[Capitulo 6]

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Cuando era más joven solía soñar cosas un tanto extrañas, cosas sin explicación alguna.

Duendes, hadas con vestidos hechos de flores de colores, gigantes inmensos que se paseaban por todo el lugar, criaturas sin explicación alguna. Castillos hermosos, flores extravagantes y un ambiente único.

Decía que la cosa mas extraña que me había pasado eran los sueños, bueno, ahora no puedo decir lo mismo cuando un desconocido está en mi cama.

Algo que nunca entendí era ¿Porque soñaba eso? Cuando tenía siete años eso sueños empezaron, haciéndose aún más fuertes y realistas. Mi madre y padre solo decían que eran sueños normales, no eran verdad. Yo estaba completamente segura que significaba algo, ¿Porque era tan realista? Era como si yo misma lo estuviera viviendo.

Habían cosas que me dejaban perpleja, y otras cosas que eran fantástica y hermosas.  A medida que crecía me iba acostumbrando a los sueños, y cuando cumplí diez años los sueños cesaron, aún sigo recordando cada cosa que sucedía.

— ¿En qué piensas niña? — pregunto Damen.

— Tonterías.

— Ya lo sé pero quería ser amable para que pensarás que me importas.

Puse los ojos en blanco mientras miraba por mi ventana las gotas de lluvia, toda la tarde ha estado lloviendo y hacia un frío insoportable. Me abrazo a mi misma, miró de reojo mi cama donde está Damen leyendo un libro que sacó de la biblioteca, ya no aguantaba el frío así que sin decir una sola palabra me acercó a la cama para acostarse. Damen me miró con una ceja alzada.

— ¿Que? Es mi cama puedo dormir aquí.

— Como digas — murmura.

Me tapo con las sábanas suaves y veo a Damen sonreír, pero no era la sonrisa de siempre, la burlona o divertida era... Tierna.

— ¿Que quieres sapo? — solté de mala gana.

Su sonrisa desapareció y volvió a leer su libro sin decir una sola palabra, sonreí y me acomodé dispuesta a dormir.

— Tu gentil novio .— soltó Damen de mala gana —. Me dijo que me alejará de ti.

— ¿Novio? .— repetí confusa —. Estoy más sola que una cucaracha.

— Cucaracha .— repito —. ¿Eso se come?

Sonreí divertida.

— Un día te voy a traer una cucharada para que la pruebes.

El asintio lentamente y se mordió el labio inferior.

— Me cae mal tu novio .— informo —. Es muy feo.

— No tengo novio.

— Ajá.

Fruncí el ceño y mi vista fue hacia su libro, parecía un libro antiguo, nunca iba visto algo parecido.

— ¿Que lees? — pregunte con una sonrisa.

— Un libro.

— Ah.

Me acerque a Damen para poder leer pero el rápidamente se aparto nervioso, fruncí el ceño y le arrebaté el libro, sus ojos se abrieron de sorpresa.

— ¿De que trata? — dije mirándolo a los ojos.

— De... Leyendas.

— ¿Enserio? Parece muy antiguo.

— Si, son leyendas antiguas, ahora dame el libro .— Damen intento arrebatarme el libro pero no lo logro —. Dije que me lo dieras.

Dos Almas UnidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora