El legado de los Amery (Sirius Black y tu)

31. Problemas familiares

- Ey Canuto, ¿has hecho los deberes para McGonagall? – preguntó James

- ¿Por qué supones que los he hecho? – dijo Sirius con los dos pies apoyados en la mesa y dándole vueltas a su pluma

- ¿Había deberes? – preguntó Peter asustado

Remus negó con la cabeza divertido y le permitió a Peter que se los copiase.

- Bah, es igual – dijo James arrugando su pergamino y lanzando la bola a la papelera, acertando.

- Esto no es un campo de baloncesto – lo regañó Lily

- ¿Eh? – dijo James sin entender del todo

- Siempre está rompiendo las reglas. Típico de un Gryffindor. – dijo Snape

- ¿Qué es lo que veo? Pelo grasiento. Siempre enojado. Debe ser Snape – dijo Sirius con una sonrisa en el rostro ganándose la risa de muchos del salón

- Evans – dijo James de repente – ¿Por qué nunca eres amable conmigo?

- Soy amable contigo – dijo Lily un poco ofendida

- ¿DE VERDAD? Di algo bueno de mi

Lily se quedó pensativa pero nada salió de su boca. Sirius no pudo evitar reírse y James lo empujó, haciendo que se cayera de la silla y acabara en el suelo, en una extraña postura

- Señor Black, que hace en el suelo – le gritó McGonagall

- Me he caído – dijo Sirius desde el suelo sin acusar a James

- Pues levántese y tenga cuidado para la próxima

- De acuerdo mamá – dijo Sirius

McGonagall lo miró fijamente

- Acabas de llamar "Mamá" a la profesora McGonagall – susurró Remus

- ¿Qué?

- Dijiste "De acuerdo mamá" – dijo sin quitar la vista de su libro

- Yo no dije eso, dije "De acuerdo profesora"

- ¿Me ve como una figura materna, señor Black? – dijo la profesora intentando ocultar una sonrisa

- ¡No! En tal caso la veo como una hermana mayor, que siempre me está corrigiendo

- ¡Oye! – dijo James – Muéstrale un poco de respeto a tu madre – se burló

Sirius no dijo nada y la profesora sonrió dirigiéndose a su mesa. Remus también sonrió y Sirius lo pilló.

- ¿Quieres besarme?

- No – respondió Remus

- Espera, que acabo de decir?

- ¿Quieres besarme? – repitió Remus

- Bueno, si insistes... - dijo Sirius burlón y se levantó para plantarle un buen beso a Remus en los morros

- SEÑOR BLACK – gritó la profesora McGonagall escandalizada

- ¿Ocurre algo? – dijo Sirius sentándose de nuevo en su sitio con tranquilidad

- No consiento ese tipo de cosas en mi clase

- Cuando Dorcas y Cattermole hacían lo mismo, usted no les decían nada.

- A mí no me metas – se quejó Dorcas

- ¿Es porque eran chico y chica? ¿Tiene algo en contra de las relaciones homosexuales?