Capítulo X

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Se quedaron en silencio por largo rato hasta que Candy rompió este

—¿Qué fue todo eso? ¿Por qué no me dijiste quien eres realmente?

—No pensé que fuera importante hacerlo —respondió él encogiéndose de hombros como ella lo hizo un día antes.

—Bromeas ¿verdad? —lo fulminó con la mirada.

—No, no lo hago —respondió él suspirando —en este mundo no soy nadie —resopló —no soy capaz siquiera de ver a mis verdugos —frotó su rostro con frustración —¿En dónde estamos? —preguntó tras mirar a su alrededor

—En Escocia —Candy gruñó al verse semi desnuda. ¿Cómo demonios iba a presentarse frente a su Tia en aquella condición en compañía de un hombre, y no cualquiera, sino el príncipe de los vampiros? —quédate aquí y no te muevas —ordenó, y antes que Terry dijera una sola palabra desapareció y reapareció en la habitación del hotel de Pittsburgh. Agudizó sus sentidos para asegurarse que aquellos asesinos no estaban ahi, buscó su maleta, sacó un cambió de ropa, se vistió rápidamente, desapareció del lugar nuevamente y apareció junto a Terry.

—¿Es en serio? ¿Regresaste al hotel por esa maleta? —gruño cuando estuvo frente a él.

—Hablaba en serio cuando dije que no estaba preparada para perderla —fue la respuesta de ella. Se giró bruscamente. En ese momento no se le apetecía enfrascarse en una discusión con él. Su cabeza daba vueltas ¿como infiernos había terminado enredada en toda aquella mierda? Aunque vivía entre ambos mundos, su vida fue tranquila hasta que él apareció en ella, para ponerlo todo de cabeza.

—¿Sigues molesta porque no mencioné quien era antes de ser un invisible mortal?—se plantó frente a ella —si te sientes traicionada, estás en tu derecho de negarte a ayudarme y créeme, no insistiré para que lo hagas, veré como me las arreglo por mi cuenta —la miró a los ojos —sigue tu camino Candy, te deseo un feliz regreso a tu mundo. Realmente me dio gusto conocerte.

<<¿¡Queeeeé!? ¿Era en serio? ¿eso era todo lo que pensaba decir aquel zoquete>>... ¡Santo Dios! Acababa de salvarle el trasero y le decía que siguiera su camino, así como si nada? Estaba mas loco que una cabra si creía que se desharía de ella así de fácil, todo aquello era su culpa y ahora, él tenía que ayudarla intercediendo por ella ante su padre... De ninguna manera iba a permitir que su vida terminar así... eso si que no.

—¿A dónde crees que vas? —fue su turno pararse frente a él con determinación —principe o no, estamos juntos en esto, y juntos vamos a salir.

—¿Ya no estás molesta conmigo?

—Lo estoy —respondió ella —sin embargo, sé controlar mis emociones cuando tengo que hacerlo —él pareció confundido — ¿Qué? no me veas así, solo sigo tus consejos —arqueó una ceja y recitó: — "Si fueras 100% inmortal, distinguirías entre pensamiento e impulso" ¿no fue eso lo que dijiste? —Terry asintió.

—¿A que parte de Escocia iremos?

—A una tierra sagrada, donde los de tu raza tienen prohibido ir —respondió ella sin mirarlo siquiera.

—¿Te refieres a Edimburgo?

—Si —respondió mirándole por el rabillo del ojo.

—Candy...¿puedo hacerte una pregunta?

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