- Nueve meses para amarte - Mexusa Countryhumans -

8. El precio del amor

[Narrador omnisciente]

"No finjas que seremos una buena pareja"

Estas habían sido una de las tantas palabras que América había usado para rechazar al latino, quien no había logrado sacar de su mente todas las cosas que dijo aquel norteamericano hace tan sólo unos días. Desde entonces, estaban más distantes y separados que de costumbre, llegando al punto en el que USA no le dirigía la palabra para nada más que no fueran órdenes de quehaceres domésticos, o informar que saldría sin más. Ni siquiera lo saludaba por las mañanas ni hacía quejas sobre la comida, y eso ya era bastante raro.

Aquella tarde, y aprovechando que América había salido a casa de su hermana, México decidió ir con un par de amigos a un bar en donde se reunieron; y aunque su plan era distraerse un poco de todos los acontecimientos de los últimos días, la realidad era que aunque Perú y China lucían bastante entretenidos bebiendo y comentando sobre sus parejas o cualquier otra cosa que se les viniera a la mente, la verdad era que México ni siquiera les había puesto la mínima atención, debido a que en su cabeza no se iba la imagen ni las palabras de cierto estadounidense que lo tenía más confundido que nunca.

Tenía que admitirlo, no había podido dejar de pensar en él y la forma tan directa en la que desechó cualquier posibilidad que implicara estar juntos.

Tal vez tenía razón hasta cierto punto, él había terminado con Venezuela hace poco tiempo, mientras que América no había acabado formalmente su relación con Finlandia. Sin embargo, ahora compartían un hogar, y en cuestión de meses tendrían un bebé ¿Es que acabo USA pretendía seguir con su matrimonio en una situación así?

México dudaba mucho que Finlandia o cualquier otro aceptaría una relación en esas condiciones, por lo que asumía, era sólo cuestión de tiempo para que USA firmara sus papeles de divorcio. Y siendo así, no entendía porque él se apresuraba tanto como para decir que nunca tendrían una oportunidad.

Ambos eran bastante compatibles, y estaba claro que se gustaban, por eso había terminado en su situación actual, pero entonces ¿Qué era aquello que le desagradaba tanto a USA como para no darle una oportunidad si quiera?

Sí, quizás no estaban enamorados el uno del otro, y eso era normal, a penas se conocían, pero eso no significaba que no podrían tener esos sentimientos por el otro en el futuro. Además, en una opinión que podría ser cuestionable para muchos, México creía que era lo correcto. Cortejar a América, y casarse para darle una familia estable y amorosa al hijo que esperan era el plan que deseaba seguir; claro que la reciente opinión de aquel norteamericano le dejaba las cosas más difíciles, y se cuestionaba si debía implementar alguna estrategia.

- México! - Aquel llamado en voz firme al fin logró sacar al latino de sus pensamientos, mirando a su amigo oriental para encontrarse con él y con Perú viéndolo fijamente y con notoria confusión - ¿Estás bien? Ha pasado casi una hora y no has bebido nada

México soltó una corta risa para restarle importancia a aquel comentario, antes de levantar su vaso con simple agua, aún cuando entendía bien a lo que se refería el asiático.

- Genial, serás el conductor designado - Soltó Perú antes de terminar su tarro de cerveza sin mucho más interés

- No hablas, no bebes, y no has dicho una sola estupidez desde que llegamos. De verdad que América te sienta bastante bien - Mencionó China a manera de burla para hacer que el latino rodara los ojos

- Baja la voz.. Sé que yo les conté lo del embarazo, pero mientras no solucione nada con América no deberían saberlo, así que deja de mencionarlo antes de causarme problemas