El encuentro

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Ha ha, nuevo fic. Este es el episodio piloto se podría decir, espero que lo disfruten ya que se pondrá interesante chavos., ya sin más que decir se despide esta margarina, los veo después.


El psíquico y la médium


La oficina más famosa por atender casos sobrenaturales y fuera del espectro de la ciencia había tenido un día atareado, por ser los únicos que exorcizaban espíritus y otras malas entidades que afligían a las pobres víctimas que acudían casi de rodillas pidiendo socorro era de esperarse que fuese un lugar con mucho flujo de movimiento. El jefe de la oficina, Reigen, un hombre en sus tardíos veintes se encontraba reposando sobre su silla reclinable, dando vueltas sobre su eje lentamente, mirando el techo de forma pensativa.

—Vaya que han ido incrementando. —Comentó con un tono que denotada que más que agotado del trabajo, se encontraba cansado de cómo iba la situación. Detuvo el girar de su silla para quedar frente a frente con su escritorio, observó la documentación que todos aquellos clientes del día habían llenado. Sus parámetros eran más complicados de definir de lo que la gente podría darle crédito, tenía que descartar que el cliente tuviera una condición mental aún no diagnosticada, algún problema de salud de la misma índole, o algo que afectara sus capacidades motrices, puesto que todos se encaminaban a su puerta bajo la misma razón, problemas con lo paranormal, el cuestionario era riguroso, realmente tenía que asegurarse que no le estaban tomando el pelo o simplemente estaban confundiendo los síntomas. — Cada vez hay gente mas extraña ¿será algo en la comida últimamente? No parece ser el caso. —Chasqueó la lengua el peli naranja, dejando escapar otro suspiro, tomando la documentación y guardándola en un folder, para después archivarla en uno de los cajones de su escritorio.

Se puso de pie y caminó hasta el vitral de cristal que fungía como muro y a la vez, vista de su complejo en el edificio, era un gran edificio, las vistas eran muy buenas tanto a la naturaleza, como a la urbanización bajo de ellos que parecía extenderse en el horizonte, donde los rayos del sol de color carmín bailaban entre las colinas, la estrella ya comenzaba a descender para terminar su ciclo del día. El todólogo estiró los hombros hasta escuchar un leve crujir en su espalda, liberando la tensión que comenzaba a molestarlo, tomó su saco gris y se lo puso sobre el hombro, ya se estaba haciendo tarde, era hora de cerrar.

Entonces el joven que durante todo este tiempo permanecía sentado en un sofá de tres personas, al frente izquierdo del escritorio alzó la mirada tranquila que momentos antes se encontraba sobre su Smartphone.

—Maestro ¿Ya es hora?. —Preguntó más como parte del protocolo, puesto que ya sabía la respuesta a su propia pregunta y por lo tanto, se puso de pie y tomó su mochila, sacudió su uniforme de tercero de secundaria y guardó su celular en su bolsillo, listo para salir.

—Gracias al cielo que sí, hoy fue un día algo pesado ¿Eh Mob?. —Respondió Reigen, comenzando a cerrar las persianas y apagando las luces. —Me pregunto a qué se debe todo eso ¿A ti no te parece curioso?. —Detrás de él venía siguiéndolo el adolescente, con una mirada tranquila que a vistas ajenas se podía intuir que se encontraba dentro de su propio mundo.

—He visto muchos más espíritus malignos recientemente. —Contestó con el mismo tono monótono y carente de emoción, siguiendo su andar has quedar fuera de la oficina. —No son fuertes pero sí numerosos, toma más tiempo del que me gustaría exorcizarlos a todos.

—Qué necedad la de esos entes, deberían simplemente descansar. —Comentó el todólogo con casualidad, cerrando su lugar de trabajo y andando al elevador junto a su pupilo. —Bueno no me puedo quejar, nuestro modelo de negocio está cimentado sobre esa idea básicamente.

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