BLUE HOUR | Choi Soobin [✿]

Capítulo 36

Bogum miró la esfera en su mochila, pensando a detalle si debería ponerla sobre la máquina para enviar a los chicos de una vez a casa. Suspiró cansado haciendo caso a sus instintos, colocó la memoria en el apartado de control y la activó para descargar sus datos, eso llevaría algo de tiempo por lo cual aún les sobraría lo suficiente para hacerlos cruzar un portal.

—Soobin, Taehyun, Beomgyu reportense ya a la azotea, los voy a enviar a casa y luego me desharé de la máquina —avisó por al auricular, pero hubo silencio del otro lado. Ninguno le contestó.

«Que extraño»

—Jung-hee, ¿no ha visto ningún movimiento extraño? Está todo muy tranquilo, es raro —Goseok se acercó a él.

Choi negó con la mirada, colocadose en guardia para asegurarse de que nadie entre por la puerta.

—Absolutamente nada, las noticias siguen reportando el revuelo, pero todo hasta ahora ha estado tranquilo.

El pelinegro de mechones rubios acomodó sus lentes con su dedo corazón, relamiendo sus labios. Los chicos no le contestaban, así que decidió contactar a su hermana.

—¿MinGyu? ¿Estás allí? —farfulló en busca de una respuesta afirmativa, empezando a sentirse ansioso—. Oigan, los demás no responden. Jeongwon los debió de haber interceptado.

Bogum se despegó de la máquina con las manos sudando, si los habían encontrado el tendría que tomar una decisión rápida, si huir con la esfera o dejar que el virus la corrompa, pero eso solo haría que se quedaran atrapados aquellos tres invitados que no deberían estar aquí. Goseok frunció el ceño confundido, no entendía como es que Jeongwon siempre estaba un paso adelante de ellos, frustrando sus planes, ¿ya sabía lo que estaban haciendo?

—Ellos deben estar bien, Oh busca la esfera, mientras la destruyamos todo estará bien...

—Pero los chicos no podrán volver a casa, no quiero tomar riesgos innecesarios. Simplemente tomemos la esfera y vámonos de aquí —contra atacó Bogum, de todas formas ellos ya sabían manejar la blue hour sin la máquina.

Jung-hee escuchó ruidos muy cerca de ellos, tenía que cubrir la puerta para no dejar a nadie pasar, pero antes de poder hacer eso la abrieron, dejando a la luz a quien tanto querían atrapar, por lo que su escandalosa entrada llamó la atención de los otros dos presentes. Estaba justo allí, con todos sus acompañantes.

—Que humillante, ya es la segunda vez —murmura Taehyun apretando los puños.

—Entiendo el sentimiento —le responde Soobin de igual forma, para luego inclinarse a él—. ¿Lograron activarla?

Taehyun lo miró a los ojos de forma acertera.

—Llevará unos minutos, ¿qué hay de ti?

Él palmeó su bolsillo bastante complacido, tenía a sus padres, así que no podía pedir más, solo volver a casa sano y salvo. MinGyu miró a su hermano, quien parecía bastante sorprendido, ella cerró sus ojos pidiendo perdón en sus adentros, pero cuando su padre la amenazó con lastimar a Soobin no pudo negarse a rendirse, y si ella lo hacía los demás se veían obligados a hacer lo mismo, pero solo faltaban tres cosas en su lista, nada iba a impedir llevarlas acabo, aún si su padre los tenía presos.