Capítulo 8: Cascada al anochecer

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8-Cascada al anochecer

**Byakuya**

He perdido la cuenta de cuantas veces he releído el mensaje que recibimos hace semanas del clan Coyote avisándonos de su visita en nuestra aldea para conocer al "resultado" de la unión entre Starrk y yo echo carne. Aún me siento indignado porque en estos meses Starrk no ha vuelto a dar muestras de interés hacia mí o nuestro hijo salvo por el último enfrentamiento con Abarai Renji en el día de mi parto. Me hierve la sangre cada vez que lo rememoro y aunque es cierto que mi hijo ha crecido a una velocidad sobrehumana en estos meses, me duele pensar que su padre no ha estado en ningún momento a su lado desde su nacimiento. Vivir esto solo...me ha dolido demasiado y eso que estoy acostumbrado a la soledad, pero con un niño de por medio...

-Byakuya-dono, Seikan-sama ya está vestido y preparado- asiento con un leve movimiento de cabeza al criado que ha entrado en mi estancia y salgo hacia mi habitación donde encuentro a mi pequeño hijo, de casi dos años "físicamente" aunque no hace ni un año que nació prácticamente. Nuestra sangre es demasiado poderosa y sé que este desarrollo acelerado es para que mi hijo de muestras cuanto antes de su poder, pero aun así...es tan efímera su niñez....

-Papi...- inspiro con fuerza al ver sus ojos azules idénticos a los míos, pero mucho más redondos e inocentes mientras me sonríe tímidamente. Me acerco a él inclinándome a su altura y retoco el pequeño kimono que le han puesto para el recibimiento de los Coyote. Sé que está incómodo porque apenas puede moverse bien, pero es muy educado y no suele protestar nunca. Es...idéntico a mí cuando era pequeño, pero mucho más dulce y sonriente, lo cual me desarma por dentro inevitablemente, aunque intente mantenerme serio ante él...

-Alza los brazos, Seikan- el pequeño obedece y en cuanto alza sus manitas, las mangas del kimono se apartan lo suficiente para ver las marcas negras que tiene alrededor de sus muñecas. Eso me hace inspirar con fuerza como cada vez que las veo desde que nació y no he dejado ni un solo minuto de dar vueltas a porqué mi hijo las tiene desde que salió de mi cuerpo. Mi padre dice que puede ser un signo de maldición o bendición, no lo tiene muy claro, incluso le han mirado varios de nuestros médicos sin darnos una explicación lógica y eso me confunde más aún. Si pudiera quitárselas...quitar este color que oscurece su blanca piel, como un estigma....

-Pa...papi...duele...- abro los ojos al darme cuenta de que le he apretado tanto las muñecas que le he dejado las marcas rojas de mis dedos en su delicada piel. Trago saliva antes de agarrar su cabecita para besar su frente pidiéndole disculpas y suspiro con tristeza mientras le miro.

- ¿Tienes las pulseras? - mi pequeño mete las manos en los bolsillos de su kimono y saca dos brazaletes dorados que ordené que hicieran para él exclusivamente. Para todos es un adorno, pero en realidad es lo único que cubre sus marcas sin que nadie pueda verlas. Si los Coyote lo vieran...no sé qué pensarían. A lo mejor es por haber mezclado nuestras sangres de forma mágica o prohibida o quizás realmente mi hijo está maldito. El solo pensar en esta última opción, hace que se me corte la respiración.

-No te las quites, Seikan. - mi hijo asiente con su cabeza y se le enrojecen las mejillas cuando me sonríe.

-Me gustan mucho papi...yo no quito...- me relajo internamente por su inocencia y cojo una de sus manos para salir fuera a pasear al jardín mientras esperamos la visita. Acerco a Seikan al estanque de mis kois que le gusta tanto como a mí y veo como se emociona al ver dos carpas, una azul y otra roja, nadando por la zona más superficial del agua.

-Byakuya- al rato de estar mirando el estanque mi padre se acerca a nosotros y me estremezco al ver a pocos metros de mí a Coyote Yhwach acompañado de su hijo Starrk el cual me mira cortésmente saludándome con un leve movimiento de cabeza. Eso me hace estremecer, pero me intento poner lo más serio posible mientras dejo a Seikan al cuidado de dos criados para que le vigilen.

"Ninja, desu ka?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora