|• Capítulo 5•|

118 14 5
                                    

Victoria

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Victoria

Arranque la hoja del cuaderno donde hacia el resumen de historia.

Estaba enfadada, conmigo misma.

Suspiré tratando de pensar mirando las paredes blancas de mi habitación, el espejo delante de mi mostraba a mi cuerpo con pijama, que consistía en unos pantalones de seda que me encontré por ahí, y una camiseta de mangas cortas con el logo de algún videojuego.

-¡Porque eres tan inútil! -le grite a mi propio reflejo, mi cara estaba más pálida de lo normal, tenía algunos granos que me habían salido por culpa de no saber usar bien el maquillaje y mi cabello con una coleta alta mal hecha.

En fracción de segundos una voz en mi cabeza dijo lo que Ángel me había dicho hace unos días y durante estos días, lo he estado evitando a toda costa, aunque el ya no parece con muchas ganas de hablarme.

El espejo no te miente, pero tú sí.

Se que quiere jugar conmigo, no invitaría a alguien como yo al baile solo porque sí.

Mire la hoja en blanco, y comencé a buscar nuevas cosas en los cajones de mi escritorio blanco, todo mi lugar de trabajo estaba hecho un desastre, hojas arrancadas en el suelo y en la superficie del escritorio, lapiceras abiertas y otras pintando con su color mis papeles ya qué se habían roto, colores, tijeras, lápices, más cuadernos, y más libros.

Todo muy lindo - noten el sarcasmo.

Me levanté y mire mi ropa que el día de ayer había usado, mi familia tuvo una cena "familiar", y ustedes saben cómo acabe después de que tienes una familia que te critican por todo, jamás serás la sobrina, nieta o hija perfecta para nadie.

Me deje caer en mi cama exausta de buscar lo que sea que están buscando y ya olvidé.

Un temor que no querías tener, el temor de enamorarte.

-¿Porqué mierda le dije eso?

Gruño y tomo mi cabello jalandolo, paso mis manos por mi cara estirando la piel en ella.

-¡Hija, llegó tu amiga!

Sonreí de inmediato, ella siempre me alegraba el día.

-¡Miranda! -alce mis brazos y la abrace en cuanto mi amiga abrió la puerta café de mi habitación.

-Si, si hola Victoria -me abrazo rápido y entro, cerré la puerta cuando justamente ella se dejó caer en mi cama de sábanas blancas y cobija negra con puntos blancos.

-¿Porqué me miras así?

-¡Hablaste con Ángel Arnette y no me dijiste! -chilló como pequeña rata, tuve la intención de raparme los oídos pero preferí rodar los ojos y acercarme.

-No es para tanto, sabes que odio a personas como él.

-Lo sé y yo igual, pero eso no quita que no me comentarás eso -me dió un golpe en la cabeza.

Iηтєяяυмρє мιs sυєñσs, ρяιη¢єsα [SS#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora