Él enfocado en poder expresar sus sentimientos, ella enfocada en poder contenerlos. Él decidido en no utilizar sus poderes, ella desesperada por aprenderlos a controlar. Exorcizar espíritus o ignorarlos, Shigeo Kageyama y Miko Yotsuya tienen más en...
Lamento haberme tardado tanto, a la brevedad les explico que fue porque estoy trabajando intensamente, en los ratos libres que tengo, en la sorpresa del final de este fic, que advierto, a partir de este episodio comienza la recta final de la historia, espero que lo disfruten tanto como yo al escribirlo y vagamente ilustrarlo.
Como les decía, me estoy tomando mi tiempo porque estoy haciendo los dibujos que necesito, con lujo de detalle y como son muchos, pues a veces me atrapo haciéndolos jajaja, en fin, un saludo a todos, nos vemos en la siguiente.
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Consultas de lo paranormal y más, la llamativa pero humilde oficina localizada en aquel pequeño edificio departamental, dónde Reigen se encontraba bebiendo su personal taza rebosante de café, a su lado su empleado de medio tiempo, Serizawa al igual que él, ingiriendo el elixir que los vigorizaba con energía para realizar las tareas de aquel día que apenas comenzaba, la luz de tonos ámbar entraba con imprudencia por los ventanales de aquel lugar, bañandolo con su luminiscencia.
—Espero que hoy sea un día tranquilo, quiero pasar tiempo checando mi correo, no lo he visto en mucho tiempo.— Anunció el dueño del negocio. Era cierto que tenían mucho tiempo sin tener un día tranquilo, ahora que la fama del lugar se había echo tan grande.
—Es algo bueno, me da tiempo de seguir estudiando. —Confesó el pelo negro, atrayendo telekineticamente un libro de gran grosor hacia su mano.
—Estás trabajando muy duro en tus estudios. —Observo con tono de voz en asombro el peli naranja. —Lo haces muy bien, Serizawa.
—Gra... cias, Jefe. —Espetó casi tartamudeando el poderoso esper.
—Tú y Mob, lo están haciendo muy bien, me alegra mucho que sigan creciendo. — comentó con casualidad el falso psíquico, esbozando una pequeña sonrisa. —¿Pero que carajo fue eso? Soné cómo un papá orgulloso hace unos momentos. —Meditó con algo de conflicto.
—Gracias, jefe. —palabreó el psíquico con profundo agradecimiento, el sonrojo en sus mejillas era notorio.
Ambos se distrajeron al escuchar la puerta de entrada abriéndose, observando que se trataba del chico de secundaria inexpresivo. Llegó y se sentó en su lugar designado. Reigen pudo notar que el chico tenía una vibra extraña, incluso en su limitado repertorio de expresiones era claro para él que el corte de tazón estaba cabizbajo.
—¿Le estará preocupando algo?. —Se preguntó en sus adentros.
—Maestro... —La voz suave del chico atrajo su atención, ambos cruzaron los ojos y el falso psíquico esperó lo que el chico tenía que decir con paciencia.
