¨26: ¿Tan malo fue?¨

16 4 0
                                    

26

CAPITULO VEINTISEIS:


CLARA

Media hora después, Collin y yo estábamos en su casa... o bueno, en la casa de sus padres empacando sus pertenencias. No había pronunciado ninguna palabra, porque temía que fuera a arruinar algo... no tenía idea qué, pero, sentía sus pensamientos flotando por toda la habitación. Y no quería perturbarlo de alguna manera, aunque estuviera por perder los nervios en saber si estaba bien o no.

Estoy muy bien, de hecho

Podía haberme dicho que era el mejor día de su vida, y aun así no le hubiese creído. Sabía perfectamente que la conversación con sus padres no había salido nada bien, y por primera vez en la vida había creído eso desde un inicio. Tal y como dijo Cara, era hablar con una pared; sin sentimientos, sin atención, sin...

—¿Clara? —me llamó Collin, en un susurró. Me estaba ocupando de su ropa, pero, ahora me daba cuenta que sus trapos lo estaban pagando. Sí, seguía teniendo la adrenalina de la dichosa conversación. Y una parte culpable de mí, hubiese querido decir infinidad de groserías a sus padres... solo que no era tan valiente, como pensaba. —¿Qué pasa, futura esposa? Estás haciendo esa mueca, nuevamente.

Solté un suspiro, negando con la cabeza.

—Está bien si no quieres estar aquí, puedes ir a la fiesta y quizás te vea —murmuró, con una sonrisa. Solo que está sonrisa, no era como las demás. Lo único que podía ver sonreír eran sus labios, porque sus ojos estaban completamente tristes, indiferentes... y no parecía estar nada bien. Ni un solo poquito. —Clara... vamos, dime que pasa...

Se acercó hasta estar frente a mí, quitándome una de sus camisetas de la mano. Ahora, no me importaba que me llamará por mi nombre... porque mis hormonas estaban tan sensibles. Realmente tenía muchas emociones luchando por salir y ver cual ganaba para permanecer en mí, solo que no podía decidir como me sentía.

—Habla conmigo, Clara —me pidió, envolviendo mi cintura y besando mi frente. —¿Qué es lo que pasa?

Negué con la cabeza, mientras sentía las lágrimas deslizarse por mis mejillas. No había llorado enfrente de sus padres, pero, vaya que ahora no podía controlarme.

—Es solo qué... —murmuré, sintiendo las lágrimas sobre mi boca. Collin sacó de su bolsillo trasero un pañuelo y me lo pasó delicadamente por ambas mejillas. —Yo..., es realmente injusto... estoy muy molesta con tus padres... realmente molesta, y triste por ti. Sé que no quieres hablarme de ello, ahora... pero... no puedo dejar de pensar en que harás... o a donde... con quién...

Collin tomó mi rostro entre sus manos, antes de darme un corto beso y acunar mi cabeza sobre su pecho. Ahora sí, no podía dejar de llorar como niña pequeña. Dios, su traje debía estar hecho un lío y ni hablar de mi maquillaje, pero, no me importaba nada de eso.

—Ya, ya, vale amor —susurró, acariciando mi cabello. Soltó un suspiro, mientras caminaba conmigo hacia la cama. Una vez allí, se sentó y me atrajo hacia su regazo. —No quiero verte llorar ¿vale? No necesitas llorar, amor —susurró, tragando dificultosamente. Sus manos me sostenían el rostro, acariciándomelo suavemente. —No tienes por qué preocuparte, ya veré que hago ¿de acuerdo? No tengo miedo, sé lo que tengo que hacer y quiero hacer. Solo por favor, no llores que me lastima verte así. Te amo Clara, y siempre lo haré. Y no es que no quiera hablar contigo, aun no estoy listo... porque sigo procesando las cosas. Me duele, y mucho... pero, lo puedo soportar.

Le rodeé el cuello con mis brazos. Escondí mi rostro en su cuello, mientras le acariciaba el cabello. Collin pareció relajarse, mientras nos abrazábamos.

FOR YOU: Por tiempo indefinido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora