El día le parecía eterno, aburrida mirando solo por la ventana una que otra ave, viendo con el sol cada minuto cambiaba de posición y el atardecer llegaba, Andrew, fue lo único que vino a su cabeza.
No había ido en todo el día, tal vez este día no vendría, no pudo evitar sentirse triste pues él era una compañía durante su estancia en el hospital, ni una visita de sus amigos ni nada, ni que esperar de que Alexander viniera, cada segundo se escondía más y más el sol, apareciendo esos tonos naranjas combinados con el azul oscuro de la noche, de que pronto se terminaría el día, de alguna manera se sentía sola, como si no tuviera a nadie.
Trago saliva con pesadez, cerró un instante los ojos, hasta que tres golpes la hicieron abrirlos de golpe, ese par de hermosos ojos gris intenso estaban ahí mirándola.
-¿Puedo pasar?-musito con una sonrisa parado en el umbral de la puerta.
-Por supuesto, pasa- respondió con una pequeña sonrisa, a pesar que no lo conocía, él le traía tanta calma y lo más importante, no la hacía sentir sola.
-Está noche me quedare contigo, a cuidarte - espetó, sentándose en el sofá junto a la camilla.
-¿De verdad? Pero, ¿Qué dirán tus padres?- una sonrisa se formó en la comisura de Andrew, al escuchar como ella se preocupaba.
-Yo no vivo con mis padres, no habrá problema en que me quede-
-Tú y mi madre son las unicas personas que vienen- dijo mirando al joven sentado.
-Bueno, si de algo sirve, yo vendré todos los días -
-Me sirve mas de lo que crees- el joven tomo su mano, pasando su pulgar por el dorso, seguido de sus uñas mirando como estaban pintadas de un esmalte verde oscuro brillante.
-¿Extrañas tu vida?-
-Extraño salir aunque sea a tomar un poco de aire fresco, me perdí mi graduación, pero agradezco estar viva al menos- él no pudo evitar sentir pena por Iris, trago saliva pesadamente intentando disimularlo.
-¿Te gustaría salir un momento de aquí? - musito levantando su vista.
-Pero, podrían vernos- Andrew sonrió.
-Tranquila, nadie nos verá- salió de la habitación y unos minutos mas tarde regresaba con una silla de ruedas.
-Pensaba llevarte en mis brazos, pero estarás mas cómoda aquí- la ayudó a quitarse las sábanas, pasando uno de los brazos por debajo de sus piernas y sujetando su espalda con el otro, la levanto con cuidado para llevarla a la silla, quitó del perchero el suero que estaba conectado a su brazo, empujaba la silla, saliendo de la habitación para llevarla por el largo pasillo blanco hasta el ventanal que había mas allá de la sala de espera
-¿Aqui esta bien? O ¿Quieres salir?-
-Quiero salir, solo un poco- corrió la puerta, y la atrajo con él, hasta una pequeña jardinera, donde se podía respirar algo mas que sueros, medicamento o sanatizante, Iris respiro profundo el aire fresco que había.
El joven de ojos grises se quitó la chaqueta y la puso sobre los hombros de ésta
-¿Te sientes mejor?- inclinandose para estar a la estatura de ella.
-Mucho mejor, necesitaba algo mas que solo el olor de hospital- sonrió. -Gracias Andrew- solo le dio una mirada cálida.
Se quedaron unos minutos afuera observando el cielo oscuro, de reojo él la veía, como contemplaba con fascinación las pocas estrellas que se alcanzaban a notar, comenzo a soplar el viento.
-Es momento de regresar, hace frío- tomo de nuevo la silla, llevándola de vuelta a su habitación, repitiendo las mismas acciones para acostarla en su camilla y colgar de nuevo el suero
-¿Te irás?- tomando su brazo.
-No, dije que me quedaría contigo toda la noche- sentándose en el sofá frente a la camilla.
-¿Por que ya no vives con tus padres?- a lo que él guardo silencio unos segundos -Disculpa, no quise ser ent...- la interrumpió.
-No lo eres, era momento de que mis padres me dejarán ir, y tome mi camino, sabes a veces es difícil separarte de aquellos a quienes amas, pero, llega un momento en que debemos seguir el camino que ya esta escrito para todos y cada uno de nosotros-
-¿Todos tienen escrito su destino?-
-Si, siempre hay una señal que te dice que es el momento de ir por ese camino-
-¿Como supiste que era tu momento?-
-Lo sentí en mi corazón, cuando decidí aceptar mi destino me sentí tranquilo, sentí paz-
-Entonces, significa que ¿Que mi camino es ahora?-
-Apenas lo estas conociendo, pero no lo aceptas aún-
-¿Cómo sabes que no lo he aceptado?-
-Sientes miedo, angustia, aun cuando sientas un poco de calma, no estas segura de ir por ese camino-
Miro fijamente los ojos de Andrew y él a los de Iris, continuaron hablando durante horas, se giro, acostándose sobre su lado izquierdo mientras lo miraba.
-Eres como un guía-
-Bueno, se puede decir que estoy haciendo bien mi trabajo-
-¿Trabajo?-
-Duerme, es tarde, yo aquí seguiré-
Cerro sus ojos, escuchando sus murmullos tan melodiosos, hasta que cayó profundamente dormida, la admiraba mientras dormia tranquilamente, comenzó a salir el sol y era su momento de irse, no sin antes cubrirla bien y depositar un beso en su frente.
-Volveré mas tarde Iris-
Siempre hay una señal que te dice que es el momento de ir por ese camino...
Era lo que el viento soplaba una y otra vez, mientras Iris estaba a la orilla de un lago cristalino, donde una jacarandá le hacía sombra, el viento jugaba en su cabello recordandole las palabras de Andrew.
-Pero, ¿Cuál es mi señal? -
-Lo sabrás cuando sea el momento- dijo a espaldas de ella.
-Andrew ¿Por qué sueño siempre contigo?- se giro alzando un poco su cabeza para mirarlo.
-Tal vez porque yo lo hago contigo-
-Sabes, cuando salga del hospital quiero poder conocerte aun más- se levanto del césped, tomando la mano del chico que la ayudaba, encarandolo perdiéndose en sus ojos.
-Eso sería fantástico- no obtuvo respuesta de ella -¿Iris? -
-Mmm... -
-¿Por qué no dices nada?
-Es fácil perderse en tus ojos, jamás vi ojos tan hermosos como los tuyos-
-Yo creo que los tuyos son completamente hermosos- Andrew miro fijamente los ojos de ella, bajando a sus labios, deseoso de poder besarla, tal vez era tan inesperado y repentino pero él había quedado flechado desde el instante en que la vio. Quiso besarla pero al estar un par de centímetros cerca se alejó de ella.
-No puedo, no puedo hacerte esto-
-¿De que hablas?- respondio confundida.
-No lo comprenderias preciosa- paso su mano por su cabello, acunando su mejilla en la palma de la mano.
-No te entiendo-
-No es tan sencillo- solo beso su cabeza, apegandola a su pecho, abrazándola como si fuese lo más preciado de su vida.
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• 𝑻𝒉𝒆 𝑲𝒊𝒔𝒔 𝑶𝒇 𝑻𝒉𝒆 𝑫𝒆𝒂𝒕𝒉 •
Romance¿Qué es la vida? La vida no es más que un instante en la Tierra, la vida es tan corta como soplar una vela, se va en un abrir y cerrar de ojos. ¿Qué es la muerte? Es el cese irreversible de las funciones vitales del organismo. Pero, ¿Quién es Andrew...
