Capítulo XX

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Con el único pensamiento de cortarle la vida antes que los Granchester llegaran, Susana  se cubrió con su capa y apareció en la cabaña en donde Candy permanecía como prisionera. Miró a todos lados para asegurarse que los Granchester no hubiesen llegado primero que ella, pero para su sorpresa, ellos ya estaban ahí, aprovechando que miembros de su clan luchaban contra ellos, tomó el pasillo alterno que la llevaba al cuarto secreto, al llegar abrió la puerta y alertó a su abuelo de que estaba sucediendo en el exterior.

—Abuelo, debemos marcharnos de aquí ahora que tenemos tiempo.

—¿En donde demonios está nuestra?

—Afuera, luchando contra los Granchester .

—No voy a huir como un cobarde, lucharé contra ellos, y tú —señaló a Daisy —vendrás conmigo, es nuestro momento. Si derrotamos a los Granchester esta noche, para mañana, mi hijo será el Rey, y entonces cumpliré cada una de mis promesas.—una sonrisa siniestra se dibujó en sus labios.

—Me temo señor, que derrotar a los Granchester no será fácil —replicó Daisy.

—¿Por qué lo dices?

—El clan al que esa cosa pertenece —señaló a Candy —han venido con ellos.

—¿Los Ardley están en Inglaterra?

—Si, señor

—Debo admitir que eso no me lo esperaba —Benedict Marlowe achicó los ojos meditando en las opciones que tenía —abandonemos esta habitación ahora .

—Abuelo, no pensará dejar esa cosa viva o ¿si?

—Usaré el factor sorpresa —una risa siniestra se dibujó en su rostro.

—No me iré de aquí dejando esta aberración con vida —Susana recordó la manera como Candy destrozó a dos cazadoras

—Detente —El fuerte grito de su abuelo, hizo que Susana se paralizara —no va a ponerle un solo dedo encima

—¿Por qué la defiende tanto?

—No la estoy defendiendo, solo veo en ella la posibilidad de vencer a los Granchester de una maldita vez y no voy a permitir que un maldito capricho de tu parte eche a perder mis planes —tiró de su brazo —nos iremos en este mismo instante y no quiero escuchar una sola protesta de tu parte, sé perfectamente lo que hago.

—Terrence —musitó Candy en cuanto la puerta fue derribada —No me toques —ladeó el rostro cuando quiso tocar su rostro

—Candy

—Soy un monstruo, Terrence

—Tu no eres un monstruo —le sujetó el rostro para que lo viera

—Lo sé todo, él me lo dijo —su vos detonaba dolor —su sangre corre por mis venas.

—Eso es mentira

—Abuela —Candy giró el rostro —él me contó todo lo que le hizo cuando usted era una joven humana de diecisiete años —sollozó —debió decírmelo, en vez de hacerme vivir en un mentira todo este tiempo ... "Un Error de Cálculo" —espetó con amargura.

—Ese maldito no debió decirte nada —se acercó a ella y la abrazó cuando Terry rompió la cadena que la ataba a aquella silla con la ayuda de la lanza —tu no tienes nada que ver con eso.

—Sáqueme de aquí, y lléveme a casa, no quiero estar mas en este lugar... no quiero —sollozó con mas fuerza y dolor al ver la manera como Terry la miraba. El dolor reflejado en sus ojos era mas de lo que ella podía soportar.

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