|•Capítulo 29•|

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Victoria

Estaba en el baño de la escuela, refrescando mi cara por haber terminado un examen mientras lo demás seguía, algunos de ellos andaban por ahí jugando, tomando o comiendo algo, y yo estaba aquí.

Una chica sale de uno de los baños, no la reconozco al instante, pero cuando la veo, puedo ver su cabello verde brillante ¿Queen?

—Queen...—susurro acercándome a ella, voltea a verme, puedo ver cómo tiene la mejilla derecha un poco hinchada, en ella tiene unas pequeñas banditas blancas que tapan lo que creo que son heridas, su labio está hinchado y morado con dos cortes, uno en el labio inferior y otro en el superior, en su cuello lleva morados que se le notan demasiado por su blanquecina piel.

—Ah, Hola victoria —me da una sonrisa que se convierte en una mueca, debido supongo al dolor de su mejilla y labios.

Miro sus ojos verdes, tienen un brillo apagado, pero aún sigue ahí, su ojo derecho está rojo, casi como si trajera pupilentes.

—¿Qué te paso? —pregunte confundida al verla en tal estado, sabía que ella entrenaba artes marciales ¿Quizás le dieron unos cuantos golpes ayer?

La revise de arriba a abajo, ella llevaba puesto el uniforme completo, sus rodillas también tenían raspones al igual que sus muslos, en su mano izquierda una venda la cubría.

—Ah nada, enemigos, todos tenemos —alza sus hombros mientras quita la venda de su mano, puedo verla raspada, con cortes, hinchada y con morados, se veía en un muy mal estado, aunque no soy médica, lava sus manos limpiando las y la vuelve a vendar.

—¿Que clase de enemigos?

Suspira —Mira, no es por querer ser mala, pero...no te incumbe.

—Solo estoy preocupada ¿No deberías ir a un médico?

—Estoy bien, un médico ya me reviso, en unos días estaré como nueva —se seca la mano pasándola por su falda y se aleja para salir por la puerta, me lavo rápido las manos y la sigo, pero ella está detenida.

—....Deberías quedarte callada, está mal que....digas algo en cualquier sentido....te meterás en problemas que yo no podré resolver...—escuchaba susurrar a alguien, cuando levanté la vista, sobresalía sobre la cabeza de Queen una frente y una cabellera castaña oscuro perfectamente peinado, y sabía de quién era.

¿Y si él la golpeó?

Lo que le estaba diciendo tendría sentido de ser así, la está tratando de callar con algo, y lo está haciendo a golpes.

—Max...—la escuché susurrar, cuando me acerque por detrás ella se sobresalto, estaba nerviosa y lo sabía gracias a que estaba apretando sus dedos haciéndolos sonar.

—¿Qué pasa aquí? —mire sospechosamente a Max.

—Queen, vamonos —le señala el pasillo Max.

—No, no ella no irá a ningún lado —tome del brazo de Queen por si pensaba jalarla para llevarse, ella se quejo y quitó mi brazo.

—No me toques por favor...—susurro Queen a mi lado, su mirada se dirigió hacia Max, ella estaba temblando, no sé si fue por mi toque, por el frío o por el miedo.

Max le hizo algo. Estoy casi segura.

—No tenemos nada de qué hablar Max...—bajo la cabeza, es la primera vez que le vi bajar la cabeza, siempre iba en alto, caminando con postura, sutileza, delicadez, con seguridad.

¿Realmente le tiene tanto tiempo a Max?

Me puse delante de ella, en señal de protección.

—Vete, Max.

Iηтєяяυмρє мιs sυєñσs, ρяιη¢єsα [SS#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora