Realmente es que si la gente los pudiese ver, encontraria todo como una hermosa película, donde una pareja era más que feliz, jugando en el mar, persiguiendose como un par de niños que disfrutaban del momento, conforme se hacía más tarde, volvieron a los tejados, colocando una manta y sentándose sobre ella, comiendo el refrigerio que Andrew había preparado.
Se acostaron juntos contemplado como el sol cada vez caía más y más. Un nudo se comenzaba a formar en Andrew pues el tiempo de estaba terminando, vestidos nuevamente estaban sentados en las sillas de descanso. Las manos del chico temblaban y dolía su pecho, sentía un sin fin de emociones, pero predominaba el dolor, y las ganas de llorar.—Iris ¿Quieres caminar un poco?
—Claro, ya casi llega la puesta de sol - él solo asintió y se levantaron, caminaron por la orilla del mar, sintiendo como las olas mojaban sus pies descalzos.
Andrew se detuvo mientras ella seguía caminando, trazando una línea imaginaria que trataba de seguir, hasta que se dio cuenta que él ya no la seguía.—Andrew ¿Por qué te quedaste atrás? — él sólo quedó inmóvil, parpadeaba varias veces debido al escozor que sentía por como se cristalizaban sus ojos. - ¿Qué pasa cariño? ¿Por qué lloras?
—Iris, es momento de revelarte la verdad de todo...
—¿Verdad? ¿Qué verdad? — respondió confusa y a la vez angustiada.
Acuno su mejilla derecha, haciendo caricias sobre ésta. —Andrew ¿Qué verdad? Me estás asustando.—Mi hermoso cielo... Jamás te dije quien soy yo.
—Claro que si, me lo dijiste cuando nos conocimos en el hospital.
—No mi amor, jamás te dije la verdad y lo lamento tanto. Iris, yo... Yo soy un ángel... Un ángel de la muerte. — reveló dejando caer un par de lágrimas de su ojo izquierdo.
—¿Qué? ¿Qué estás diciendo? —se mostró sorprendida y tratando de asimilar lo que él había dicho.
—Sé que esto es tan descabellado, pero debes creerme. Cuándo tuviste ese accidente entraste en coma debido a un derrame cerebral, mi trabajo era ir por ti, pero... Cuando te vi en esa camilla tan indefensa, me rompió el alma que tan joven murieras, en cuanto te vi me enamoré de ti, tu alma estaba tan confundida, no sabías que sucedía y yo no tuve valor para decirte la verdad.
Cree una realidad para ti, en donde tu vida seguía, buscando un poco más de tiempo hasta que los médicos encontrarán alguna solución para ti, pero conforme el tiempo pasaba, me resultaba más difícil mantener esa realidad. — las manos de Iris cubrieron su boca, mientras sus lágrimas comenzaban a caer.—Pero, la carta de mi mamá.
–Te hice ver esa carta, tu madre si salió del país buscando más opiniones con médicos, tu madre a luchado demasiado, fue tanta su desesperación que olvidó dejar a Almond al cuidado de alguien y por eso murió, de hambre y sed.
Esos sueños con tu padre, eran sus visitas a ti, él sabe que todo esto lo hice porque te amo. Aquella vez que te dejé sola para ir a hablar con Liam perdí el control y por eso estabas muriendo, por eso jamás te besé, porque al besar tus labios te estaba otorgando la muerte. Y no sabes cuanto me ha estado carcomiendo esto, cuanto llevo ocultando la verdad, y cada vez que quería atreverme a decirte todo, algo me lo impedía. Perdóname Iris, pero mi amor por ti no me lo permitía.—Entonces ¿Quiere decir que estamos muertos? — preguntó con voz temblorosa.
—Aún no lo estas, tu alma está flotando en un limbo entre la vida y la muerte.
—¿Tú estás muerto?
—Si ¿Recuerdas que te dije que no me gusta recordar mi pasado? Es porque tuve una vida muy miserable, mis padres todo el tiempo peleaban por cosas sin sentido, todo el tiempo había gritos, y peleas, un día simplemente salí de casa, yo... Bebí demasiado y decidí terminar con mi vida, si a eso se le podía llamar vida.
Ese fue mi pecado, y mi condena es llevar a las personas a su destino, la muerte. Pero contigo no pude hacerlo, tenía tanto miedo de perderte y sé que fue egoísta de mi parte, solo busqué mi felicidad por un momento, no pensé en como te sentirías. - ella se quedó en silencio, sin saber que decir, sin saber que pensar, no podía que creer que todo lo que vivió con él fue más que una ilusión, que jamás salió del hospital, que por eso se veía así misma acostada aún en la camilla.—Dime algo, por favor.
—Es que... No puedo digerir todo esto... Andrew. Tal vez piensas que fue egoísta pero si hay algo que no puedo negar es mi amor por ti, y que hiciste tanto por mí, esperando a que yo pudiera despertar y seguir con mi vida.
—Sé que suena tan irreal, pero debes creerme. Te mentí pero esta vez estoy siendo sincero contigo, todo lo hice por amor. — la noche había llegado, el mar comenzó a inquietarse, las nubes se arremolinaron, los rayos iluminaban el cielo.
—¿Que es eso? - se abrazó a él, mirando ambos a su alrededor.
—No hay nada que hacer, el tiempo se acabó.
—¿Se acabó? Llévame contigo, no quiero estar sin ti.
—No me hagas esto mi amor, no quiero arrancarte la vida.
—Tú lo dijiste, hay un momento en que debemos seguir el camino que ya está escrito para todos. - fijo su vista en sus hermosos ojos grises llenos de lágrimas.
—Te amo con toda mi alma Iris, eres lo más hermoso que he conocido en toda mi existencia.
—Te amo Andrew, te voy a amar toda la eternidad. — tomó las mejillas del chico, parándose sobre las puntas de sus pies y acercándose al rostro de él, cerraron los ojos juntando finalmente sus labios en medio de la tormenta que los rodeaba, ese beso tan ansiado al fin había llegado, demostrando todo el amor que sentían, aunque ese beso también marcaba el final de la vida de Iris.
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• 𝑻𝒉𝒆 𝑲𝒊𝒔𝒔 𝑶𝒇 𝑻𝒉𝒆 𝑫𝒆𝒂𝒕𝒉 •
Romance¿Qué es la vida? La vida no es más que un instante en la Tierra, la vida es tan corta como soplar una vela, se va en un abrir y cerrar de ojos. ¿Qué es la muerte? Es el cese irreversible de las funciones vitales del organismo. Pero, ¿Quién es Andrew...