4. Y de pronto eras tú

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[Narrador omnisciente]

Una nueva reunión estaba por iniciar en el edificio de la ONU, dirigida especialmente para todos los países del continente americano, quienes ya empezaban a presentarse a la sala de juntas minutos antes de que la conferencia diera inicio.

En esa mañana, Brasil se llevó una gran sorpresa al recibir un mensaje de su amigo estadounidense, quien le pedía que lo llevara a la reunión; el latino no tuvo mayor problema en acceder, pero estuvo claro desde el inicio que algo había pasado, pues de otro modo habría sido Canadá, Japón, o inclusive Finlandia el encargado de hacer el papel de chofer para USA.

Sin embargo, y aún cuando su mente se encargó de hacer mil y un teorías de qué era lo que América quería hablar con él, la realidad sobrepasó sus límites por mucho, hasta el grado de hacerle pensar que todo era sólo un juego de mal gusto.

- No te creo

- Pues deberías, después de la primera me hice cinco pruebas más y el resultado fue el mismo -  Mencionó con la mirada baja, casi ofendido por la poca confianza del brasileño

- Me da igual, no puedo creer que hables en serio

- ¿Y crees que yo sí? ¡Jamás quise nada de esto!

Los segundos pasaron mientras que el latino se esforzaba por prestar atención a la carretera a la vez que procesaba la noticia que su amigo acababa de darle, haciendo que de pronto le surgiera un nueva duda.

- ¿Eso quiere decir que no debo emocionarme con la idea de ser tío? - Preguntó con poca seriedad para que la tensión dentro del auto no aumentara; claro que las expresiones de USA le hicieron saber que no debía jugar con el tema - Vamos.. si reaccionas así con la noticia debo creer que entonces planeas hacer algo al respecto

- ¿Crees que debería?

- Es tu embarazo, cualquier cosa que yo o que alguien más quiera decir no importa realmente

Escuchar estas palabras fue todo lo que necesitó el norteamericano para suspirar hondo, y así tener la confianza en contarle todo a su amigo brasileño. 

- Ese día.. Japón habló con un amigo y me consiguió un cita en una clínica. Fuimos juntos y confirmaron mi estado, me hicieron un par de pruebas y luego me preguntaron qué quería hacer..

El latino tras el volante sólo miraba de reojo al estadounidense, quería que él supiera que le prestaba atención, pero al mismo tiempo no sabía si era correcto el si quiera hablar.

- ¿Y.. te sientes bien? Supongo que fue una decisión dura

- No es así..

- Vamos, no tienes que ser fuerte con esto, aún si no lo deseabas seguro que-

- No, no me entiendes, no pude hacerlo. O más bien.. no quise hacerlo aún.. - Mencionó al mismo tiempo que sus manos pasaban a abrazar su propio vientre, sorprendiendo a Brasil tras darse cuenta a lo que el mayor se refería - Me dieron alternativas.. el aborto, la adopción.. no importa, al final sólo decidí irme

- ¿Entonces... de verdad vas a tenerlo? - Preguntó mientras detenía el auto, llegando al estacionamiento del edificio

- No lo sentí al principio, de hecho, creo que al enterarme en serio odie toda la idea... pero cuando me preguntaron qué deseaba yo, y qué era lo que quería para mi futuro.. fue ahí cuando realmente me lo planteé todo.. cada alternativa, cada vida.. y me di que cuenta que sí, puede que si quiera a mi hijo en una de ellas - Aún cuando las expresiones de América no cambiaron al decir esto, el latino pudo percibir perfectamente el cambio en la voz de su amigo, dándole tranquilidad al ver que no se sentía mal con ello

- Nueve meses para amarte - Mexusa Countryhumans -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora