capitulo 4

1 0 0
                                    

Llego a casa y escucho sonar por la radio música del grupo Maná y observó a mi madre que se tambalea de un lado a otro de la cocina al ritmo de la música, subo a mi cuarto dejó  mi  bolso  arriba  de la cama.  Al bajar notó que ella no se a dado cuenta de que e llegado,  voy a la cocina y al saludarla da un salto como si la hubiera asustado, abro la nevera  para sacar un vaso de agua.
-Valentina que susto me has dado ¿Hace cuánto llegaste?. Que no me e dado cuenta.
-Hace cinco minutos, eso creo. Y me siento en los bancos del mesón
-A ya y ¿cómo te fue tu primer día de clase?. Suspiró, pongo los ojo, y en lo que iba a responderle viene llegando papá del trabajo.
-Hija te ves linda con ese uniforme. Me ruborizó un poco al verlo a el muy contento observándome de pies a cabeza.-Amor que  hay para comer que estoy casi muerto del hambre y tengo que irme horita a las dos. Y se acomoda en la mesa
-La comida está lista cariño ,valentina  ayúdame a sacar  la jarra  de  jugo, los vasos ponlos en la mesa y  me apagas el radio por favor. Me pide el favor mamá mientras coloca la comida en la mesa. Nos sentamos a comer y mi mamá me vuelve a preguntar.
-Y bien ¿ Cómo te fue en tu primer día?.
-Creo que peor que este día no lo creo, primero en lo que me estoy bajando del autobús me pegaron con la puerta de un carro, segundo una muchacha  que se cree dueña del colegio no me deja presentarme a la clase y tercero  ella misma me tumba la comida de la mesa, ¡creo que como esa bienvenida  no hay mejores!. Les tengo mucho aprecio a mis padres y siempre les cuento todo lo que me pasa ellos son mis mejores amigos. “ SON LOS MEJORES”. Se orgullecen mis pensamientos.
-Y ¿ le dijiste a alguien?. Pregunta papá con un tono molesto.
-No, no quise, además tampoco quería que el primer día estuviese colocando quejas en la dirección.
-Mmm, bueno cualquier cosa nos avisas por favor.
-Esta bien. Y le sonrió para que vea que no me e afectado.
-Lo único bueno es que el transporte pasa por aquí. Dice mamá en tono burlón.
-Si lo único bueno. Eso nos causa tanta gracia que nos empezamos a reír. Terminamos de almorzar en silencio y al terminar me paro de la .
-Voy a estar en mi cuarto porque tengo tareas que hacer. Me despido de ellos que siguen sentados en la mesa hablando de como les ha ido el día.
     Entro a mi cuarto me quitó el uniforme y me meto a bañar.   Parece una locura lo que me pasó hoy, primero el carro, después la comida al suelo, y ese chico como que me llamo víbora, al principio se veía arrepentido cuando me fue a pedir disculpa, pero después de portó como el propio idiota y   a pesar de que yo estaba aturdida con el golpe pude detallarlo muy bien y es muy simpático la verdad. “DEJA DE DARLE TANTAS VUELTAS AL ASUNTO”. Mis pensamientos me hacen aterrizar a tierra. Dejo que el agua me caiga lentamente por todo el cuerpo. Salgo del baño me pongo la ropa  íntima de color  rosa palo, me dejo la bata de baño y me pongo hacer la tarea. Cuándo  terminó las tareas, veo el teléfono la hora y son las cuatro de la tarde. Me pongo un pantalón de color negro, una franela amarilla  de corazones blancos, unas zapatillas blancas y me hice una dona en el cabello. Bajo y veo a mi mamá que está viendo  televisor.
-Mamá como terminé de hacer  las tarea temprano voy a ir a la heladera que está por aquí. Esa heladería la ví cuando venía en el autobús.
-Esta bien pero no vayas a venir tan tarde.
-De acuerdo.
     Saco mi bicicleta de color negra con flores azules y me abro camino a la heladería. Cuando llegó pido una barquilla  de chocolate, mantecado, con  chispas  colores y un refresco de manzana.  Me  siento cerca del gran ventanal para estar pendiente de la bicicleta. empiezo a  comer el helado que por cierto son muy ricos y cremosos, escucho que suena la campanita de la puerta y al voltear veo que es Tatiana y me alegro mucho al verla.
-Hola.
-Hola Valentina.
-¿Vives cerca de aquí?. Me atrevo a preguntar.
-No, vivo un poco retirado pero vine hoy  porque como mi papá iba hacer unas diligencias  por aquí cerca y le dije que me trajera y aquí preparan un banana Split demasiado rico, pero déjame pedirlo y horita regreso. Y yo asiento con la cabeza. A los segundos regresa con un gran razón con el banana Split y una botella de agua y se sienta al frente de mi.
-Y ¿ Has venido sola?
-Si vine en bicicleta. Y le señalo la bicicleta. Por eso me senté aquí para poderla vigilar.
-Que fino y ¿ Vives muy lejos de aquí o?
-No solo a tres cuadras, entrando por la urbanización que está aquí al frente.
-Esta bien, dame tu número para que podamos estar en contacto. Me dice mientras revisa su bolsa para sacar el teléfono.
-Si me parece muy bien. Y nos intercambiamos los números. Seguimos hablando de lo sabroso de los helados y de lo tranquilo que es el lugar. Ya cuando estoy por acabar el helado  vuelve a sonar  la campanita, volteo y para mi sorpresa era Diana con Alex y ella dice.
-Los parásitos  están en todas  partes. Pero que le pasa a ella será que las palabras que dice le hacen mucha gracia. Notó que Alex le suelta la mano un poco avergonzado por la actitud de su novia, nuestra miradas se sostienen en una décima de segundo y la apartó y se que estoy como un tomate y un poco irritada por lo que me dijo está mañana. Odio cuando me ruborizó porque mi cuerpo me delata. Veo el reloj y noto que son las seis y veinte. Me levanto de la mesa y me despido de Tatiana.
-Me tengo que ir nos vemos mañana.
-Está bien hasta mañana, yo tengo que esperar a mi papá que no debe durar mucho en llegar. Dice mirándose el reloj de pulsera.  Salgo y escucho lo que Diana y Álex dicen.
-Al fin se fue.
-¿ Por qué la tratas mal si ellas no te han hecho nada malo?.  Claro que si amor  porque  si no fuera  por ella no se te había  arruinado  la sorpresa.
-Bueno ya dejémoslo así vamos pedir los helados  porque  a eso vinimos. “ ¿ POR QUÉ NOS DEFIENDE?”. Se preguntan mis pensamientos.


El día que me cambio la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora