Inmortales

Capítulo VIII

—Es solo un pequeño rasguño —respondió él con indiferencia.

—¿Permíteme revisarte?

—No te preocupes por mi, Candy, estaré bien —curvó sus labios —no está en mis planes morir en este cuerpo mortal.

Candy lo miró detenidamente. Él era tan... pero tan guapo.

—No podemos quedarnos aquí —dijo Terry de pronto —tenemos que alejarnos lo mas que podamos y debemos hacerlo de la manera en la que los humanos se mueven para que les sea difícil rastrearnos.

—Creo que ellos estarán ocupados siguiendo los rastros que dejaste mientras nos desplazábamos de un sitio a otro. —ella sabía que ambos corrían peligro, pero sabía que en ese momento estaban a salvo.

—Veo que estas muy bien familiarizada en el arte de huir.

—Llevo mucho tiempo haciéndolo —respondió dejándose caer en la cama  —y ahora que lo recuerdo y en vista que ellos están siguiendo tu esencia y no la mía, podemos pasar la noche aquí sin temor a que esos asesinos aparezcan.

—De acuerdo, descansa Candy, yo velaré tu sueño.

—No lo haré hasta que me permitas revisar tu brazo.

—No te rendirás ¿cierto?

—Me alegra que comiences a conocerme —se acercó a él —déjame revisarte.

—Está bien —Terry se quitó la camisa. Candy contuvo el aliento al ver su torso desnudo una vez mas.

—Efectivamente es solo un rozón —dijo tras revisar el área.

—Te lo dije.

—Voy a limpiar el área para evitar una infección.

—Tranquila, no pasará nada. Tomaré un baño —dio un paso atrás, su cercanía lo descolocó. Necesitaba alejarse antes que su condena entrepierna lo evidenciara frente a ella, pero se detuvo antes de llegar a la puerta —Candy, ¿puedo hacerte un par de preguntas?

—Dime.

—Cuando me tocas ambos nos volvemos invisibles ante la vista de los humanos, pero no ante los cazadores ¿verdad?

—Así es.

—¿Por que no me dijiste que podías aparecer y desaparecer?

—No pensé que fuera importante hacerlo —se encogió de hombros

Terry sonrió ante su respuesta.

—¿Como es que puedes desplazarte a tal velocidad sin necesidad de usar una capa?

—Es difícil de explicar, Terry; no conozco las palabras correctas que puedan hacerlo. Los de tu raza no son capaz de comprenderlo como para detallártelo explícitamente.

—Trata de explicármelo

Candy frunció ligeramente el entrecejo buscando las palabras adecuadas.