Capitulo 5.

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Deidara quería haber ido a ver las pruebas de admisión del equipo de Slytherin para animar a Obito, pero él le había pedido que no fuera. Dijo que si sabía que estaba ahí mirando se iba a desconcentrar y lo iba a hacer mal. Cuidar de Tobi le estaba haciendo olvidarse de su impaciencia. Él y su lechuza se llevaban bien, excepto a la hora de la merienda cuando Katsu se puso territorial por las tiras de cecina que estaba repartiendo.

Ya no le quedaban cosas que hacer. Le había dado tiempo a practicar encantamientos e intentar leer el texto de defensa contra las artes oscuras del Lunes pero no podía concentrarse. Tampoco tenía hambre y a esa hora el estómago normalmente ya estaba pidiendo el almuerzo. Obito debía estar a punto de llegar, o eso esperó.

—¡Dei!

Atento a cualquier ruido, Deidara se puso en pie de inmediato. Obito venía corriendo por el puente de madera. Sonriente, se levantó del banco en el que habían quedado y corrió hacia él en lugar de esperarlo a que llegase.

—¿Cómo te ha ido?

—¡Dei! ¡Estaba tan nervioso! ¡Me dijeron que tenía que parar y...! ¡Diez veces! ¡Me temblaban las manos! ¡No sé como...! ¡Anko sacó las bludgers, es una sádica! ¡El profesor Orochimaru fue a mirar y pensé "oh mierda", bueno es normal es el jefe de la casa y le interesaba pero luego...! ¡Luego pensé que si hubieras venido habría tenido más presión para hacerlo bien y me habrías protegido de su influjo maligno pero ya era tarde para avisarte!

Obito hablaba rápido, parando para tomar aire.

—No he entendido nada. ¿Te han aceptado o no?

—¡Sí! —Deidara no vio venir cuando Obito soltó su escoba, lo abrazó por la cintura y levantándolo en peso comenzó a dar vueltas, riendo—. ¡Sí me han aceptado! ¡Soy guardián! ¡Soy el guardián de Slytherin ahora!

El mundo giraba y giraba y Deidara comenzaba a sentirse mareado.

—¡Felicidades, hm! Pero bájame.

Obito lo dejó en el suelo otra vez, la sonrisa no se le iba de la cara.

—Todo es gracias a ti.

—Nah. Eres bueno.

—Pero necesitaba apoyo moral, y tú me lo diste —sus ojos se volvieron vidriosos—, no sabes cuanto tiempo llevaba buscando esto. Nunca me creí del todo que lo conseguiría, y ahora que ha pasado aún no lo hago. Había gente de cuarto y quinto año ahí, compitiendo conmigo.

Un sollozo.

—Los de quinto deberían estar estudiando para sus TIMOS y dejando el Quidditch a los que se lo toman en serio de todos modos, hm. Mereces estar ahí.

—Igual gracias —Obito volvió a abrazarlo, esta vez algo más calmado—. Ahora tendré que entrenar con ellos, pero me gustaría que siguiéramos entrenando juntos también. Me lo he pasado bien contigo.

—No pensaba dejarte escaparte tampoco —replicó Deidara.

—Y tú aún no eres mi rival.

Separándose, recogieron las escobas y emprendieron el camino hacia el patio.

—La primera plaza que se quede libre será mía. Excepto la de guardián —comentó Deidara—. Si tuviera que quedarme quieto delante de los postes mientras los demás se divierten voy a pegarle fuego a algo.

—Es cierto, tú te ves más como un cazador. Pero ya te aviso que no dejaré que me metas goles.

—Y yo te aviso que te los voy a marcar todos, hm.

—Lo veremos —la media sonrisa de Obito desapareció cuando se sentó en el banco y sacaba una galletita para Tobi—. Sólo espero que papá Madara tarde en enterarse. Me hizo prometer que me olvidaría de juegos y estudiaría.

—No seas tonto —Deidara se sentó a su lado y acarició la cabeza de Tobi—. Acabas de entrar al equipo de Slytherin y andas preocupado por lo que él piense. Dile que te han admitido, que es lo que querías de verdad y que se aguante.

—Es cierto, es lo que quería —el chico volvió a sonreír, últimamente no se veía tan decaído comparado con el principio del curso—. Pero de momento, sólo de momento, lo mantendremos en secreto.







672 Palabras.

Una Aventura Por Hogwarts. Obi/dei (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora