Capítulo XVI

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En cuanto ingresó a su habitación, Candy lanzó un resoplido de exasperación, se dejó caer de bruces sobre la cama mientras abría y cerraba con rabia la caja que sostenía entre sus manos, en tanto liberaba una lucha interna con sus dos mitades.

<<Oh, por favor, al parecer a la princesa le molestó que esas mujeres primero vieran a su hombre como si él fuese su tipo de helado favorito y no pudieran esperar para devorarle y luego escucharlas decir aquellas cosas>> —su mitad mortal se burló de ella.

Candy alzó el rostro, su ceño estaba fruncido.

—Él no es mi hombre —le respondió a su parte mortal entre dientes —además ni siquiera lo es.

<<A que te refieres con eso que ni siquiera lo es?>>—preguntó su parte inmortal.

—Él es un vampiro de raza pura y yo un monstruo —respondió Candy incrédula de tener que recordar aquel detalle tan obvio.

<<Un apuesto vampiro que hace que tus pantaletas se mojen>> —corrigió su mitad mortal que era la mas sarcásticas —<<no te hagas la tonta, Candy, tú mejor que nadie sabes que detrás de su linaje, Terrence es todo un macho Alfa... ¡Por Dios del cielo! ¿Acaso no ves como te miró y las cosas que te dijo hace un momento?>>

—¿Cómo me miró él? —preguntó Candy con evidente interés

Sus dos mitades intercambiaron miradas incrédulas.

<<¡Esto es increíble !>> –exclamó su parte inmortal —<<ella es tan mala en esto como lo sería una simple humana>>

<<Yo creo que es realmente peor>> –respondió su mitad mortal secamente mientras rodaba los ojos —<<me temo que esta pequeña tonta necesita mas que una pequeña ayuda>>

Candy se puso de pie, comenzó a caminar en círculos hasta que calló al piso, cerró los ojos con fuerza para contener el grito que se acumuló en su garganta cuando su cuerpo comenzó a convulsionar, sus colmillos comenzaron a brotar al igual que sus uñas... odiaba su condición, odiaba su naturaleza, odiaba quien era...

<<Contrólate pequeña tonta, ponte de pie >> —le ordenó su mitad mortal con autoridad  —<<recuerda lo que él te ha dicho, acéptate tal cual eres...busca ese maldito vestido, póntelo al igual que ese collar y deja que él haga el resto>>

<<Todo sería tan fácil se la hubiese traído consigo>> —resopló su mitad inmortal con evidente decepción

<<Con mayor razón, ponte de pie y ve por ella de una maldita vez, te recuerdo que ya puedes moverte como antes lo hacías>>  —la urgió. Las palabras de su mitad mortal hicieron que Candy comenzara a inhalar y exhalar hasta que finalmente consiguió controlarse, se puso en pie, cerró los ojos y en menos de lo canta un gallo desapareció y reapareció con maleta en mano.

*********

Con ojos de sorpresa, Candy observaba el vestido negro que acababa de sacar de sacar de su pequeña maleta. Era realmente hermoso. No le quedaba la menor duda que aquel apuesto vampiro tenía un exquisito gusto a la hora de escoger ropa, su manera de vestir lo decía todo. Se mordió el labio inferior al recordar las palabras de Terry:

"Busca en tu maleta un vestido negro, póntelo junto a ese collar y regresa aquí si te aceptas tal cual eres, y yo haré el resto"

¿Sería aquello posible? ¿La aceptaría él sin importar su naturaleza? —sus dos mitades la habían confrontado. Su lado mortal había insinuado que Terry la había visto con interés cuando le había dicho aquellas palabras. Ellas tenían razón, debía dar aquel paso y lo haría esa misma noche. Con aquello en mente, Candy dirigió sus pasos al cuarto de baño para asearse, una vez lo hizo, se tomó su tiempo cepillando su dorada cabellera, se aplicó crema en su piel, salió del cuarto de baño y caminó hasta la cama en donde reposaba el vestido negro, se vistió, sacó el collar de su caja y se lo puso, sacó de su pequeña maleta un lápiz labial, se aplicó un poco en sus labios, se miró al espejo una última vez y antes de salir de la habitación, se aplicó un poco de perfume.

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