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CAPITULO DOS:
COLLIN
Revisé una vez más el mensaje que tenía en el móvil, completamente asombrado. Si que las noticias volaban rápido en la escuela. ¿Cómo era que fuera posible? Vale, sí que había cientos de posibilidades. Sacudí la cabeza, centrándome en terminar de colocarme los zapatos. El entrenamiento había acabado por lo que significaba que podía irme de una vez por todas a casa, finalmente.
Vance se acercó corriendo a mí, sacudiendo su cabello húmedo de sudor en mi cara. Solté un bufido.
—Eso no es muy higiénico, Vance —le dije, haciendo una mueca. Vance soltó una carcajada, sentándose a mi lado.
—Ya..., que diva Collin —me molestó, con una sonrisa burlona. Puse los ojos en blanco, y nuevamente revisé mi móvil en busca de un nuevo mensaje. Pero, no había nada, por ahora. —¿Con quién hablas? ¿Una nueva conquista?
—No —murmuré, colocándome la camiseta de mangas larga. —No es nadie, en especial. Ahora debo irme a casa.
—Vale, nos vemos mañana —se despidió, palmeando mi hombro. Asentí con la cabeza, pensando en el último mensaje que había recibido. —Oye Collin...
—¿Qué pasa? —le pregunté, dándole la espalda. —No olvides lo de Clara, ya sabes que todos empezaremos esta semana que viene..., y creo que tu eres el que tiene más desventaja ¿no crees?
Solté un suspiro, con los ojos en blanco y me giré hacia él.
—Descuida amigo... —murmuré. Sentía un sabor amargo al pronunciar esas palabras. Vance y yo, no éramos los mismos mejores amigos de antes. Al menos no, desde que había descubierto como era en realidad. —Si ella se fija en mí o no, debe ser el menor de tus problemas ¿vale?
—Vale, nos vemos.
—Idiota —me dijo, JP pegándome en la nuca. Emití un quejido, mientras comía mi yogurt con cereal. —No puedo creer que hagas eso...
Puse los ojos en blanco.
—No estoy haciendo nada —me defendí, señalándolo con la cuchara. —¿Qué no estás escuchando lo que digo?
Resopló.
—¡Pues claro! ¡Esa es la principal razón de porque te he pegado! —me explicó, negando con la cabeza. —Lo esperaría de los demás, Collin, pero, ¿de ti?
—Ya, ya... vale, se que está mal —le dije, frotándome la frente. —¿Qué esperabas que hiciera? ¿Qué me quedara de brazos cruzados?
Mi primo pareció querer objetar mis preguntas, pero, optó por quedarse callado.
—Entonces, ¿Qué se supone que haga Jose Pablo? —le pregunté, señalándolo con la cuchara, otra vez. —¿Eh?
—Eres tan pesado, idiota —se quejó. —Pero, fuera cual fuera la «buena razón», que obviamente es una pésima razón —volvió a hablar, viéndome asqueado. —Principalmente se lo diría, luego intentaría ligar con ella...
Me atraganté en cuanto esas palabras salieron de su boca, tosí varias veces viéndolo con una ceja enarcada.
—¿Qué demonios se supone que significa eso? —le pregunté, limpiándome las comisuras de los labios. JP puso los ojos en blanco antes de soltar una carcajada. —¿Qué significa eso?
—Oh, veo que estás molestándote —me molestó, subiendo y bajando las cejas. Lo miré con mala cara. —No, no... quita esa cara, cretino de mierda. Es obvio que tienes algo entre manos, eso lo sé...
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FOR YOU: Por tiempo indefinido ©
Roman d'amourPrimer Libro. A veces fingir por mucho tiempo, se olvida. ▪︎(+18) ▪︎BORRADOR...