobre Latte de vainilla sin mucha gracia pensando en todo lo sucedido de la semana anterior, volver a clases nunca había sido tan gratificante y ahora más, porque las cosas tomaban un rumbo diferente. Quedaron de acuerdo para reunirse después de la hora de salida y beber algo.
Soobin no sentía el ambiente incómodo, pues Hueningkai era muy parlanchin y hablaba de lo que sea junto a Beomgyu quien tampoco le paraba el pico. Taehyun no estaba muy contento pues Kai estaba a su lado, se suponía que el ser amigo de vuelta de Soobin implicaba llevarse bien con el extranjero, era un sentimiento extraño de orgullo.
—Vaya, no se porque no habiamos platicado así antes —soltó Beomgyu bebiendo un poco de su bebida—. Si no fuera por tal idiota, estoy seguro que desde un principio nos hubieramos llevado muy bien todos.
Taehyun bufó en respuesta.
—Es verdad, quizás todos fuéramos muy amigos desde la escuela secundaria —apoyó Soobin, encajando su mirada en la persona frente a él.
—¿Están echandome la culpa a mi? —cuestionó Tae mirando a todos con los brazos cruzados.
—Si, me dijiste que Soobin era un idiota y por eso ya no te juntabas con él —dijo Beomgyu con el ceño fruncido acusándolo.
—Que extraño, Soobin me dijo lo mismo de Taehyun —garraspeó Kai cubriéndose la boca al decir eso.
Choi y Kamal se miraron entre sí intercambiando miradas burlescas para luego chocar sus manos, ellos parecían divertirse bastante.
—Pero lo mío es verdad —se justificó el más alto, alzando una ceja.
El castaño lo miró indignado, pateandolo por debajo de la mesa, haciendo que Soobin se quejara en voz alta, ¿de verdad había hecho eso? No había cambiado nada, seguía siendo el mismo idiota de siempre. Hizo un mohin sobandose la pierna mientras le daba una mala cara. Taehyun parecía divertirse con el dolor de Soobin, pero borró su sonrisa al percatarse de ello. No era su intención reaccionar de forma violenta, suponía que iba a ser difícil deshacerse de viejos hábitos.
—Ya no importa, arreglamos las cosas ¿no? Ya me disculpé, así que borrón y cuenta nueva —dijo con un tic en la pierna, acercándose hacia el popote para beber un poco de su Americano.
—Si claro, como si fuera tan fácil borrar lo que le hiciste a Soobin —murmuró Hueningkai esta vez enojado sin voltear a verlo.
—¿Ah? ¿Qué fue lo que dijiste? —Taehyun colocó su puño en la mesa apretando los dientes—. Metete-.. Auch.
Se giró a ver a Soobin quien le hacia señas para que se detuviera de una buena vez. Beomgyu se rió de manera nerviosa, aplaudiendo un poco para llamar la atención de todos.