Iηтєяяυмρє мιs sυєñσs, ρяιη¢єsα [SS#4]

|•Capitulo 1•|

Era finales de Verano, menos de dos días para volver a clases, seis meses más y salía de la escuela para ir a estudiar mi carrera universitaria, la estudiaría aquí mismo no pensaba salir del país, no podía permitirme eso, papá me necesita al igual que mamá aunque ambos no quieran aceptarlo pero ya estaban bastante viejos y nos los enviaría a un asilo de ancianos donde probablemente mueran y yo no esté ahí en ese momento, eso no sucedería, no de nuevo.

Me dedique a jugar videojuegos mientras me comía las papas que había surtido hace unas horas, acababa de cenar y aun tenía hambre, no es que seamos ricos por eso comemos poco y estas cosas fueron compradas con sudor, sacrificios y esfuerzos, literalmente, trabajo sábados y domingos por ocho horas, y trabaje todas las vacaciones de verano, ahorro para mi futuro y para cuando me toque regresarles a mis padres todo lo que me han dado desde que nací.

Seguí jugando por un par de horas, eran casi las siete de la tarde cuando decidí limpiar mi habitación, tirar la basura, limpie un poco la casa para cuando llegara mamá con papá y me acosté, estaba relajado con los ojos cerrados, mi cuerpo se sentía pesado y estaba quedándome dormido con la canción de  rewrite the stars sonando por mis auriculares, empecé a soñar que estaba graduándose y posteriormente siendo un gran químico en una de las mejores empresas del gobierno cuando un sonido grueso y seco me despierta, me quito los auriculares, escucho voces y risas del otro lado de la ventana cuando la abro me doy cuenta de que una chica no más de 1.60m, cabello pelirrojo, piel blanca, su peso no era el adecuado para su altura, parecía sencilla pero con mucha ropa deportiva, levanto la mirada, sus ojos azules se encontraron con los míos, mismo color de ojos, me causo nostalgia cuando vi sus ojos hinchados y rojos de tanto llorar, la ayudo a levantarse después de haber salido por la ventana.

—¿Estas bien? — miré detrás de ella entonces sentí una piedra pequeña cerca de mi ojo, lo cierro por instinto, me empieza a arder, pero no le doy importancia cuando la chica mira a los chicos detrás de ella, tomo su mochila que es lo que supongo que impacto con mi ventana que hizo despertarme.

—Déjame eres igual a ellos —arqueo una ceja ante esa dictación, lo dice como si fuera una dictadura ya escrita en una roca desde los siglos antes de cristo.

Ruedo los ojos cuando la veo correr a la lejanía, tomé una de las piedras que estaba por mi jardín, se las empecé a lanzar y empezaron a huir, minutos después estaba completamente solo y con la respiración agitada.

Mire a mi lado un tenis (zapatilla) blanca de deporte con unos diseños en negro, fruncí el ceño y lo tome, supuse que era de Victoria.

Sonreí de lado, te haz dejado la zapatilla princesa.

Regrese a la casa por la ventana.

—¡Ángel! —en cuento entre y cerré la ventana ví a mi madre entrar por la puerta.

—Tranquila mamá aquí estoy —me acerque a ella y tome su mano que estaba estirada en busca de mí.

—¿Dónde estabas? Llegamos y empecé a hablarte pero no respondías—la ví mover sus labios lentamente, mi madre tenía el cabello rubio ojos marrón claro, piel bronceada, era ciega, mamá y papá jamás han querido hablar de eso, no sé si nació así o simplemente algo le sucedió, pero repito, mis padres no hablan nada del pasado.

Y yo confío en ellos, su lema es "el pasado no te define".

—Perdón mamá, unos chicos molestaban a una niña afuera de la casa y salí para detenerlos, pero ya estoy de vuelta ¿Papá?

—Esta en la cocina.

—Vamos madre —sonreí y la tomé del brazo para salir de la habitación, cerré la puerta detrás de mí, llegamos hasta la cocina y ví a mi padre sentado en uno de los extremos de la mesa. En su silla de ruedas y sosteniendo con una mano su periódico, y la otra...la otra ni si quiera la podía mover estaba reposando en el brazo de la silla de rueda.

—Hola papá.

—Hola hijo.

Lleve a mamá para que se sentará a lado de papá, serví la comida que había estado preparando y la serví en los platos que ya estaban en la mesa. También serví el jugo que compre de la tienda, me senté a lado de mi padre, enfrente de mi madre, empecé a comer y ellos igualmente.

Creo que después de todo, se han acostumbrado a sus vidas, yo sin embargo aún me cuesta aceptarlo, he crecido y no he traído amigos a la casa y menos chicas por mamá y papá, no es porque me avergüence de ellos, si no porque la sociedad es tan negligente y cruel, que los juzgarán y no quiero que eso suceda, mis padres ya han sufrido bastante durante años, no quiero que sufras más.

Es mi familia y así me quedé solo toda la vida, no dejaré que jamás los vuelvan a tocar, que los vuelvan a destruir, de eso me encargo yo.

—Papá hoy afuera de la casa una chicos molestaban a una compañera de mi clase, se llama Victoria y parece estar acomplejada —seguí comiendo conforme decía eso.

—¿A sí? ¿Porque lo dices hijo?

—Ella es...—suspire, ni me gusta utilizar estos términos porque muchas personas se ofenden, pero soy muy ignorante y no conozco muchos sinónimos —Ella tiene "kilos de más" y los chicos y chicas de mi escuela la golpean e insultan por eso, la he visto muchas veces pero siempre que me intento acercar para hablar con ella se aleja de mí. De por sí los demás ya me tienen como un badboy —suspire.

—¿Porqué te consideran así? —pregunto mamá mientras bebía de su jugo.

—Muchas chicas me proponen salir, yo acepto pero cuando ellas consiguen lo que quieren me dejan y me ponen de villano a mi —recogí las cosas de la mesa que ya no iba a necesitar y los empecé a lavar.

—¿Y porque no te defiendes?

Sonreí y voltee a ver a mis padres —Porque los perros ladran cuando no conocen a la gente.

—¡Ángel! —me reí fuertemente al regaño de mi madre, se levantó y me dió un golpe en la parte trasera de la cabeza.

—Ya mamá, lo siento —deje de reírme pero seguía sonriendo.

Ciertamente lo que dije fue real, ellos no me conocen, solo saben de mi lo que han dicho los rumores.

¡Hola! Espero que te haya gustado, soy nueva en esto, espero que puedas ayudarme diciéndome si te gusta o no o que al menos dejes tu voto.

Actualización los Domingos y los Viernes.

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Opinión de los padres de Ángel aquí →

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