21. Día de angustia

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Pequeños golpes despertaron a Aether, cuando levantó su mirada se encontró con Lumine mirándole con tranquilidad y ya vestida.







—Teníamos que hablar, hermanito —dijo ella con bastante seriedad

—Cierto... —contestó con voz ronca— dame unos minutos

—Te esperaré en la estatua de Barbatos

—En seguida estoy








Lumine salió de la habitación para dirigirse al lugar acordado, pero en mitad de su tranquila y "solitaria" caminata paró en seco de andar.






—Me pregunto cuando dejarás de hacer de espectro, porque créeme que estás lejos de asustarme —dijo mirando el vidrio que permanecía delante de ella








Escuchó un leve sonido de molestia, mientras que en la ventana se reflejaba como una mujer de cabellera rojiza y corta aparecía tras suya.

Sin poder evitarlo, alzó una ceja mientras se volteaba para mirar mejor a aquella persona de aspecto tétrico.






—¿Se te ofrece algo?

—Me sorprende que te hayas dado cuenta cuando ni tu hermano se percataba de mi presencia

—Aether sigue siendo bastante inocente en varios sentidos —suspiró— yo tengo mis métodos, de todos modos, ¿eres admiradora de Albedo o algo?, eso de seguir a gente en mitad de la madrugada no es algo que inspire mucha confianza que digamos

—Solo vigilo que los dos no seáis peligrosos, no permitiré que hagáis nada que perjudique a Teyvat

—De esto estate tranquila, a día de hoy no pensaba continuar con dañar más Teyvat —suspiró colocando su mano en su cadera— a no ser de que esa mujer consiga la custodia de nuevo

—¿A día de hoy?






Lumine cerró los ojos con pesadez, esa mujer la había estado vigilando junto a Albedo y no se había enterado de que ella del abismo, maravilloso, pensó, había fracasado totalmente cuando no se enteró ni de la información valiosa.

Aunque pensándolo bien, significaba que Albedo también era peligroso según las palabras de la mujer, de todos modos qué importaba, este estaba dispuesto a no juzgarla ni alejarse por lo del abismo, así que daba igual si era peligroso o no cuando ella misma podría llegar a ser quién destruyese todas las naciones.




—Cosas sin importancia —le restó importancia— simplemente me gustaría solicitarle que no esté acosando a los alumnos aunque sea por seguridad, y más que seguridad asustará a los alumnos profesora...

—Rosaria, profesora de religión —le dijo de brazos cruzados

—Religión... —murmuró— bueno, el caso












La chica comenzó a entablar una charla con Rosaria, así, descubriendo que esa mujer era la que estaba fuera de la ventana y quién la encerró con Albedo, ¿Razón? ninguna.

De todos modos, después de un rato acabó convenciendo más o menos a Rosaria de que ni ella ni Albedo representaban algún peligro para la universidad, así que de algún modo, consiguió que la mujer la dejase en paz durante una temporada, eso sí, como se entere sobre el abismo la tendría pegada al trasero vigilándola.








—Ya estoy aquí —sonrió Aether acercándose a ella— ¿De qué me querías hablar?

—¿Recuerdas que ayer te pedí que te fueras para poder hablar a solas con Scaramouche? La razón es porqué le pedí que buscase a alguien

Universidad de TeyvatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora