46. ¡Qué empiece la obra!

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El día de la obra llegó, los nervios eran palpables en Keqing, la cual estaba rezando para que todo saliese bien, y para evitar inconvenientes, la primera obra fue la de Caperucita roja para quitarse la obra más "peligrosa" de encima antes.


—¡No te preocupes! ¡Benny's Team cumplirá con su misión! —dijo alzando el puño mientras cogía la cesta

—Dios mío Bennet... —murmuró Aether poniéndose una mano en la cara

—Es un toque original —le restó importancia Lumine con una cara divertida

El camino fue más o menos bien, algunas veces a saber cómo, el foco de luz le daba directamente a la cara a Bennet, haciendo que perdiese el equilibrio, o que la cesta se le cayese algo y así continuamente, pero cuando finalmente llegó hasta donde yacía Razor a la espera fue cuando los nervios de Amber salieron a flote suplicando para que Razor dijese bien las líneas.



—¿Dónde ir?

—Oh!, ¡Hola señor lobo! Verás, voy a la casa de mi abuela —sonrió con confianza

—¿En cesta llevar mucha comida? -siguió con la pregunta




Así continuaron los diálogos entre esos dos hasta que finalmente Bennet continuó con su camino y Razor "corría" hacia la casa de la abuela, durante unos segundos, el telón se cerró, pero segundos después se abrió dejando ver un nuevo escenario con Barbara tumbada en una cama.




—¡Barbara te ves preciosa! —gritó alguien del público

—Ese Albert... —negó con la cabeza Aether

—Tenía un cruhs en Barbara, ¿verdad?

—Obsesión más bien —se cruzó de brazos negando





Pero de todos modos Razor hizo lo suyo, "atacar" a la abuelita, la chica dio un grito de horror y el telón se volvió a cerrar, abriéndose de nuevo con un Razor tumbado en la cama ajustándose el gorro.




—¡Abuela ya estoy aquí! —entro Bennet al escenario y abriendo la puerta improvisada que había, pero por desgracia, esta se había caído encima de Bennet, pero enseguida la apartó— ¡E-estoy bien!




La obra continuó, con los típicos diálogos de "¡Qué orejas más grandes tienes!", y más, en algunas partes Bennet se olvidó un poco del diálogo, pero le tocó improvisar para que la obra no se fuese más a la mierda.





—¡E-eh, e-eh! —dijo al quedarse bloqueado-—¡A-abuelita que ojeras más grandes tienes!

—...

—¡Razor!, ¡síguele el juego! —le susurró Amber lo más cerca posible pero que no se la viese en escena

—... No dormir bien por esperarte —dijo finalmente para alivio de varios

Universidad de TeyvatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora