Capítulo 5: Seres humanos

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5-Seres humanos

**Zangetsu**

--Flashback—

Expiro el humo acumulado en mi boca del cigarrillo mirando hacia el cielo despejado del mediodía. Tsk! otro día aburrido en el cuartel, sin nadie a quien detener, sin ningún valiente que se atreva a retarme...joder ¿realmente todos me temen tanto? Puedo notarlo...incluso dentro del cuartel pese a ser el capitán siento que mis subordinados no están cómodos conmigo y mis superiores menos...

-Zan-get ¡su! - gruño al oír el tono cantarín de mi jefe Ishida Souken que viene acompañado de una niña de cabello larguísimo y yukata caminando cabizbaja.

-Quiero presentarte a alguien-

- ¿No es un poco joven para meterla en tu cama? - Ishida me da un manotazo en el brazo que incluso hace daño y vuelve a sonreírme tan campante recuperando su postura neutral. Pero será cretino...

-En todo caso sería "meterle" ya que es él- parpadeo volviendo a mirar hacia abajo haciendo que la criatura se agarre más al kimono de Souken. –Pero por nada del mundo haría algo así, solo tiene nueve años-

- ¿Y? ¿para qué lo traes? - aún me parece increíble que sea un niño. Es tan...escuálido y su rostro de muñeca lloroso es...

-Se llama Senbonzakura. Es del clan Kuchiki- jadeo al oír eso y compruebo que de verdad el mocoso tiene esos ojos grandes y redondos azules grisáceos típicos de los Kuchiki. Esa familia siempre ha sido enemiga de la nuestra e inevitablemente entrecierro mis ojos hasta que Souken me da una patada desconcentrándome.

- ¿Qué coño haces?? Estoy harto de que me des-

-Ni se te ocurra usar tu poder con Sen-chan. No es como tú crees-

-Esa familia posee un doujutsu visual muy...- me callo al ver que Souken permanece quieto y más cuando el pequeño gimotea llorando con más fuerza. No me jodas....

-Él no ha heredado ese don, Zangetsu. – trago saliva al entender lo que eso significa. –Es como tú...más o menos-

Como yo. Un desterrado, un repudiado, un apestado que no merece el honor de seguir la sucesión del clan Coyote. Un paria social, temido y peligroso del que es mejor desprenderse para evitar males menores. Conozco esa sensación. Ese estigma.

Senbonzakura ha pasado a ser mi "súbdito", al menos en las labores del cuartel y atenderme personalmente haciendo todo lo que le pida, como traerme cerveza, prepararme la cama o limpiar mi habitación más que nada. La verdad es que el mocoso no se ha quejado lo más mínimo, pero no tiene intención de entrenar, está callado casi todo el rato y siempre agarrado a la escoba con la que barre los suelos del tatami mientras le observo tumbado en el porche.

-Oé, como sigas barriendo sin querer entrenar, realmente te tomaré como una mujer- veo como aprieta el palo de la escoba y sus ojos se anegan de lágrimas. Tsk! que llorón.

-No me gusta...-

- ¿Ah? ¿Qué has dicho? habla más alto joder-

-¡¡Que no me gusta!!!- alzo una ceja cuando levanta la voz y me mira con ojos airados y brillantes por las lágrimas. - ¡No me gusta entrenar! ¡no me gusta este sitio! ¡¡y no me gustas tú!!!- abro los ojos de par en par cuando me grita eso antes de salir corriendo del cuartel fuera. Bueno...ya volverá, en cuanto se le pase la rabieta. Que tostón de crío.

-Zangetsu ¿Dónde está Sen-chan? Es hora de cenar y ha anochecido, me da miedo que se haya perdido por el cuartel- gruño cuando Souken me habla mientras como de mi cuenco y miro el reloj chasqueando la lengua entre mis dientes al ver lo tarde que es. Joder.

"Ninja, desu ka?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora