Flawlees

Capítulo 23

HAZEL

Decidí vestirme con algo más llamativo a lo que siempre solía usar. Tenía puesto un vestido negro cintura alta algo corto. El vestido tenía un ligero escote, era precioso solo que..., nunca me había puesto este tipo de ropa porque me sentía muy insegura.

Llevaba unas botas de cuero también negras y algunos pequeños accesorios que no podían faltar. Mi pelo largo relucía suelto.

Dani ya estaba lista así que salimos de la habitación encontrándonos a los chicos en la salida y estaban todos guapísimos, incluso James. Aunque ellos siempre lo están. Los saludamos y subimos al coche de Adam.

Al llegar a la enorme casa, los guardias miraban con más cautela quien entraba, más que antes, lo que no me pareció raro.

Entramos y nos quedamos viendo la decoración. Consistía de los colores favoritos de Elena pero era todo muy sencillo como una reunión informal pero nada llamativa. Aún así la decoración para ser tan sencilla estaba hermosa.

Me sorprendí al ver a Katie y Dante allí. Dante se veía que le gustaba todo y estaba a gusto. Pero Katie miraba la sala como si estuviera en la escuela.

Vi a la hermosa cumpleañera recibiéndonos con una cálida sonrisa. Nos acercamos y la abrazamos sin abrumarla demasiado, un corto abrazo y muchas felicitaciones.

Cuando llegó mi turno de abrazarla inmediatamente le tendí el cassette —claramente envuelto en regalo—, ella me agradeció en voz baja y lo coloco en una mesa.

—Feliz cumpleaños —Le deseé acariciando su hombro—. Estás preciosa.

Ella soltó una suave risa acariciando mi mano en su hombro.

—Gracias. También estás muy preciosa.

Me aleje cuando Adam fue a abrazarla y a tenderle su regalo. Luego me dispuse a dejar el pastel en el centro de la mesa con delicadeza, que por suerte, es comestible.

Desvíe mi mirada hacia Jaden, él no me había quitado la mirada de encima y sabía que me estaba evaluando de arriba a abajo. Lo mismo hice con el.

Llevaba una camisa negra remangada con algunos botones desabrochados y el pelo algo despeinado pero hoy relucía más que siempre. Se veía guapísimo, tanto que me quedé anonadada mirándolo, temí que se diera cuenta pero ya era muy tarde. Subió la mirada a mis ojos y me dedico una media sonrisa que me derritió por completo.

Se acercó a mi a paso lento y cuando estuvo frente a mi me recorrió el rostro con la mirada.

—Hola, muñeca.

—Hola...

Jaden sonrió y pareció tener la tentación de apartarme el mechón de pelo que me estorbaba en la cara. Lo hice yo misma y él pareció lamentarse.

—Estás preciosa —Confesó ahora serio, vi como tragaba saliva.

—Gracias —Sonreí mirándolo—. Tú también estás muy guapo.

Jaden sonrió de nuevo en forma de agradecimiento y se alejó de mí para saludar a los demás. Sentí que una conexión eléctrica me recorría el cuerpo cuando su hombro rozó con el mío. ¿Por qué me sentía así cuando estaba cerca o me tocaba? ¡Era ridículo!