1. Mi esposo, mi novio, y mi amante

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[Pov. USA]

Sentía que mi cabeza podría estallar en cualquier momento... No tenía idea de la hora, y lo único que me hacía saber que había amanecido eran los odiosos rayos de sol que chocaban contra mi rostro, y que lograron despertarme aún yo cuando ni siquiera era capaz de abrir los ojos.

Mis propios párpados me pesaban, y mi única reacción para no volverme a dormir fue tomar una gran cantidad de aire hasta llenar mis pulmones por completo y suspirar con pesadez. Al sentir que el sueño aún podría vencerme, comencé a frotar mi rostro de manera brusca, dando también pequeños golpes en mis mejillas.

Estiré mis brazos y mi espalda entre bostezos, mientras aún maldecía en mi interior por cada punzada a mi cabeza. Mi cuerpo rodó por la superficie de la cama hasta que los rayos de luz dejaron de molestarme. Inconscientemente, me aferré a las suaves mantas que me cubrían mientras trataba de tomar la fuerza suficiente para aceptar de una vez que había iniciado otro horrible día en el que yo aún seguía vivo y debía levantarme para fingir que eso era grandioso.

Mis ojos comenzaron a abrirse lentamente sin ninguna clase de ánimos, hasta que después de algunos segundos pude darme cuenta de algo que llamó mi atención. No estaba en mi casa.

Levanté mi vista de forma abrupta ante el pánico que me invadió, y me hizo revisar por los alrededores tratando de encontrar cualquier cosa que me resultara conocida. Al final, no me tomó mucho darme cuenta que estaba en el apartamento de Brasil, en una de las habitaciones de huéspedes. Esto resultó un gran alivio para mí e inmediatamente pude sentirme a salvo... Claro, hasta que me di cuenta que había alguien durmiendo junto a mí. 

Mi reacción fue tomar el primer objeto de gran peso que encontré a mi alcance, el cual resultó ser una lámpara de noche al costado de la cama. Miré con horror el pequeño bulto cubierto de sábanas que estaba a mi lado, preguntándome si primero debía revisar de quién se trataba, o simplemente atacar a matar. 

No muy convencido tomé la primera opción. Acerqué mi mano lentamente hasta poder levantar la delgada manta color blanco que no me dejaba ver el rostro de aquella persona dormida... Tragué en seco, y aún cuando tenía miedo terminé por descubrirlo lentamente, encontrándome así con un mexicano profundamente dormido que sólo me hizo abrir mis ojos aún más.

Terminé por bajar mi arma ante la confusión que sentí mientras seguía apartando la sábana; me detuve cuando noté que él no estaba usando nada de ropa. Sentí que mis mejillas quedaron sonrojadas en ese momento, y aún cuando traté de no hacerme muchos escenarios ni suposiciones en mi cabeza, todo se fue al carajo cuando me di cuenta que yo también estaba desnudo... 

Parpadeé un par de veces mientras intentaba recopilar la información que tenía para tratar de recordar como terminé en esta situación...  No necesité de mucho tiempo, pues con tan sólo concentrarme durante algunos segundos un gran montón de imágenes y recuerdos llegaron a mi memoria de forma continua hasta dejarme abrumado. 

Quise bajar de la cama, pero a penas traté de ponerme de pie mis pierdas temblaron y tuve que sostenerme del mueble que tenía al lado para no caer de rodillas. 

- T-Te odio - Murmuré entre dientes mirando a México dormir, responsabilizándolo completamente de mi estado actual 

Tomé una de las cobijas y sólo envolví mi cuerpo en ella mientras recorría un poco la habitación para tratar de encontrar mi ropa. Al final la vi tirada en el piso junto a algunos cojines, pero sólo tuve que recogerla para recordar que había derramado una bebida sobre mi camisa durante la noche, así que la dejé de lado para caminar hacia el gran closet que estaba otro extremo de la habitación.

 Yo había ayudado a Brasil para mudarse a este departamento hace un par de meses, por lo que sabía exactamente dónde estaba cada cosa, y este era el cuarto que usaba para guardar la ropa que no cabía en su armario principal; así que considerando mi situación y el hecho de que soy uno de sus mejores amigos me tomé la libertad de tomar algo prestado.

- Nueve meses para amarte - Mexusa Countryhumans -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora