Nuevamente el sol en su rostro lo había despertado, algunos cabellos estaban por sus ojos, se sentó sobre la cama dando un bostezo y estirando sus brazos. Por lo menos está mañana se sentía aún más tranquilo, se levantó y arreglo su cama, lanzando los cojines cayendo algunos en la cama y otros en el suelo.
Se metio a la ducha, imaginando que usar, y aunque realmente todo le quedaba de maravilla, él siempre quería verse bien para ella. Se envolvió una toalla en la cintura, cepillo sus dientes y se dirigió nuevamente a la habitación. Una vez ahí todos los atuendos que había imaginado ya no le gustaron, siempre lo veía vestido de negro, tal vez colores más claros lo harían verse aún mejor.—¿Y si me veo demasiado raro sin vestir de negro?— tomó unos jeans claros junto a un suéter gris claro, y un par de converse blancos, se admiro y aunque era raro para él le gustaba como se veía, era cómodo y era un cambio, en su cuello puso alguna gotas de fragancia de lavanda.
Miró la hora en su teléfono, 10:07 am, aún tenía tiempo de preparar todo. Bajo a la cocina para preparar algunos emparedados, tomo una botella de vino, habia preparado rollitos de salchicha y un poco de limonada de lavanda, y por último había hecho para Iris una ensalada de frutos rojos. Nunca se me había esforzado tanto por nadie, ni por él mismo.
—¿Y si no le gustan los frutos rojos? ¿Por qué es tan difícil?— se pasó una mano por el cabello, acomodo todo dentro de una canasta con cuidado de no romper las copas ni los vasos, subio a su habitación para tomar una manta, y las llaves del auto que hace mucho tiempo no sacaba. Miro la hora y se sobresalto al ver que solo le quedaban quince minutos para ir por Iris, introdujo todo en la cajuela y salió rumbo a casa de la chica.
Mientras que Iris lo esperaba fuera de su casa, sentada en los escalones de su casa, movía sus pies mirando de un lado al otro buscando a Andrew.
—Seguro se le hizo un poco tarde.— siete minutos después un mustang de color gris se estacionaba al frente, la ventanilla del conductor bajo dejando ver su hermoso rostro sonriente.
—Lamento la demora.— dijo al bajar del auto, mientras ella se levantaba y caminaba hasta él.
—No te preocupes, apenas salí a esperar.— sonrió —No sabia que tenias auto.
—Casi no lo uso, prefiero caminar, pero esta vez es muy necesario ¿Lista?
—Lista.— rodeo el frente del auto junto a Andrew para abrirle la puerta del copiloto y abrocharle el cinturón, una vez que cerró la puerta volvio a su lugar colocando también su cinturón.
—Te ves muy guapo, los colores claros te quedan muy bien.
—¿De verdad? Sentí que me veía raro sin el negro, a decir verdad nunca me había vestido de esta forma, así que muchas gracias por el cumplido hermosa.— se giro a mirarla por unos segundos en silencio.
—¿Qué pasa?
— Te ves bellísima Iris, te extrañe tanto.— tomó con su mano la mejilla izquierda de ella, acariciándola con el pulgar.
—Yo también te extrañe mucho.
—Verás que pasaremos un buen día.— le sonrió, encendió el auto y tomó rumbo, cruzando toda la ciudad hasta llegar a la carretera que los llevaba fuera de la ciudad, ella admiraba por la ventana mientras él no quitaba la vista del frente, soltó por un momento la palanca de velocidades para tomar la mano de Iris a lo que ella se giro, sentir su mano tibia le erizo la piel y le hizo sentir una corriente por todo el cuerpo.
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• 𝑻𝒉𝒆 𝑲𝒊𝒔𝒔 𝑶𝒇 𝑻𝒉𝒆 𝑫𝒆𝒂𝒕𝒉 •
Romance¿Qué es la vida? La vida no es más que un instante en la Tierra, la vida es tan corta como soplar una vela, se va en un abrir y cerrar de ojos. ¿Qué es la muerte? Es el cese irreversible de las funciones vitales del organismo. Pero, ¿Quién es Andrew...