Capítulo 7

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El cielo se tornó de un naranja intenso, indicando que el Sol comenzaba a ocultarse

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El cielo se tornó de un naranja intenso, indicando que el Sol comenzaba a ocultarse. La luz del día desaparecía y con ello las personas parecían querer salir más, tomando ahora el ambiente fresco y juvenil que la noche traía. El mapa que habían conseguido no les había hecho de mucha ayuda, ya que MinGyu no llegaba a congeniar con las calles y edificios de la ciudad. Tomaron asiento en una banca descartando más edificios.

—Maldición, estaba segura que el parque de ahí no estaba. Ese era el nuevo hospital ¿Lo recuerdas? —le marcó MinGyu con un plumón rojo en esa zona.

—¿No era un estacionamiento?. —interrogó Yeonjun alzandole una ceja. Soltó un bufido y le arrebató el mapa para ponerlo de cabeza.

—¡Yah! ¿¡Por qué malgastan mi tiempo de esa manera!? —se acercó Taehyun, derrochando una mala vibra con su mera presencia—. ¿No se suponía que ustedes venían acá por una razón obvia?.

—Tú lo has dicho, “se suponía”. Pero, hay algo que aún no me cuadra en este lugar. Hay muchos zigzag con las calles —refunfuñó MinGyu haciendo un ademán de inconformidad—. Sino es la misma estructura, nos llevará tiempo...

Taehyun agarró el puente de su nariz, en señal de estrés y con el ceño fruncido los miró a ambos.

—¡No estoy aquí para perder el tiempo!. Tengo cosas importantes que hacer, ¿¡lo saben!?. Para empezar ni siquiera quería venir, ustedes me arrastraron —los señaló culpandolos y jaló su cabello dejando en claro que estaba irritado—. No porque seas la hermana de Beomgyu te pone en ventaja.

Ella hizo una leve mueca que pronto fue reemplazada por una sonrisa divertida.

—Taehyun es como un bebé, cuando tiene hambre empieza a lloriquear. —se dirigió a Yeonjun, con una mirada eficaz e inocente.

—¿¡Qué has dicho!?.

Soobin, quien estaba a unos metros de ellos atendía el celular. Caminaba de un lado hacia otro, mordiendo su uña del pulgar en señal de que estaba nervioso.

—Huening, en serio. Ni siquiera me dí cuenta de que mamá me marcó tantas veces... estaba, ocupado —murmuró y jadeó de la frustración que sentía en ese momento. Miró el cielo y luego a sus acompañantes.

—¡Repitelo de nuevo!. ¿¡A quién le dijiste bebé!?.

—Amigo, tienes suerte. Te cubrí el trasero, le dije que te habías quedado en mi casa a dormir, se escuchaba muy preocupada así que por favor habla con ella, no se cuanto más pueda engañarla —dijo Hueningkai al otro lado de la línea— Ya conoces como son las mamás cuando les mientes y no tienes una coartada sólida. Dan miedo amigo, dan miedo.

Soobin rió por la forma en que lo dijo.

—Tranquilo Kai, lo resolveré pronto —miró de nuevo al trío que estaba en la banca.

BLUE HOUR | Choi Soobin [✿]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora